Decía Ogilvy que sólo hay una primera vez para causar una buena impresión, y este local la ha desaprovechado. Las empresas apostando por el 2.0 y otras… La chica hacía su trabajo con el ‘perdona, mi jefe no deja hacer fotos’ pero ya era demasiado tarde. Hecha y subida. Local de aspecto elegante, para darle algo de glamour a la zona donde se ubica. Tartas y cupcakes de pego para decorar… Atención cortante después de la frasecita y pasteles de aspecto precocido, como el pan. Apuntaban maneras sus cronuts y me decanté por el «ladrillazo», hojaldre y nutella con topping de chocolate, que acabo de tocar al sacar del papel y creo que hace honor a su nombre: duro. Es por ello, que si paso por allí de nuevo, iré a Polvillo, que tienen gran variedad de panes en ofertas, chacinas y dulces. Decepción total.