Tengo una amiga que vive en el exurbio, o eso le digo yo para cabrearla, porque así definió una vez un profe de la facultad al barrio de Santa Clara. La pobre, al pertenecer a un grupo de amigos en su mayoría trianeros, está siempre desplazándose, no sin quejarse, claro está, de que nunca vamos nosotras a visitarla. Pues únicamente por compensarla, porque a mí no me gusta mucho comer y menos un buen plato de arroz(léase con ironía), fuimos una vez a su zona de control para comer en un sitio que nos había aconsejado: el Abedul. Se trata de un restaurante especialista en carnes a la brasa pero como ella sabe que no soy muy carnívora, me habló también de los maravillosos arroces que ponían: con perdiz, bogavante, conejo, a la marinera…, ¡qué de exquisiteces! Creo que nos llevó a este sitio para empezar porque sabía que, una vez lo probáramos, íbamos a volver, y así fue. Todo aquí es rico, desde un corderito lechal, a un cochinillo asado, terminando por los postres. Nos pedimos una vez uno con chocolate que no sé cómo tuvimos narices de acabárnoslo después de todo lo que habíamos ingerido, pero es que se está tan a gusto, en un ambiente tan bueno, que no se puede parar, para eso está después la sal de fruta o el bicarbonato ;-) Un aviso, lleva preparados entre 20 y 30 euros, para que después no me taches de traidora.