Virgen del Rocío

No todas las visitas al hospital tienen terribles razones. Ni muchísimo menos. Hace un par de meses nació el primer hijo de uno de mis mejores amigos en el Hospital de Valme. Recuerdo que me llamó por teléfono para decirme que su mujer había entrado al paritorio, atacado de los nervios. Cogí el coche y allí me planté, para estar un rato con él, en ese momento. Afortunadamente, todo salió bien.
Aquel día no estaban para muchas visitas, pero unos días después, cuando estuvieron más tranquilos, me volví a acercar para verlos y conocer a mi sobrino postizo. ¿Qué se le regala a una madre que acaba de dar a luz? Las flores siempre son algo muy socorrido, que le gusta a todo el mundo, y que alegran la vida (a menos que se tenga algún tipo de alergia, por supuesto).
El día que nació el niño, vi desde la carretera una floristería enorme justo enfrente del hospital. Así que lo tenía fácil. Aparqué el coche por allí y entré en el negocio. O más bien me adentré antes de poner un pie dentro de la tienda. Las plantas las tienen expuestas ya desde fuera, ocupando todo el frontal del negocio. Qué cantidad de macetas. El interior del local es oscuro y fresco, amén de enorme. Dentro hay una cantidad de flores y plantas tremenda. Ramos, adornos, centros de mesa… en todas las formas y colores.
Y ahí estaba lo que yo buscaba. Un adorno típico de los que se regalan a un bebé cuando nace, con su globo, pero decorado con flores. Un regalo súper original, y que se sale un poco de la norma. Genial pues. Aunque me salió por un pico, la verdad es que el regalo triunfó. Todo sea por tener contentos a los amigos.