Forma parte de esos imprescindibles en la calle Feria. Es una cafeteria-confitería de toda la vida, con sus sillas de tubo negro y mesas a juego(ya sabéis las que os digo) El ambiente es muy tranquilo y el servicio agradable, te hacen ver que estás en tu casa. Forma parte de esas cafeterías que recuerdas donde van las señoras –unas veces más arregladas que otras– a tomarse su cafelito y dulce el domingo por la tarde. De precios está un poco por encima de la media, hay ofertas más económicas por la zona, pero ya se sabe la solera se paga. Ahora va lo más impactante de todo y el motivo por el que si no la conoces no puedes dejar de ir: sus palmeras. ¿creías que sólo las había de chocolate y yema? grave error… el mundo de las palmeras en esta pastelería es casi infinito… de Ferrero, de Chocolate, de Galleta(sabe a natillas), de color rosa… y un largo etcétera que es mejor que lo descubras por ti mismo. Ya sabes, si estás por la zona de la Alameda y te apetece merendar una buena y diferente palmera, te están esperando todas(aunque la indecisión sea un problema una vez allí)
Eduardo C.
Classificação do local: 4 Sevilla
¡Hola! Justo al lado de la cafetería Montesión vive un amigo y cuando voy a su casa me tiene preparado un dulce de hojaldre con cabello de ángel, él no sabía que el cabello de ángel no me gusta, después de probarlo cambié de opinión con respecto a éste. Mi amigo me comentó que tienen palmeras de muchos tipos, además de las de chocolate o huevo tienen palmeras de sabores de natillas con sus galletas, crema pastelera, yema tostada, chocolate como el de los ferrero, pastelito rosa, etc., y puedo asegurar que están ricas ricas. Alguna vez he ido y comprado una bandeja para regalar, me han hecho quedar muy bien. No soy dulcero, así que tienen que estar buenas para que quiera compartirlo con vosotros.
Isabel P.
Classificação do local: 4 Sevilla
Buen pescaito de calidad muy bueno. Los precios son por cuartos de kilo pero tambien se puede pedir minimos. En comparación con otras freidurias por el casco antiguo me parece precios razonables. Lo mejor es que también tienen navajas, hoy dia dificiles de encontrar. Aconsejo los chocos, calamares y boquerones.
Alfonso G.
Classificação do local: 1 Sevilla
Los precios no rondan los tres euros el cuarto, sino los seis; así que de barato, nada. Los chocos y los calamares, ni para los gatos. Así que mejor pasar de largo
Enrique H.
Classificação do local: 4 Sevilla
No tenía ni idea de que existía una cafetería de este tipo en la zona hasta unos meses después de empezar a salir con mi novia. Entre paso y paso de la Macarena me propuso ir allí a desayunar una mañana de Viernes Santo; no pudimos porque estaba cerrado, pero ya me quedé con las ganas. Algunos días después fuimos a tomar café una tarde y la verdad es que me sorprendió bastante; no lo esperaba así sino mucho más pequeño, o al menos más incomodo de lo que es. Y es que si por algo me gusta el Horno Montesión es por lo acogedor que resulta. A un lado queda el mostrador con los pasteles seguido de la barra y al otro varias mesas, en las que sentarse a desayunar o merendar. Decoran la estancia varios cuadros y posters con las devociones del barrio. Su café es bueno y sus tostadas no se quedan atrás, pero a mí la verdad es que me gusta más ir a merendar –un pastelito, un merengue, una torrija llegada la época…- las tardes de los domingos, siempre más tranquilitas que otras. Si tenéis que citaros con un amigo que hace tiempo que no veis, o simplemente os apetece pasar un rato relajados charlando con vuestra pareja o con un familiar, al final de la calle Feria tenéis el lugar más indicado: el Horno Montesión.
Paco P.
Classificação do local: 3 Sevilla
Suelo ir a desayunar de vez en cuando a la mítica cafetería que está al final de la calle Feria casi en la Resolana. En apariencia es una confitería pastelería sin mas. La diferencia la marcan para mi gusto sus espectaculares desayunos por la diferente oferta de tipos de pan a la hora de elegir tu tostada, el café es mas que aceptable, ambiente cálido y familiar. Señoras medio legañosas y medio empijamadas combaten el sueño mientras dan vueltas al café, sumidas en un bostezo del que se sale un: Ay, esto es horroroso! A modo de reclamación sin destinatario, como un: «Al viento le digo» que momentáneamente capta la atención del personal, enganchando a la atareada camarera que responde: «La verdad es que si hija», El bufido de la cafetera es la Obertura del primer acto de la historia que va a cantar la soprano de la bata. Mientras, un servidor, ojea el periódico o mira los numerosos souvenirs semanasanteros que pueblan las vitrinas de la cafetería y que están a la venta, llaveros, cosas de esas para el retrovisor con un cristo doliente, dedales con la Macarena, un mini museo de los horrores no exento de interés, al menos para los curiosos. Cunado paso estos ratos en la ciudad alucino con la diversidad entre las galaxias que componen el universo femenino.
Jesus v.
Classificação do local: 3 Sevilla
Salimos por el barrio con ganas de pescaito frito, nos acordamos de lo que yo denomino la «freiduría del barrio», esta recientemente inaugurada. Mucha gente en la puerta y el caso que lleva un mes abierta, es raro ya que esta rodeada de bares con solera como es el vizcaíno, la bodeguita de Pepe y el yerbabuena, pero como sabéis el pescaito tira mucho. Juntamos unas mesas y nos sentamos todos. El muy bien frito con la aceite muy limpia, pedimos chocos fritos, adobo y croquetas me encantan me recuerdan a mi infancia, siempre acompañado con una cerveza fría El precio muy bueno rondando los 3 euros el cuarto de kilo. Es un gusto comer allí pescaito frito, sentado en esa calle tan concurrida como es la calle feria, que se esta convirtiendo en la zona gastronómica del centro de Sevilla, donde mas bares hay por metro cuadrado, invita cada vez que quedas para comer a ir a esta zona por su gran variedad y su buena calidad de negocios.
Clara M.
Classificação do local: 3 Sevilla
El otro día pasaba yo por aquí a la hora de la cerveza, y acompañada de camaradas cerveceadores, y propuse el bar. Había leído al pasar que era freiduría, y soñaba yo con unas patatas bien fritas y calentitas, como las de las freidurías veraniegas de infancia. Cuando nos acercamos a la barra, bastante concurrida para ser un local nuevo(una que se alegra) observé con horror que no vendían patatas fritas. Vale, lo entiendo, no estamos en la costa onubense sino en el centro sevillano. Bien. Bueno. Así que pedimos adobo para desquitarnos, y estaba bastante bueno, con un aliño más bien suave. La cerveza, bien fría. Otro fichaje para la calle Feria, que se hace más imprescindible cada día.