Un lugar con locales de ensayos que se convierte en sala de conciertos, de esos sitios que parecen que tienden a desaparecer y que son tan necesarios para que haya una oferta musical alternativa en Sevilla. Con una decoración «especial», tiene una pequeña barra donde beberse algo a buen precio. La única pega es que se encuentra en el polígono Calonge. Por lo demás solo desear que abran más lugares como este.
Lucia V.
Classificação do local: 4 Sevilla
Pequeña sala de conciertos, sala de ensayos, pub… escondida en una calle perdida(perdidísima) en el Polígono Calonge, cuesta llegar a ella si es la primera vez(di unas cuantas vueltas al polígono antes de llegar a ella). Allí se pueden ver conciertos de heavy, rock… o escuchar música poco accesible en otras salas de Sevilla. El ambiente es oscuro, muy oscuro. Tal vez porque mi primera vez han sido para ver conciertos heavy. No hay mucha gente por allí, aunque en Sevilla hay pocos lugares dedicados a este tipo de música, imagino que por la ubicación. De precios está bien, ½ pinta a euro y medio, tercios algo más caros, pero dentro de lo que son los bares de marcha y demás, pues bien. Los baños están bastante mal, atascados hasta arriba porque no tienen agua y tiramos, me incluyo, los papeles donde no debemos, pero si vas con cuidado, no hay problema. Tampoco hay tanta gente como para que se desmadre mucho la cosa.
David F.
Classificação do local: 4 Sevilla
Sala de conciertos ubicada en el Polígono Calonge, donde está actualmente la otrora Sala Q. Lo peor de esta sala es la ubicación porque tienes que ir en coche o confiar en el transporte público, lo mejor es que no hay problemas con el sonido y con los estrictos horarios que tienen que cumplir las salas ubicadas en el centro de la ciudad. El escenario tiene un toque original al estar recubierto de tablas de madera, y además al hacer check in en Unilocal te regalan una cervecita. Para ver a tus grupos favoritos está genial, y si consigues que te lleven, mejor.
Pedro R.
Classificação do local: 5 Sevilla
Conocido como ‘El Holandés’ y su furgoneta, esta pequeña sala de conciertos situada en el polígono calonge es uno de esos sitios en extinción. Un pequeño proyecto llevado a cabo por Pedro y Manu donde ponen toda su energía. No hay problema de ruido ni de tiempo a la hora de tocar y mucho menos al aparcar. Su único inconveniente es la situación, algo alejada del centro de la ciudad. Pero suplen todo ello con el apoyo a la música underground y el cariño al hacer su trabajo. Nunca te pondrán impedimentos y siempre te ayudarán en todo lo que necesites. Es más, si hace falta el grupo que toque en la sala puede dejar el equipo y recogerlo al día siguiente e incluso puede dormir en la propia furgoneta. Además de todo ello cuentan con varios locales de ensayo y un pequeño bar donde beber algo a precios populares. Una pequeña joya en la ciudad Sevilla.
Iram Amor M.
Classificação do local: 4 Madrid
Su nombre original es Der Fliegende Holländer pero a ver quien es el chulo que lo dice así y logra que lo entiendan. También es conocida como«la julander». Sea como sea el nombre, El Holandés Errante es una asociación cultural que tiene su sede en una nave industrial del polígono Calonge. Allí hay locales de ensayo para grupos de música. Los locales, que están muy apañados, se pueden compartir con uno o dos grupos. Además, los fines de semana por la noche organizan conciertos. Después de una temporada cerrada por reformas, «la julander» ha vuelto a la actividad. Pronto te enterarás de los próximos conciertos.
Priscila G.
Classificação do local: 4 Sevilla
El Holandés Errante es todo un punto. Es una asociación cultural sita en una nave industrial, lo cual presenta muchas ventajas. Puedes aparcar sin problemas, puedes hacer ruido sin problemas, etc. Esta asociación cuenta con locales de ensayo que les vienen bastante bien a los que vivan por la zona. Además, organiza conciertos y pinchadas que también son bastante interesantes. Aunque admiten grupos de todo tipo, es cierto que lo normal es encontrarse a los más «macarrillas» por allí. Y hablando de «macarrillas», la última vez que fui, era asistiendo al concierto de despedida de un grupo de colegas que dejaban de tocar juntos por un plazo de tiempo indefinido. No sé ni cuántos botellines me pude beber viendo ese concierto tan«sentío». Estuvo genial y sonó genial, aunque lo diga con poca objetividad. El que va, suele repetir(sea el grupo amigo tuyo o no). La caravana que tenían como atrezzo tras el escenario es para muchos toda una institución. Y aunque el lugar ha estado casi dos años cerrado por una multa, hace poco que ha abierto de nuevo sus puertas para el deleite de sus habituales.