En la zona de Los Remedios abundan los bazares de este tipo pero no conozco ninguno con cachibaches tan variopintos como el India. Normalmente ponen carteles en el escaparate o pizarras en la puerta anunciando los artículos estrella que tengan esa semana. Y, la verdad, muchas veces son dignos de mención. Cacharros que jamás imaginarías que existieras o podrías necesitar. Cuando entras es como si estuvieras en el almacén central de la teletienda. Hay electrodomésticos y utensilios de cocina que ni sabría cómo se llaman, todo tipo y tamaño de pilas, diccionarios electrónicos, agendas, fundas para cualquier aparato que puedas encontrar en el mercado. Y todo tirado de precio. Personalmente me encanta rebuscar entre los relojes de pulsera porque tienen auténticas joyas de los años ochenta. Siempre me he preguntado de dónde se surten estos bazares pero creo que lo mejor es no preguntárselo y bucear en ellos al acecho de ese objeto retro que creías no volverías a ver y por un precio de risa.
Ignacio L.
Classificação do local: 3 Dos Hermanas, Sevilla
Me encantan estos sitios tan pequeños repletos de cosas y sin pasillos. Grandes escaparates que parecen que tienen expuestos toda su producción. Cuando entras te lo esperas con grandes pasillos, pero no, sólo un mostrador en forma de v sobre el que cuelgan funda de portátiles o lámparas. Su dueño, de origen indio, no tardará en abrise camino entre relojes, teléfonos fijos, calculadoras y equipos electrónicos de primer nivel para atenderte a la mayor brevedad, aunque esté encima de una escalera plegable colocando todo tipo de abalorios. Es interesante este lugar, es extraño, también, pero tiene su gracia, sobre todo cuando una vez dentro se para todo el ruido de una mañana en plena Avenida de la República Argentina. Si tienes algo de tiempo no dudes en entrar, es lo más parecido a una tienda típica de cualquier calle de Nueva Delhi, pero en una de las calles de más reconocibles de sevilla, con productos de importación. Necesitaba una pequeña funda para mi netbook, y sabía que no quería gastarme mucho dinero en el típico maletín pequeño, ya que sólo quería una funda para meterlo dentro de mi bandolera. Seguro que la podría encontrar en en unos grandes almacenes por un tercio de lo que me había gastado en el ordenador, así que me dirigí a muchos bazares de la zona para reducir el coste. No sé si lo que me compré era realmente para un ordenador, pero por menos de diez euros me está dando el avío.