La Flor de Toranzo

Me gusta, sí. Un sitio con solera, con buen producto, buena localización y buenos precios. Sin embargo, es difícil que le pueda dar 5 estrellas a un bar con la poca variedad de La flor de Toranzo. Tampoco creo que se gane mis 4 estrellas porque no soy un admirador, pero sí que le pondría 3’5 si se pudiera.
Es un bar rancio en el buen sentido de la palabra. De esos que te colocan en las guías de 50 cosas lugares que visitar antes de morir para ser un sevillano auténtico. Decoración taurina. Espacioso en su interior y con unas mesas agradables en su velador exterior. Su servicio es excelente. Respetuoso con el cliente, atento y rápido.
Es un sitio que vale tanto para tomarte una cerveza o un vinito rápido en tu paseo por el centro, como para quedar con unos amigos y empezar la noche. Su carta no es muy extensa. Chacinas, montaditos y alguna que otra tapa. Eso sí, de gran calidad.
No he probado sus chacinas, pero tienen una pinta excelente y la gente habla maravillas de ellas. También destacan tapas como su bloque de foie o el rollito de jamón de york y anchoas. Pero si hay algo en lo que son realmente los reyes, es en la elaboración de montaditos. Tiene mucha fama de anchoas y leche condensada, una mezcla muy extraña que dicen que sabe bien. Yo soy fan del de roque y chorizo picante. ¡Delicioso! Te los sirven en papel de estraza. Más auténtico imposible.
Una buena opción para tomarte algo por el centro.

Un sitio tipiquísimo para tomar unas tapas de pie, de camino a otro sitio, de verdad «tapeando».
Es difícil equivocarse eligiendo de la carta porque todo es de mucha calidad, y siempre hay quien todavía no ha probado las anchoas con leche condensada :)

Good sandwiches and cold beer. The usual Seville fare but tasty. Service is efficient once you order, however you really have to chase them for attention (the staff seem more interested in their iPhones vs working — which seems pretty common in Spain). All said I’d stop here again for a quick bite.

Un valor seguro en toda regla, uno de los top ten del tapeo clásico sevillano, aunque sean de origen cántabro, al que llevar a tus amigos de fuera para que picoteen de pie como mandan los cánones del tapeo sevillano, viandas sencillas pero de muy buena calidad: sus montaditos estrella como el de anchoas con leche condensada, el de lomo con manzana o ese bloc de foie tan exquisito que sirven.
Me encanta contarle a mis amigos la historieta de este lugar cual abuela cebolleta, metiéndole romanticismo a saco, como que muchos de aquellos pasiegos que vinieron desde el norte a trabajar en la construcción de la Expo del 29, se enamoraron de estos aires y esta luz y de las mujeres de esta tierra, y aquí se quedaron y fundaron sus negocios y una familia :-D ¿A que dan más ganas de entrar y devorar todo lo que sirven?
En mis rutas de tapeo es siempre uno de mis sitos predilectos. Un punto a su favor, su céntrica situación y que los lunes, que está casi todo cerrado, permanece abierto hasta tarde.

Sitio muy recomendable por sus conservas y aperitivos frios (chacinas, jamon, embutidos), y como no por sus famosos montaditos de anchoas con leche condensada, espectaculo !!

An absolute MUST if you ever find yourself wandering the perfect streets of Spain’s best kept secret-​city, Sevilla.
Good for breakfast (café con leche, café solo, jugo de naranja, tostada con jamon york y mantequilla/​jamon york con queso) if you’re looking for an authentic Spanish breakfast, good for lunch (except for when they’re closed for siesta) and they have great tinto, beer and sangria options when they open for Spain’s wonderful nightlife scene.
The waiters are some of the nicest people you’ll ever meet. You will always be welcomed with warm smiles and waves, and the whole vibe of this place is unforgettable. I miss it everyday.

Trifon de toda la vida. Con unas tapas y unos ibericos de primera línea.

Siempre que voy al centro me gusta parar aquí a tomarme algo. Este es uno de esos bares con solera del centro de Sevilla, ya que, creo, lleva aquí toda la vida. Me gusta la decoración castiza con fotos del toreo en las paredes :)
Tienen una carta muy escueta pero con gran variedad. Puedes pedir desde chacina, donde recomiendo encarecidamente el salchichón de Riera en tacos, hasta montaditos o alguna tapa elaborada. En cuanto a bebida la cerveza siempre será una opción acertada, aunque también tienen gran variedad de olorosos.
Personalmente me encanta el montadito de chorizo picante con roque y el de melva con morrón. Llama la atención el de anchoas con leche condensada; a mi no me gustan demasiado las anchoas pero la mezcla de ambos lo hace distinto. Si te atreves te animo a que lo pruebes, no está mal ;) También está bastante bueno el rollito de jamón york con anchoas.
La flor de Toranzo o Trifón es un sitio en los que hay que parar a tomar algo ya que es de esos sitios, que no sabes muy bien porqué, se mantienen en alza con el paso de los años.

Más conocido como Trifón.Situado en el entorno muy cercano a Plaza Nueva, cerca de otros bares como Cerveceria la Internacional o Becerra. Aquí, en Trifón, podemos ir a tapear unas tapas que no son de cocina, puesto que no tiene. Son montaditos variados pero no usuales puesto que podemos tomar desde uno de chorizo picante a uno de leche condensada con anchoas, pasando por el de cabrales o haciendo un paréntesis en un rollito de york, paté y anchoas. Podemos tomar también productos enlatados de gran calidad y de las marcas más reconocidas, latas de mejillones, navajas, melva, almejas, paté y muchos más productos. Tiene terraza y el trato en barra es efectivo, sus precios son medios debido a la calidad del producto.

Estr bar, conocido popularmente como Trifón, es un clásico de la Sevilla más clásica. Esto quiere decir que dentro te encontrarás más de un tópico asociado a la ciudad, pero te guste este ambiente o no, merece la pena parar a tomarse una cerveza con alguna de sus riquísimas tapas.
Trifón destaca por un producto de alta calidad sin elaboraciones que lo disfracen. Aquí menos es más y la sencillez consigue que disfrutes de un buen jamón o un buen salchichón. Aunque ahora lo puedes encontrar en todos sitios, este era uno de los lugares para tomar un foie riquísimo sobre una tostadita, tapa que competía con el rollito de jamón york con paté y anchoa.
Siempre me ha llamado la atención el montadito de anchoa con leche condensada, pero a día de hoy no me he atrevido…

Quien quiere ser alguien en Sevilla tiene que pasar a mediodía por casa de Trifón. Sí, de Trifón, porque esta antigua tienda de comestibles, reconvertida en barra, los sevillanos la conocen por el nombre de pila del padre de su actual propietario, Rogelio Gómez. El nombre real lo debe el establecimiento a que su ideólogo bajó de las montañas santanderinas hasta nuestra ciudad, cosa común en ciertos tiempos ya lejanos.
No soy un fijo de la Flor de Toranzo, pero me gusta ir algunos viernes por la noche a tomarme una copa de buen Rioja o de Jerez y una tapita de las muchas buenas que ofrece esta familia baratillera. Aquí son exquisitos desde los vinos a las conservas norteñas, sin olvidar los emparedados, entre los que el de lomo en manteca es mi favorito. Como curiosidad, todo se sirve en papel de estraza, nada de platos.
Políticos (no solo locales), toreros, fubolistas, escritores, artistas pertenecientes a diversas disciplinas…, la barra de Trifón es un universo que da cabida a todo aquel que quiera conocer a una Sevilla criticada por muchos, pero igual de respetable que cualquier otra.

Mira que hay bares en Sevilla
Pero no en todos está Rogelio, su dueño, que encima es Betico, por eso ya merece la pena ir.
Cuando solíamos tapaer por el Arenal, la Flor de Toranzo, era de parada obligatoria; una o dos cervecitas, alguna copita de vino de la casa, catábamos algún que otro emparedado (lomo o roquefort) y continuábamos al siguiente. Así un fin de semana y otro y otro y la verdad, que rico esta to aquí.
Son de estos negocios familiares que llevan más de 50 años.
Era y es un bar muy concurrido, el ambiente cuando íbamos no pegábamos mucho, ahora que nos acercamos a los 40 pegaríamos más. Gente muy arreglada, mucho engominado, corbatitas y polos de marca, pero oye en la puerta pone entrada libre, y no hay ningún gorila, así que pásate por Casa Trifon, no te arrepentirás y repetirás.

¿No has probado los emparedados de la Flor de Toranzo? Pues no sé a qué estás esperando. Son un escándalo. Una cosa tan simple como pueda ser un emparedado, y tan exquisita como el mejor manjar que te puedas imaginar.
Cada cual tiene su preferido. Para mí, el de morcilla, para tirar cohetes. No sé si será que lo cojo siempre con mucha hambre, o es que en verdad está así de bueno. La cosa es que está de miedo. También me gusta ese tan sui generis de anchoas con leche condensada, que no a todo el mundo le hace gracia, pero a mí sí. Y el de roquefort y sobrasada, una mezcla también extraña, pero resultona. Si es que me gustan todos, para qué voy a seguir.
Tienen otras cosas aparte de emparedados, que imagino deben de estar igual de buenísimas, pero es que entro siempre con las orejeras puestas en mi emparedado morcillero, quizás como muchos otros personajes de los que por aquí mariposean.
Y digo lo de mariposear porque en este bar hay mucha figuración, como en las películas, gente que va sólo para dejarse ver. Y es que en el Trifón –nombre por el que se conoce también a este establecimiento-​, el ambiente que se respira es de mucho politiqueo –medio pleno del ayuntamiento suele estar de guardia por estos lares-​, lo cual atrae a muchos banqueros, empresarios, gente de negocios, gente bien situada en los centros del poder, incluso a algún que otro artista despistado, o no, buscando manager y un empujoncito para meter cabeza en donde sea, qué se yo.
Quizás haya, en ese sentido, mucha gente estirá. Pero a mí, eso, me da igual. Yo voy a lo que voy. Me tomo mi cerveza, mi emparedado de morcilla, y al resto, que les den morcilla también, si les apetece. Y si no, leche condensada.