Caracoles. Caracoles. ¿He dicho que aquí se toman caracoles? De hecho, tanto es así, que cuando no es temporada no piso este lugar en el resto del año, pero cuando llegan los cornudos hay que pasar por aquí al menos una vez para catar cómo están. Este año ya he venido y los caracoles vuelven a estar ricos. El año pasado me gustaron más, pero cuando el bar está siempre hasta las trancas de gente será que tienen ese algo que los hace especial. Yo me bebí hasta el caldito. Por lo demás, si no vienes en época de caracoles, esta reseña no te va a servir de nada, pues no tengo datos :)
Javier M.
Classificação do local: 3 Sevilla
De los mejores caracoles y cabrillas que puedes comer. El resto de tapas también están buenas, pero quedan eclipsadas por la tapa estrella. Las croquetas están geniales con ese punto a hierbabuena. Ponen mesas altas en el exterior, pero tienes que estar de pie y hay día que no se puede entrar.
Lucía V.
Classificação do local: 3 Sevilla
En la barriada del Cerezo la crisis se nota seguramente más que en otros lugares. Lo comentan los fruteros, los carniceros, los ferreteros… y los camareros también. Aunque en Sevilla, y eso es extensible a la Macarena, a muchas cosas tiene que renunciar uno antes de privarse de una cervecita. Y así estamos, sobreviviendo y capeando el temporal, pero si lo hacemos encontrándonos con los amigos frente a un chatillo de vino y unas avellanas, mejor que solos, ¿no os parece? Eso debían pensar los vejetes que ayer me abordaron nada más entrar en esta cervecería que, por lo general, debe estar llena de hombres en bastante mayor proporción que de mujeres. Con simpatía y descaro, con manda el carácter local, se asombraban y no llegaban a entender muy bien para qué quería yo saber el horario y teléfono de «su bar»(en este momento sentía como si hubiera entrado en la salita de estar de alguno de ellos y me hubiera sentado en la mesa camilla sin preguntar). Pues entré porque allí sirven los mejores caracoles de la Macarena(y de Sevilla entera! coreaban algunos). Y no quería dejar pasar esta oportunidad de contaros el secretillo, por si en verano os daïs una vuelta por aquí.