Agua y Vida

Balneario urbano un poco decepcionante, con aspecto de haber reciclado diversos cuartos de baño para paramentar el espacio de hidroterapia. La misma ubicación del local, en un bajo no particularmente diáfano, ya avisa de que el recorrido acuático se va a quedar en pasar de un mediano jacuzzi a las cabinas de duchas y poco más. El hidromasaje un poco mustio de chorro y agobia un poco el personal, cuya única función parece ser la de indicarte rígidamente que tu tiempo ha acabado o que la modalidad de tu sesión no incluye esta cosa o esta otra.
Sin embargo, está bien de precio y, por eso mismo, conviene completar la sesión con un masaje relajante (hay un par de modalidades) ejecutado meramente a este fin (en mi caso) por una empleada de trato correcto pero poco briosa.
La ambientación tiene más que ver con una ducha espaciosa que con lujo balneario alguno o con algunas prestaciones complementarias (cosméticas) que ya ofrecen la mayoría de sitios.

A escasos metros de la parada de metro de la Plaza España está este Spa urbano. Otra forma más de volver a la realidad y mejorarla cuando nos damos cuenta de que estábamos yendo demasiado rápido y conseguimos parar a tiempo. Para revisarte los niveles y regulártelos siempre es bueno encontrar un poquito de tiempo. Salir renovada y mejorada sintiendo que vuelves a ser tu mejor amiga, porque antes odiabas todo eso que te molestaba: la espalda, el cuello, las piernas y esos ruidos que dicen que acompañan a cada movimiento pasada cierta edad.
Además, ahora que se han puesto de moda encuentras muchas ofertas y bonos. Yo por mí misma a lo mejor no lo hago, pero me dejo mimar y acepto un regalo. Para consolarme por lo ineludible de cumplir años…¿quién podría rechazarlo?
Se pueden elegir distintas opciones de terapia: Circuitos de aguas, masajes, tratamientos corporales…(yo paso del chocolate que no puede comerse. Me quedo con las flores que huelen muy bien) Se pueden combinar todos con un bono VIP. Empezando por el agua, siguiendo por un tratamiento a elegir de 30 minutos y para terminar un ratito más en la zona de relajación, bebiendote un zumito natural en la tumbona ergonómica.
Lo que más cuesta es sacar dos horas de tiempo en las que poder hacerse un homenaje. El resto no tiene precio. Bueno sí lo tiene, pero pensarlo tampoco ayuda mucho y no es tanto: El circuito, el tratamiento y el relax de 2 horas y cuarto por 90 €. No vale la pena pararse a pensarlo teniendo una carta a los reyes pendiente de escribir.

Tacharme de poco original, pero obsequiar un bono para un balneario urbano me parece un buen regalo. Así que en diversas ocasiones me he lanzado a la caza del mejor lugar en Valencia, acertando casi a la primera. Agua y Vida reune las mejores condiciones calidad-​precio de toda la ciudad.
Sus bonos de regalo tienen un precio asequible y sus horarios son lo suficientemente amplios para que se puedan acomodar a tu ritmo de vida. Yo recomiendo adquirir un bono de circuito termal + masaje. Más que nada porque la zona spa es un poco «sota, caballo y rey». A no ser de que disfrutes mucho con este tipo de cosas, al final, puede acabar agobiandote un poco.
La segunda parte, la del masaje, compensa. Muy majas todas las masajistas y tremendamente amplio el abanico de opciones. Recomiendo el masaje de chocolate. Especial. Sólo un consejo si optáis por el dulcísimo chocolateado, no intentéis probarlo. Yo lo descubrí tarde. Es chocolate, pero no se puede comer. Por suerte, tras toda la sesión te obsequían con un delicioso zumo de naranja en la sala de relax.
Dos notas más. En primer lugar, el vestuario es, quizás un poco mini, aunque tan limpio que comería en el mismo suelo. En segundo lugar, ellos te venderán las chanclas para usar en el spa. Conservalas como oro en paño para posteriores visitas y regatea. Al final acabarán dándotelas gratis.