Fernando Vargas

En el apartado pescados también seguimos las mismas pautas. Todo el pescado se lo compramos a Fernando o Fernan como lo llama mi madre, la cual además ya se ha hecho con su móvil personal y cuando se acuerda que quiere comer pescado lo llama desde el trabajo y le pregunta que tiene y ella se lo encarga y él se lo guarda.
Por lo que hace esto es porque ha comprobado que a pesar de hacerlo por teléfono él nunca la ha intentando engañar y siempre le da las cosas con la misma calidad que si fuese en persona.
Ya luego me manda a mi en plan Gracita Morales a recoger el encargo (es lo que tiene no tener un horario de oficina ni fijo). En el trato es muy divertido y siempre lo ves gastando bromas con los puestos de al lado.
Otra cosa que me gusta mucho de ir a comprar allí es que si el no tiene el pescado que busco, pregunta a las pescaderías colindantes si lo tienen y allá que te manda a que lo recojas, lo que a mí me inspira confianza ya que no intenta venderte otra cosa.
Si Beni es el dios de la fruta, Fernando lo es del mundo marino.