Pulpo y Aparte

Un local que se reinventa sobre sí mismo, que ya tenía solera en el barrio y sin embargo vuelven a cambiarle el nombre, abren unos enormes y luminosos ventanales en su fachada y… pues mejoran lo pesente:
Han dado peso a la zona y carta de tapeo, mientras que antes casi todos sus platos eran a base de raciones. Igualmente la temática abandona la prevalencia gallega para ser más castellana. Cola de toro, carrilladas, morcillas exquisitas sin dejar de lado su estupendo Pulpo a la Gallega que le dió nombre antaño al negocio. Recuperando «El mesón del Asador», quizás sea un guiño para que percibamos el cambio de rumbo.
En fin, para nosotros se ha convertido en valor seguro para comer en la zona, con el plus de que abren incluso en los días más «festivos», permitiendo almorzar abundantemente a base de unas ricas tapas y extensa carta de vinos.

Comida muy rica. Obligatorio pedir pulpo freira, y probar la morcilla, impresionante. Sin duda es un sitio a tener muy en cuenta si estás por la zona y quieres comer decentemente.

Pulpo y más comida gallega para todos los públicos (carnes y pescados). Tiene una buena terraza y el interior es espectacular, con la cocina totalmente visible por los clientes.
De la carta, aparte de obviamente el pulpo, destacaría el estilo de las patatas fritas que acompañan a las tapas, cortadas redondas, algo más blanditas por un lado, algo mas crujientes por otro, ¡riquísimas con salsa de bravas!
El precio medio de la tapa quizá es algo superior a la media (3.20 € la tapa), pero en la mayoría de los casos merece la pena.

Situado en la calle Sinaí en el local que hasta no hace mucho era El Asador, encontramos este sitio que, como su nombre indica, está especializado en pizzas… eee…no, va a ser que no :-). Su especialidad es muy evidente, por su nombre, por su logo pero sobre todo por lo delicioso de su pulpo.
Mi familia y yo fuimos un soleado domingo de otoño y encontramos sitio en los veladores sin problemas, la atención del camarero fue rápida y cordial en todo momento y nos asesoró estupendamente sobre las dudas que teníamos respecto de la carta.
Pero como de darle al cefalópodo fuerte y flojo se trataba, lo tomé cocido en dos formatos: A la gallega de toda la vida acompañado de un plato de cachelos (patatas cocidas) delicioso con un pimentón picantito pero no excesivamente y regadas con un aceite soberbio; y en una tapa llamada «tosta gallega» sobre media pieza de pan gallego, láminas de queso de oveja y sobre éstas, rodajas de uno de los pulpos más tiernos que haya probado, todo ello con aceite de oliva. La «galleguez» de la tapa se ve un poco mermada por que en la carta la anuncian con queso de tetilla y el que tienen es de oveja pero… la verdad… sigue estando deliciosa.
A mi niño le pedimos huevos con patatas y chistorra muy ricas (sí le robé chistorra al niño, pero fue sólo por hacer esta reseña más completa :-P)
De segundo plato un entrecot al punto muy rico y que nos trocearon para que todos pudiéramos picar.
De postre torta gallega también rica si bien nada es comparable a la calidad del emblema de la casa.
La relación calidad precio me pareció adecuada y el tamaño de las raciones muy correcto. En resumen, por trato y calidad sin duda repetiremos visita en otra ocasión que queramos pulpear a base de bien. :-)