Seguramente cuando esta cafetería era aun joven y tenía toda la vida por delante alguien le preguntó: — ¿Qué quieres ser de mayor?. Y ella, hinchando el pecho(todo lo que pueda hinchar el pecho una cafetería) respondió: –Quiero ser una cafetería. -¿Una cafetería? ¿Solamente? –Ummmm bueno, y pasteles. También tendré algunos pasteles. Una cafería de estilo clásico, donde confluyen a diferentes horas los clientes habituales de este tipo de locales(esto no es Starbucks): trabajadores/as apunto de entrar en su puesto de trabajo(o en su descanso), jubilados/as, amas de casa(y algún amo de casa seguro que también)… y personas que simplemente quieren disfrutar de un café en un sitio tranquilo sin muchas mas pretensiones que relajarse y llenar su cuerpo con una dosis de caféína(y si cae un pastelito, tampoco está de más). El ambiente es muy tranquilo, y está acompañado normalmente por música de fondo. ¿El servicio? Pues bastante bueno y cordial(el habitual para este tipo de negocios). Eso sí, no pidas cafés mas allá de los más típicos y castizos… simplemente por que no los encontrarás. Esta es la historia de una cafetería, que solo quiso ser una cafetería.
Javier M.
Classificação do local: 1 Sevilla
Servicio nefasto. Pides un café crema y te discuten como hacerlo. El agua sucia y este café es lo mismo. Pero la camarera, encima te discute. Le pides que corte el café para que sea crema y continúa echando agua. Los pasteles, lo normal de cualquier pastelería. No volveré ha este sitio.