De los mismos dueños que el Capricho, ubicado a pocos pasos de este local, tenemos un bar de cosas donde terminar con un gin tonic la noche, en especial, porqué te dan un vale para que la copa te salga a 3 €, lo cual, es ya bastante acicate para pasar por allí. Si a eso le sumamos que el Capricho tiene un servicio espectacular, que remedio, habrá que entrar. El interior es correcto, ninguna locura pero ninguna en el mejor sentido de la palabra, ni por exceso no por defecto, digamos que neutro. Fuera dispone de una terraza donde disfrutar de la brisa de la avenida, la cual he de decir que es más que apañada, con lo cual pasar ya merece la pena. Como decía antes, la experiencia del Capricho se repite con su atención al cliente, genial y cordial, y si a eso sumamos buenas copas, pues perfecto. Sólo le pondré una pega, y por eso se queda en 4 estrellas, su carta de cócteles es corta y no muy innovadora, es lo único que me gustaría que mejorase, por lo demás, genial
MIRIAN R.
Classificação do local: 3 Sevilla
Siempre me preguntaba cómo sería Sarau por dentro. No es un sitio que me pille de paso, sin embargo, lo veo a menudo de lejos con esas letras naranjas. Ya he estado allí, y puedo decir que es un sitio acogedor. Tiene dos plantas, una la cafetería-pub por excelencia y la otra la sala de conciertos y actuaciones. La planta baja está llena de sillas, mesas y algún que otro sofá. Cada mesa tiene su vela y entre eso y la escasa luz que hay, el ambiente se vuelve mas íntimo. Las bebidas a destacas, son cómo no, los cócteles por 5 euros y también los granizadas con alcohol, los helados y los batidos de helados, por unos 4 euros, mas propios para días de calor. La música de fondo es regulera, porque lo mismo te ponen música actual que otra del año de la polca. La parte de arriba tiene su escenario y se abre de jueves a sábados que son los días de las actuaciones. Éstas suelen empezar a las 10 de la noche y aunque lo que más hay es flamenco en directo, también puedes disfrutar de monólogos, R&B y otros shows. Antes de que comiencen las actuaciones, se empieza a llenar el local. La edad media supera los 30 años.