Pasaje Dos

#Lunes de reseña
Este bar queda bastante cerca de casa y la verdad es que es normal verlo con bastante gente, sobre todo en los desayunos. La verdad es que siempre me ha llamado la atención los jamones colgando del techo a lo largo de la barra y el peligro que tienes de que te caiga alguna gotilla de grasa ¬¬ Alguna vez que he ido a tomar una cerveza he mirado primero al techo para ver si había peligro o no :)
Para tomar una tapa no está mal, pero la verdad es que el otro día lo probé en el desayuno y la tostada con jamón estaba bien buena. El café no mucho (lo cuál para mi es casi fundamental) pero en esta ocasión la tostada me sorprendió bastante. Así mismo, si te apetece algo más dulces tienes la opción de churritos :)
Tienen bastantes mesitas fueras y el lateral da a un callejón por el que corre fresquito y se está a gusto.

El Bar Pasaje Dos abrió hace poco en el antiguo local que ocupaba el Oh la la!, y la verdad es que ha supuesto una mejora a lo que había, si no en precios, al menos sí en el tipo de comida y en su calidad.
Este bar-​restaurante es una expansión del conocido bar El Pasaje, situado un poco más adelante en la misma calle Luis Montoto. Tiene buenos platos de carne: he probado el solomillo «al Pasaje» y la presa ibérica, ambos exquisitos y acompañados de patatas panaderas (el solomillo, además, con sus buenas lonchas de jamón serrano). Parece que también son expertos en huevos revueltos, con jamón o chorizo. Muy ricos también.
A pesar de eso, demasiado elevado de precio: los 15 euros del plato de carne tienen un pase (aunque tampoco es que fuera mucha cantidad), pero los 13 euros por revuelto me parecen excesivos.
Si trabajas por la zona o tienes algún conocido en Santa Isabel, quizás sea buena opción por cercanía. Yo al menos si no es por eso no pararía aquí para comer, pero ya digo que no por calidad sino por precio.

Aquí tienen un jamón (creo que altas cumbres) excelente lo demás esta muy bien queso langostinos etc etc pero sin lugar a dudas el jamón es espectacular

Fantastico local y muy rico el desayuno… ademaaas es tienda de embutidos, pasteleria y panaderiaaaa… un acierto en lo que llaman el corazon financiero de Sevilla.
Cerquita de El Corte Ingles le auguro muchos chocolate com churrros servidos esta Navidad

Este bar me pilla cerca de casa de mi amigo Ángel, y muchas mañanas cuando quedamos pronto y tenemos hambre desayunamos en su terraza.
Este bar de barrio, exteriormente no dice nada (al menos nada bueno) porque tiene un rollo viejuno que pide a gritos un plan renove. Pero cuando hay gente,…, normalmente es por algo. Ese algo es el jamón y el aceite que impregnan sus tostadas mañaneras y hace que se te pongan los pelos pelos de punta y despiertes. Vamos que mucho mejor que el sorbito de café (caféína incluida). Me da hasta repelús pensar en lo bueno que esta el jamón (y eso que lo estoy dejando).
No he comido nunca en este sitio, y tampoco me he fijado como se pone por la tarde, porque tiene cocina y ponen raciones, pero por la mañana es un hervidero de café, tostadas y gente.

¡Virgen santa cuánto jamón! ¡Viva Huelva y su serranía!
Y venga jamones colgados del techo, aquello parece un museo. ¿Me caerá la gota? Sería muy bueno presentarme a las 8 de la mañana con la gota de grasa en la frente, y ahora manos a la obra con este trabajo tan interesante…
Desayuné aquí una mañana muuuy temprano en la que viajábamos a Málaga para conocer la lonja de Vélez-​Málaga. Salí de casa sin desayunar, pero mientras esperaba a mis acompañantes, decidí que si el café hace efecto a las 5 horas, cuanto antes mejor. Y claro, en medio de tanta pata grasienta colgando, es inevitable no caer. El camarero fue súper amable.

El bar Pasaje de Oriente es uno de esos sitios que parecen no cerrar nunca, pues pases a la hora que pases, siempre está repleto de gente, tanto el salón, como la barra o las mesas exteriores, en la calle. Para mí es ésta la mejor ubicación posible, ya que te permite observar un auténtico espectáculo para los sentidos: decenas de jamones ibéricos colgados del techo que anuncian el producto estrella de este local.
Precisamente es el jamón, sobre todo el de Huelva, su mayor reclamo. Recuerdo que una vez me contó uno de los camareros que pueden llegar a cortar hasta ocho o nueve piezas al día, que ofrecen a los clientes con las tostadas del desayuno, como tapa y en algunos platos de su carta, como los huevos con jamón y papas fritas, que por cierto, están de muerte. Aunque personalmente, y si no pido jamón, mi plato preferido aquí es el solomillo al whisky, que lo cocinan exquisito. También suelen preparar cada día un tipo de arroz distinto, que te lo puedes pedir como ración o tapa.
Yo prefiero comer fuera porque soy fumadora, aunque la única pega es que, al ser la calle tan estrecha, a veces el ruido y los humos de los coches resultan un poco insufribles. Lo mejor es ir bien temprano un sábado por la mañana y pegarte un homenaje de desayuno, a base de buen jamón, sentado en los taburetes altos, junto a la puerta del local y más alejado de la carretera.