Qué buen descubrimiento para el gusto! Local pequeño con barra y mesas bajas con una decoración excelente y acogedora. Importante: en las mesas no sirven tapas. Nosotros nos quedamos en la barra sentados en taburetes muy cómodos. Aunque sea pequeño no es de los que estás en la barra incómodo por tener las mesas cerca o molestar el paso de camareros. Tienen carta y aparte tapas y platos escritos en una pizarra. Probamos dos cervezas artesanales«Cervezuca» muy buenas por un precio de 3,00eur./c.u. y de las tapas cabe resaltar el Bao Bao con papada de cerdo. mmmm riquísmo, para comerte diez por cabeza. Los camareros no dejaban de preparar postres delante nuestra y fue imposible no probar el tiramisú y la tarta de naranja amarga con chocolate. El tiramisú conseguidísimo(tengo muchos amigos italianos y encima cocineros jeje) y la de naranja muy rica y adictiva. Las dos cervezas artesanas, cuatro tapas y dos postres por 24,00eur. para dos y terminamos llenos y contentos. Tienen en carta un gran número de pizzas por unos 9,00euros, la próxima vez tocará degustar alguna.
Raúl B.
Classificação do local: 5 Sevilla
Segunda experiencia en Zarabanda y la verdad es que todo salió a pedir de boca. La primera vez fue a través de Restaurante 50 y comimos muy bien pero en esta segunda incursión el homenaje gastronómico fue brutal. Lo primero agradecer al servicio el trato por acomodarnos en el salón. Eran las 14:30 de un sábado lluvioso, no teníamos reserva e íbamos cuatro adultos, un niño y con carros de bebé, es decir que encajarnos no era fácil. Nos emplazaron a volver en 30 minutos y nos acomodaron perfectamente. Hueco para uno de los carros, trona para el bebé más grandecito y una mesa acogedora y bien preparada. Con eso ya me tenían ganado. Para empezar la comida arrancamos con unos quesucos de los Picos de Europa y unas croquetas de cecina que estaban de muerte. También probamos las setas al horno con alioli de miel y yo probé las huevas de leche de atún rojo que estaban brutal. Los entrantes acompañados de un par de cervezas artesanales, negra y tostada, también llegadas desde el norte, concretamente de la cervecera ‘La Cervezuca’, cervezas naturales sin ningún tipo de aditivo, sin filtrar ni pasteurizar. No las conocía y me sorprendieron gratamente. Una vez entrados en calor nos fuimos a lo serio. Lomo de buey(+200 gramos) acompañado de verduritas. Espectacular. Carne buenísima, bien cocinada y con un acompañamiento exquisito. También pasaron por la mesa el micuit de pato y el risotto de carne de toro. Para acompañar la carne optamos por un D. O Arribes, salmantino que estaba bastante bueno. En los postres la tarta de queso viejo marca la diferencia. La verdad es que fue un festín en toda regla en el que todo estuvo a una gran altura. Enhorabuena a los que hacen que podamos disfrutar en Sevilla de estos sitios.
Frank R.
Classificação do local: 5 Feria, Sevilla
El Zarabanda es uno de esos pequeños oasis/rinconcitos, de no más de 5 mesas adonde refugiarse y dejarse llevar por los efectos desinhibidores del buen vino, y dónde te aconsejo dejarte asesorar por su personal, para ‘descubrir’ sabores tradicionales y sencillos pero muy bien elaborados. A pesar de lo íntimo del salón, también podréis optar por comer en la barra, donde además de los platos que se sirven en mesa, podéis pedir tapas. Está última visita, acudí con un par de amigos a celebrar algo tan digno de celebración, como es un nuevo proyecto laboral, para lo que no escatimamos en caldos y optamos por una pizza y tres platos para conpartir. La pizza de tres quesos bastante buena para no ser un italiano, la masa fina y crujiente pero fermentada. Yo diría que con masa madre incluso. El risotto de setas, bastante decente, y las croquetas de pargo, todo un acierto por parte del chico que amablemente las sugirió. Mi favorito, quizás por que es algo que puedes encontrar en toda carta pero no siempre es de mi agrado, la carrillera estofada con patatas. Nos atrevimos con postre y café. Me sorprendió su tarta de queso viejo, el toque del curado te golpea al final del bocado, y la hace menos empalagosa y pastosa que la típica New York Cheese Cake. Muy recomendable por su sencillez en la elaboración y cuidada elección del producto. Un básico en el que siempre repito
Juan Ignacio B.
Classificação do local: 5 Madrid
Gracias a la propuesta de varios Unilocalers amigos por fin he acabado viniendo a probar este local y salgo muy satisfecho. Se debe a que la compañía era óptima, el local muy agradable y sencillo, la propuesta gastronómica variada y muy cuidada la elaboración, gran selección de vinos y el trato del personal fenomenal. Empezamos por croquetas de cecina y de bacalao, ambas espectaculares, continuando con bacalao y salsa de boniato, corvina salvaje con brócoli, para finalizar con solomillo de cerdo al horno y carrillada de toro al estilo thai. Y llegamos al postre, tres sabrosas tartas: tiramisú, de queso viejo y otra de naranja con chocolate(que pueden probarse en Orfeo, local de los mismos dueños). Sin duda, volveré.
Janek L.
Classificação do local: 1 Salamanca, Madrid
El precio es muy elevado para una cantidad de comida ridícula. La calidad de los platos que pedimos dejaba mucho de desear. Pan para celiacos del Mercadona(para ser un sitio Gourmet!!!) medio quemado! Risotto súper salado y bacalao insípido. No merece la fama que tiene! Si eres celiaco mejor ir a Habanita o Gazuza!
Juan L.
Classificação do local: 5 Llíria, Valencia
Un sitio único, platos muy sabrosos. La carta no muy extensa pero para todos los gustos. Las pizzas increíbles. El buey con ciruelas muy rico. Los crepes también. El bacalao aceptable. La ensalada de paté y aguacates muy rica. Selección de vinos originales y muy bien de precio. El tiramisu… De otro planeta. Precio aceptable.
Blanca G.
Classificação do local: 5 Sevilla
Un día, revisando el muro de Unilocal vi un check-in y algunas fotos de un restaurante que no conocía y estaba en el centro: Zarabanda. Rápidamente, decidí guardarlo entre mis favoritos para una ocasión que lo mereciera porque el sitio tenía muy buena pinta. Así lo hice, tras una desafortunada visita sin reserva(y digo desafortunada porque solo pude tomar una tapa en la barra) volví en otra ocasión, ya con reserva, a celebrar el cumpleaños de un familiar y no me defraudó. Nada más llegar, uno de los camareros nos indicó cual era nuestra mesa y nos ofreció la carta explicándonos que la filosofía del sitio le da gran importancia a la cocina de mercado y por eso, había casi más cosas fuera de carta anotadas en una pizarra que en la propia carta. Nosotros nos decantamos por hacer un combinado entre platos de la carta y platos fuera de ella y la verdad es que todos nos gustaron mucho. Concretamente, tomamos una ensalada de paté y aguacate que resultó muy ligera, unas sabrosas croquetas de cecina, un tataki de atún muy fresco y por último, un rissotto de langosta delicioso… Me gustaría mencionar especialmente también los postres caseros, sobre todo la tarta de chocolate y naranja y mi favorita, la de queso viejo, que tenía ese puntito que la hacía diferente al resto de tartas de queso de otros establecimiento. El trato recibido por parte de los camareros fue estupendo y en todo momento nos hicieron sentir muy cómodos y nos ayudaron en todo lo que necesitamos. Por ello, Zarabanda ha pasado a formar parte de la lista de restaurantes que considero visitar cuando quiero celebrar algo especial o simplemente, darme un capricho. Ah! Se me olvidaba: el bar también ofrece la posibilidad de tomar tapas en barra y oferta pizzas(con muy buena pinta) en la carta debido a que tiene un horno herencia de un anterior establecimiento.
Alejandro P.
Classificação do local: 3 Dos Hermanas, Sevilla
Fui a este restaurante pues me habían hablado muy bien de él y en parte me decepcionó un poco. La comida estuvo bien, especialmente unas setas que probamos me gustaron bastante. Pero el local estaba lleno y era un poco incómodo, el sitio no es muy grande y teníamos una pareja al lado que parecía que cenaba con nosotros. Eso si, el postre espectacular. Probé la tarta de queso viejo y por poco no les encargo una para llevar.
Alicia O.
Classificação do local: 3 Graz, Austria
Probablemente, la próxima vez que visite el Zarabanda, mi crítica cambiará. Después de un mes cerrado por reformas, fui a cenar a este restaurante y me dio la impresión de que habían abierto antes de tiempo, porque nos encontramos con problemas como que el aire acondicionado se había estropeado y quedaba su hueco en el techo, bajo el que no inspiraba mucha confianza sentarse, por lo que el local, ya algo pequeño, perdía así capacidad de alojar a algunos comensales. Dejando este detalle aparte, la experiencia fue bastante buena. Probamos un par de cervezas artesanales que el camarero nos presentó y nos estuvo describiendo, y la verdad es que estaban realmente buenas. Para comer, pedimos el salmón al horno con mostaza, de la carta, y otro salmón(originales) con aguacate y mango, que pertenecía a los platos que van cambiando y que apuntan en una pizarra tras la barra. Ambos estaban realmente buenos, y las cantidades fueron bastante abundantes, pero sin pasarse como en otros restaurantes donde es casi imposible acabarse el plato. Nuestro camarero fue amabilísimo y, por lo que pude ver, el trato entre camareros y clientes en este sitio es maravilloso, se pueden crear grandes amistades aquí :) En cuanto al precio, me parece muy acorde con la calidad de los platos. Además, es restaurante asociado de la tarjeta Restaurant50, con la que los platos salen al 50%, por lo que comer aquí puede ser realmente barato.
Txema M.
Classificação do local: 4 Sevilla
A Zarabanda lo precede su buena fama. De un tiempo a esta parte ha experimentado un cambio excepcional con respecto al equipo de gestión que regenta el negocio. Tanto la decoración como la carta y el tipo de comida han evolucionado con respecto a unos años, y el cambio es para bien. Estuve comiendo allí hace poco y disfruté como un niño de todos y cada uno de los platos que nos pedimos, por muchos motivos: sabor, textura, presentación, calidad de los alimentos, atención del camarero, etc… En mi caso, el menú fue un plato de solomillo a la salsa de mostaza absolutamente riquísima, un plato de bacalao con setas fuera de carta exquisito y un postre… ay, qué postre… ¡La mejor tarta de queso que he probado en mi vida! Al ser casera y hecha con puro queso viejo, el sabor es realmente excepcional y delicioso. Imprescindible para todo el que pase por aquí a comer o cenar :)
Sara P.
Classificação do local: 4 Sevilla
Este lugar me ha dejado con un más que buen sabor de boca. Los platos tienen una pinta muy sugerente. En mi primera visita probé el Ajo blanco con Manzana(muy fresquito y suficiente para ser tapa), el bacalao confitado con boletus(estaba en pizarra por lo que no sé si lo encontraréis en carta) y el maravilloso solomillo con mostaza. Ese solomillo, esa salsa, esas patatas… Sin duda es el plato estrella con el que me quedaría. Los precios están por encima de la media, pero las raciones son perfectas para compartir entre dos, con un entrante y tapa. Me han recomendado el pan y las cervezas caseras. No pude probar la cerveza, pero ese pan era para no dejar ni una miga. ¡También tienen sidra! Sin duda, debo repetir para ampliar mi repertorio.
Cristina A.
Classificação do local: 3 Sevilla
Aprovechando una de esas ofertas de cupones para cenar recientemente en este restaurante. Probamos el salmorejo, el ajoblanco con manzana, la pizza romana y culminamos con dos postres: Tarta de queso viejo — demasiado contundente– y tarta de plátano y chocolate. Tienen una amplia variedad de vinos, yo me decanté por un tinto del Bierzo, pero no es tan variada su carta de tapas ya que la mayoría de la carta consiste en platos alrededor de los 9 euros. Nos atendieron muy bien pero el restaurante no me conquistó. Como el local es pequeño os recomiendo que reserveis antes.
David M.
Classificação do local: 5 Sevilla
Sencillamente genial, buen trato de los empleados, acogedor y una comida genial. Se ha convertido en uno de mis restaurantes favoritos, la comida esta muy bien preparada, las pizzas exquisitas y el resto de platos sensacionales, no tengo más que buenas palabras sobre este restaurante. Tiene varios platos muy recomendables. Al final acabas con un postre casero que quita el sentido, el último que probé tarta de queso, elaborada con queso viejo… pufff no comment…
Laura S.
Classificação do local: 4 Sevilla
El nombre de la pizzería, porque para mi siempre ha sido una pizzería, aunque sirvan otro tipo de platos más allá del universo italiano, tiene ya algo como de enigma. Luego está la puerta azul, enmarcada de amarillo, y como si se tratara de un teatro, la carta en la fachada anunciando lo que van a representar dentro. Esta puesta en escena, persigue al nombre, imprimiéndole aún más misterio, como misterio inalcanzable es la percepción personal e intransferible que cada uno tiene de una misma realidad de un mismo momento. Seguramente han sido las compañías y lo acontecido antes y después de ir a cenar a la pizzería, las razones fundamentales por las que me siento atada a Zarabanda. Por una razón o por otra tras varias largas tardes de conversación con Antonio en el Taifa, parecía haberse instalado como costumbre el hacer un alto en el camino, allí mismo, a tres pasos del Taifa. Allí, donde saciar nuestra hambre y desvelar nuestros enigmas con el estómago llano. Zarabanda, es un sitio especial, donde la pizza siempre ha sido la parte más intranscendente del hecho de comer pizza. No se aceptan Visa.
Macarena H.
Classificação do local: 4 Sevilla
Fue leer Ajo blanco y podía estallar afuera la tercera guerra mundial que yo no me iba a mover del sitio. Ajo blanco. Olé, Olé. Para el calor, reza justo encima de Ajo blanco. Levanto la mano inmediatamente y lo pido. «¿Qué más?» me pregunta el camarero. Lo demás me da igual. Le sonrío y elijo una pizza al azar. La primera que veo. Prosciutto, mismo. Me fijo en la decoración mientras tamborileo los dedos sobre el mantel. Azul y blanco. Es como estar en la casa de Papá Pitufo, que con la crisis se ha metido a cocinar. Además, el local es igual de pequeño. Podría ser perfectamente la casa de Papá Pitufo. Ya empiezo a rayarme y montarme películas de las mías en la mente. Así, yo sola. Y me imagino a Papá Pitufo, con su cara y sus dedos azules y el gorro de cocinero, batiendo las almendras para mi ajo blanco. Sonrío con la tontería que se me acaba de ocurrir. Y sigo mirando las paredes. Bicicletas. Papá Pitufo lo decora todo con biciletas. Cuadros de bicicletas cuyos títulos son bicileta I, bicicleta II, bicicleta III… Así hasta el XXIII Mierda, Papá Pitufo, el hombre azul que me va a hacer el ajo blanco, tiene un trastorno maniaco-obsesivo con las bicicletas. Es un pastelón ir a un restaurante y que te atienda un loco. Ojalá el ajo blanco esté bueno y no me lo envenene. Vuelvo a sonreír, casi a punto de compartir la broma. Aunque, gracias al cielo, pienso antes que mejor es callármela. Que a nadie le va a hacer gracia, solo a mí. Me llega el ajo blanco y la pizza casi al mismo tiempo. El ajo blanco, blanco. La pizza de masa fina, tomate natural, champiñones y jamón. Por supuesto, la pizza sólo la observo. Mi interés es único y exclusivo para el ajo blanco. Primera cucharada. ¡Uch! No es como el de mi madre. Bueno… vamos a darle un bocado a la pizza. A lo mejor es porque he probado aceitunas y la sal… que me confunde los sabores. Joder, qué buena está la pizza. Crujiente. Sin demasiados ingredientes. Parecida –y he dicho PARECIDA– a las italianas… Poco a poco, el ajo blanco pierde el protagonismo y me concentro en la prosciutto… Mmmmmmmmm Puede estallar afuera la tercera guerra mundial que yo no me voy a mover del sitio.
Paco P.
Classificação do local: 3 Sevilla
Zarabanda, se sitúa en un pequeña calle que conecta la plaza de la Gavidia con la calle Jesus del Gran Poder. Durante mucho tiempo fue una de las mejores pizzerias de Sevilla, en tanto a la calidad de las pizzas que de la pasta, últimamente ha bajado su nivel pero pienso que se debe mayormente al crecimiento de la competencia. Recuerdo como un gran detalle estético, el que ofrecían a los niños pintar los manteles de papel con cualquier cosa que a ellos les pareciera y los colgaban en las paredes del local como motivo de decoración. Era algo original por entonces. También recuerdo lo que costaba piyar mesa, había reservas y siempre estaban todas las mesas cogidas. Me temo que el royo de este restaurante ha sido el cambio de dueño o al menos eso parece, de vez en cuando paso por allí y da pena verlo, con lo que ese restaurante fue en aquellos maravillosos años.