Agr!

No es de las agencias más antiguas ni más creativas de Valencia. Su estilo y prestigio se basan más en la eficacia y en la innovación estratégica, dado que tienen una especialización muy clara en cuanto a cliente. Trabajan de forma exclusiva para marcas agroalimentarias, centrándose sobre todo en la internacionalización de éstas, y dedicando especial interés a los productos con denominación de origen. Su cuenta estrella, por supuesto, es Plátano de Canarias.
Recién mudada a pleno centro de Valencia, se encuentra en una calle peatonal paralela a la plaza del Ayuntamiento y en sus pasillos aún se pueden ver restos de la reforma, pues como alfombra roja te reciben algunos cartones en el suelo.
Tuve la oportunidad de acudir hace algunas semanas a esta agencia gracias a una oferta para optar a un puesto en el departamento de creatividad. Lo que más me llamó la atención es que no fuera la típica entrevista en la que te piden currículum, portfolio, cuatro preguntas y adiós. Me entregaron un auténtico briefing de Plátano de Canarias y me pidieron que se lo llevara resuelto en ideas para la semana siguiente. La pareja que me atendió ambos días –creativo y directora de arte– eran jóvenes y muy agradables y, a pesar de estar liadísimos, mostraron un verdadero interés por lo que les presenté.
El desenlace es el mismo de siempre: finalmente eligieron a otra persona con más experiencia. Sin embargo, al margen de lo que duele ese sinsentido –si no me permitís hacer experiencia, ¡nunca tendré, malditos!- fueron muy atentos y nada de un mail de «gracias, adiós», se molestaron en contactar conmigo y darme todas las explicaciones de su decisión, además de ofrecerme ayuda en cualquier cosa que necesitara a lo largo de mi continua búsqueda en el panorama publicitario.
Fuera sincero o fingido, fue al menos la primera vez que no me quedé con una sensación de mierda cuando una empresa me manda a la ídem. Ya se contenta una con cualquier cosa.