Estrella Canopus

Después de frecuentar durante muchos años este lugar, puedo afirmar rotundamente que es una de mis cafeterías preferidas.
A pesar de tener poca variedad en cuanto a pastelería se refiere, su café es uno de los mejores del barrio dentro de la gama de baristas no profesionales y, además, a un precio sumamente económico.
Además de café e infusiones, nos podemos deleitar en su interior con zumos, batidos y bebidas varias con alcohol.
Tiene bastante aforo en su interior, sumando las dos zonas de velador anexas, la primera consistente en un par de mesas altas en la acera correspondiente a una de sus dos entradas, la cual está situada en la zona más transitada y, en la otra cara del local, un velador bastante más amplio, con mesas y sillas. Este segundo velador, está normalmente protegido por un toldo superior que en verano crea una zona de sombra espléndida y, en invierno, es bastante cálida gracias a los cerramientos laterales del toldo y las estufas de gas que se agregan al conjunto para alegría de sus clientes. Falta señalar que dicho velador da a una amplia zona verde con bancos y un parque infantil de columpios.
Para destacar aún más sus cualidades, solo referir que dicho negocio dispone de señal wifi gratuita para sus clientes (pedir contraseña en la zona de barra) y un mobiliario moderno con un buen toque de limpieza para completar el conjunto.
La única pega? Los baños necesitan reforma

Mi experiencia en este sitio no ha sido muy buena, el camarero un tanto borde y desganado. Con respecto a la cafetería en sí: pequeño pero acogedor. Oferta variada tanto si te apetece algo dulce para combinar con un café o salado acompañado de una caña. Además tienen wifi.

Un día tenía una entrevista en el Parque Empresarial Torneo y un amigo me acercó en coche y me dijo que esperaría tomándo algo en algún bar o cafetería de la zona.
Cuando lo salí me dijo donde estaba y me guió más o menos. Eran las 7 de la tarde y lo que apetecía era un cervecita. Así que allí nos tomamos un par de ellas. El trato era agradable y el ambiente normal. A mi me pilla realmente lejos, no es un sitio al que yo dijera voy a ir a tomarme algo. Me pareció un sitio normal que para la gente de la zona si que está bien pero no como para desplazarte solo para tomarte un café o una cerveza.

Agradable cafetería de ésas que suelo llamar «multiusos» porque es adecuada tanto para tomarte un refresco de media mañana como para comer algo rápido. Lo que destacaría sobre otros aspectos es el trato, exquisitamente correcto. Es de ésos sitios en los que te sientes atendido pero no agobiado, es fácil meterse en la conversación, sentir intimidad pero cuando necesitas algo, ¡puff! ahí están. Me encanta bajarme a los veladores en verano cuando quiero charlar con alguna de mis hermanas o simplemente pasar el rato toas juntas. En invierno prefiero merendar en las mesas interiores comiendo alguna porción de tarta o alguna pieza de bollería.
Por el precio no os debéis preocupar si visitáis este rinconcito de Pino Montaño porque son bastante ajustados. Tampoco es problema la calidad de lo que sirven porque está todo riquísimo, así que lo recomiendo para pasar mañanas o tardes interminables de buenos ratos con gente a la que quieras.

Es una de las cafeterías más frecuentadas por los vecinos del barrio de Pino Montaño.
Por las mañanas predominan las señoras, aunque hay de todo. Es el sitio perfecto para tomarse el desayuno después de llevar a los niños al cole, y coger fuerzas para empezar el largo día que les queda por delante.
Verdaderas tertulias son las que encuentras allí si te pasas a esa hora, en esa magnífica zona exterior, por supuesto, también se aprovecha por la tarde, se llena de chavalería y de todo tipo de público. Familias, parejas, grupos de amigos.
Tiene una vitrina llena de apetitosos pasteles para acompañar con el café. Las tostadas del desayuno están buenísimas y el ambiente es alegre y sano.
Si quieres ir a probar, pregúntale a cualquiera de la zona, te indicará sin ningún esfuerzo.