Gallo Rojo

Es un lugar de creación artística. Es de los locales más mágicos de Sevilla. Para reuniones, encuentros, degustaciones, talleres. Un espacio abierto a tu imaginación

Bueno, he de decir que he llegado aquí por casualidad, conocía el local por la antigua Wabi Sabi Gallery, pero no sabía que lo habían reabierto convirtiéndolo en un sitio de estos que yo llamo «guay»! Donde puedes ir tranquilamente a tomarte algo en ambiente relajado o improvisar reuniones. La decoración mola mucho, reciclaje total, no hay nada que no se arregle con una puerta o ventana antigua, y quede genial. Después sofás antiguos y una gran mesa de madera que preside la zona «cocina», donde pueden verse las golosas tartas que puedes pedirte. También me ha encantado el detalle de los grifos antiguos para servir la cervezas artesanas, «Zurda» la que elaboran ellos allí y personalmente me ha gustado, no carga mucho, si no estás acostumbrado a este tipo de cervezas. También tienes la opción de café o diferentes tés, servidos en tazas grandes, algo que también me ha encantado, porque son las mismas que tengo en cas, las de ikea de colores! :)
El personal super amable, me han dado a probar antes cervezas sin compromiso para elegir la que más me gustaba. Y de precio nada mal, media pinta ronda los 2 y 3 € y la pinta completa justo el doble.
Volveré seguro!

Me encanta este sitio. Desde que cerró el negocio anterior que había en este local tenía mucha curiosidad por saber qué iban a poner. Afortunadamente, un grupo de intrépidos jóvenes se ha animado a abrir un espacio dedicado a la cultura, a la cerveza artesana, al compartir es vivir, al coworking, al arte y al estar a gusto con desconocidos alrededor.
El Gallo Rojo está en la esquina de Viriato con Amparo y ofrece un espacio muy ámplio donde sentarse a tomar café, trabajar, leer un libro, charlar con los amigos, beber una buena birra artesana, tomar algún sándwich o tarta, trabajar en tranquilidad y disfrutar de su clima tranquilo, su ambiente relajado y de la bienvenida y el buen trato de sus responsables.
Esperemos que mantenga esta propuesta durante mucho tiempo. A mí me gusta venir con el ordenador y sentarme en alguna de las mesas a trabajar con el portátil. Quizá el mobiliario no es el más cómodo para estar varias horas sentado trabajando, pero por el precio de dos cafés y un trozo de tarta creo que está más que compensado.
Con el tiempo se podrá convertir en uno de mis sitios favoritos para casi cualquier cosa. Enhorabuena Gallo Rojo :)

El antiguo local de Wabi-​Sabi se ha convertido en un bar de cervezas artesas con cierto rollo hipster-​vintage: sofás antiguos, sillas restauradas, mesas sacadas del atrezzo de «Cuéntame», etc.
La carta, fundamentalmente, gira alrededor de cervezas artesanas (que tiran de barril y donde, además, los dueños del local elaboran 2 de las cervezas de la carta), café, tartas y montaditos.
El local tiene un look que mola bastante y para echar un rato sentado en los sofás está muy bien. Quizás sea un sitio para merendar o tomar un aperitivo, no es para cenar o almorzar porque la carta es muy reducida.

Hoy paseando por la calle Feria, me he encontrado con este sitio… Y me ha sorprendido tantísimo que no tuviese su hueco en Unilocal que me ha parecido fundamental crearlo… Pero claro, es de apertura muy reciente.
La verdad es que me ha enamorado nada más verlo así que no he podido resistirme a entrar y es que, conjuga muchas de las cosas que tan moda están últimamente y que son: local reconvertido en nave industrial con aires retro, galería de arte– cafetería y por último, cervezas artesanas, y si, he de decir que me encanta este rollo, tanto porque soy una apasionada del arte como del concepto de modernidad que transmiten estos sitios, que la verdad, a nuestra Sevilla rancia no le viene mal un poco de ocio cultural así…
Muebles antiguos, algunos pasados por una restauración tan sencilla como una mano de pintura de color estridente, y otros traídos directamente del salón de cualquier abuela, suelos de cementos pulido, baldosa hidráulica y ladrillo visto, lámparas industriales, plantas, velones en cubetas de peltre… Y obras digitales colgadas de sus altas paredes… Bizcocho casero recién hecho, tazas de colores para el té, cervezas en vaso de sidra y una pequeña lista de tapas en una pizarra en la pared se aglutinan en un ambiente de gente joven y moderna, y una atención muy agradable de quienes son a su vez dueños y trabajadores del local, por un momento pareces olvidar en qué ciudad te encuentras…
Sé que volveré aunque sea a disfrutar de una tarde de té tranquila en medio de una animada conversación…