Ochoa

Esta pasteleria cafeteria deja mucho que desear la verdad.
Es la primera vez que veo un sistema de wc tan «rata», para poder entrar en el baño tienes que consumir y en el ticket de consumición va una clave para que puedas acceder al baño.
Sino, no entras.
Entiendo que en algunos sitios te miren con cara-​rara, porque vayas directamente al baño…pero lo de la clave está pasado.

La Confitería Ochoa podrá disfrutar de todo el nombre y la antigüedad que quiera, podrá pensar que es de las más tradicionales y famosas de Sevilla y disfrutar de los mejores sitios. Pero los precios se les ha ido de las manos.
Ni me paro a enjuiciar lo que cobran por cafés, batidos y demás (cobrarán lo que queramos pagar), pero la experiencia vivida ayer es digna de que perdure.
Mi mujer pide un batido helado y le solicita que le ponga nata por encima. La camarera extrañada (no era tan rara la petición) nos dice que eso va aparte del precio. Bueno, tampoco creo que tenga problema para llegar a fin de mes por la nata (aún me reía)
Al llegar la cuenta, me veo que han cobrado por un apretón del bote de nata 2,25 EUROS!!!
En fin Ochoa, que se te atragante todos los bollos posibles, aquí uno que no vuelve.

Raro es que encuentre un sitio tan decepcionante como la confitería Ochoa. Podría hacer como normalmente y cuento las experiencias acompañadas de información, hoy la voy a relatar. Os pongo en situación.
Entramos a tomar un café y una palmera, Ochoa está hasta la bandera. Será bueno, pensé después de que mi amigo decía que quería ir allí. Y todo hacía pensar que sí, varias plantas de local en pleno centro, lleno hasta arriba, muchas familias dentro… En fin. Prometedor.
Subimos a la segunda planta porque la baja estaba llena y nos sentamos en una mesita pequeña que aún no habían limpiado, esperamos… Y seguimos esperando, media hora esperando a que nos limpiaran la mesa mientras hablamos. Le hacemos una indicación al camarero, que nos ignora. Hasta que le decimos que por favor limpie la mesa y nos atienda. Nos mira de mala gana y manda limpiar la mesa. La limpian y otro tanto de espera para que nos tomen nota. Nos lo traen, nos tomamos el café, solo regular. Pagamos y otra sorpresa. UN EURO CON SESENTA CÉNTIMOS EL CAFÉ. Ni siquiera medio normal. Carísimo para un servicio que no merece la pena.
Es una pena que un local con tan buena pinta fuera tan sumamente decepcionante. Y es que a veces los sitios no son solo el nombre.

A little bakery with lots of coffee options.
The place gets very busy but keep your eyes open for a table and you can just sit right down wherever.
Service was pretty prompt. You can either have the regular menu or go up and choose a pastry that you’d like and then they’ll bring it out to you. We arrived after 4 p.m., which is when they stop serving their menu, so we got drinks and my sister got a little roll with some sugar on it.
She said she liked the roll and everybody else around us seemed to be enjoying their food as well. The desserts looked pretty delicious.
Reminds me of a simple coffee shop/​bakery to take a load off in the middle of the day.

Esta pastelería es de las tradicionales. Con mucha solera y muchos admiradores (sobre todo mayores de 40 años). Al ser un pelín cara solo voy para darme un homenaje de vez en cuando (alguna merienda o desayuno especial).
Merecen la pena sus pasteles (el de chocolate es brutal) y su bollería (la caracola de fruta, las trenzas o las palmeras de huevo). Si vais a merendar, os recomiendo que pidáis un batido.
También tienen aperitivos salados para llevar. Estos no los he probado pero deben estar buenos ya que siempre hay cola para comprarlos.

Sitio mítico donde los haya en Sevilla conocido por sus pastelitos. De los mejores pasteles que hay en Sevilla. Situado en el centro es un sitio de paso obligatorio cuando paseas por el centro visitando la catedral y la giralda.
Si que decir que tienes que ir con calma, porque siempre hay cola en cualquier momento que vengas y el servicio un poco lento. Pero merece la pena la espera!!!
Que lo disfrutes :):):(

Me gusta mucho menos este Ochoa que el de Los Remedios. Supongo que en parte es porque después de quemarse perdió el encanto de sitio viejuno para echarse a perder con una reforma un tanto hortera.
A pesar de eso, los pasteles están ricos, como sus bollitos de leche, sus brioches o sus trenzas. También están ricos los sandwiches mixtos y sobre todo los batidos de helado. Puede ser una buena opción para merendar, pero en la zona hay desayunos mucho mejores, con un pan mucho más rico y a mejor precio.
En fin, que si te achucha la nostalgia de las meriendas de señoronas en el centro, puedes venir, pero es uno de los casos en los que la pérdida de viejunismo juega en su contra.

La Confitería Ochoa es de las pocas que podemos encontrar en la calle Sierpes, una calle que siempre está llena de gente y que tristemente no tiene prácticamente cafeterías para poder disfrutar de un rato de descanso entre tanto ajetreo. Al final de la calle, cerca de a Plaza Nueva, hay alguna que otra cafetería o algún restaurante, pero están centrado en el turismo y un café puede costarte unos 2 €.
En mitad de la Calle Sierpes, en un local envidable y bastante grande, se encuentra la Confitería Ochoa. Recién remodelada, tiene una fachada y una entrada muy bonita. Pero todo cambia al entrar. Por mucha reforma, el estilo setentero no ha desaparecido. Lo que sí han desaparecido han sido los precios de los 70. La confitería ofrece un gran número de pasteles, pastas y dulces distintos, aunque algo caros. Al menos están bastante buenos y no son bollería industrial, pero por un café y un croissant acabas pagando 4 €. Los desayunos rondan el mismo precio, pero tiene algo maravilloso y es que al tener tantos tipos de pan puedes elegir el que quieras.
La confitería está considerada algo pija aunque en realidad no lo es para nada. Sí que es cierto que al tener los precios un poco más caros se han adueñado de Ochoa las señoras mayores y las familias. Es muy raro ver a jóvenes dentro tomándose un café. Creo que hemos optado por pegarnos un paseíto, terminar la calle y buscarnos otra cafetería. Es una pena.

Ochoa perdió todo el encanto estético que tuvo tras el incendio que sufrió hace ya bastantes años. Era una cafetería de las de toda la vida, de esas tan habituales en Madrid y por desgracia tan escasas en Sevilla. Para una que teníamos, la perdimos.
El establecimiento resurgió de sus cenizas –nunca mejor dicho– y siguió ofreciendo lo que siempre había ofrecido: desayunos, meriendas, comida para llevar… Todo ello en un marco más impersonal, pero qué le vamos a hacer.
Si vais a Ochoa comprobaréis que la media de edad de la clientela sobrepasa los 50 años (creo que soy incluso generoso); pero eso, al menos para mí, es lo de menos. En pocos sitios en el centro se merienda como allí; los pasteles son buenos pero lo que manda en esta rancia casa son los batidos de helado, siguen estando impresionantes, en especial el de vainilla. Solo hay un par de peros: el primero que a veces se les va la mano con el caramelo y el segundo, que de barato nada.
Respecto al tema del servicio, un consejo: siempre es mejor sentarse, si podéis, en la parte que da a la barra; a veces se olvidan de que existen las mesas que dan a Sierpes.

Coincido plenamente con Mirian en que el servicio en Ochoa es horrible, lo cual es penoso teniendo en cuenta que es caro sin paliativos. Pero yo añadiría que la calidad de sus productos tampoco es mucho mejor. Las dos veces que he entrado han sido de ésas en las que vas de tiendas y necesitas sentarte porque ya no puedes con tu vida. Ambas ha dado la casualidad que he ido con mi madre y, si ya me parece mal que a la gente joven nos sirvan con desdén y cierta superioridad en ciertas cafeterías caras que lo hagan con una señora como es mi madre me cabreó muchísimo.
No merece la pena lo mires por dónde lo mires. No he llegado a probar los batidos helados pero si ni siquiera sirven bien un café pues como que no me he atrevido porque el probar no es barato precisamente.

Si te gustan los batidos de helados con frutas elaborados artesanalmente, tienes que pisar la Confitería Ochoa. Nunca los he probado mejores. Ahora si eres golos@ también tienes donde elegir, la variedad quita el sentido pero a la hora de pagar probablemente se te quiten las tonterías. Por lo menos a mí me resultó caro.
El sitio es amplio y suele tener siempre gente, sobre todo personas de edad avanzada. Para mi gusto el servicio es lo peor, lo que perjudica a este local con tanta fama en Sevilla, pero la realidad es que tardan mucho en atenderte y cuando se lo recuerdas parece hasta que se molestan.

Un lugar tranquilo
Un establecimiento muy tranquilo, donde puedes pasar la tarde con los amigos o celebrar algun evento especial porque dispone de unos grandes salones. Se encargan de confeccionar comida tipo catering para eventos de empresas. Gran calidad en todos sus productos y mucha rapidez en el servicio.

El famoso establecimiento sevillano OCHOA-​SIERPES
Una famosa cadena de restaurantes sevillano donde destaca la amplitud de sus salones, a parte de las variantes que ofrece: cafetería, pastelería, restaurante-​comedor (donde poder celebrar comuniones y bodas). Un local con tradicion y calidad.

LA TRADICION DE LO BUENO
Desde que era una niña sigo la tradición de mis abuelos y mi padre en reconocer a Ochoa como la pastelería de mas calidad de Sevilla. Comprar pasteles de Ochoa era una ocasión para festejar u obsequiar a alguien. Nunca olvidaré las tardes en las que me llevaban a merendar un sándwich y un batido de helado de fresa. Es un lugar que me encanta.