Anoche fuimos mis amigos y yo a «La tasquita del 21» un pequeño bar de los mismos dueños que el conocido«El 21», del que os hablaré otro día. La tasquita está en una de las pequeñas calles que salen a la Avenida Felipe II. Nos apetecía tomar unos caracoles y, aunque soy fiel amante de «El cateto» en la calle Sinaí, le di una oportunidad a este sitio: todo un acierto. Además, pedimos espárragos«esparragaos», papas aliñas con melva, revuelto de habas con jamón, queso de cabra y atún encebollado. Todo muy bien, aunque el servicio algo lento. Tiene terracita, lo cual se agradece en las noches de primavera-verano sevillanas, aunque con pocas mesas así que es posible que tengas que esperar para poder sentarte.
Elena G.
Classificação do local: 3 Sevilla
Bar con muy buen ambiente y a dos pasos del pulmon de la ciudad. Actualmente cuenta con buenas tapas y raciones caseras aunque ha bajado el nivel con respecto a meses anteriores. Aun asi, el tapeo es de calidad y a buen precio. Tiene dos zonas, veladores fuera y zona de mesas altas y barra en el interior. Suele estar lleno en horas punta, mas si hay partido, pero seguro que puedes encontrar un huequito. Estupendo para una cervecita y unas tapas a buen precio a la hora que quieras. Los dueños tienen otro local a dos calles de este llamado la tasquita del 21, de tapeo mas elaborado y menos casero.
Fran G.
Classificação do local: 4 Este - Alcosa - Torreblanca, Sevilla
En la avenida de Felipe II te encuentras con un bar en el que vayas a la hora que vayas siempre hay gente. Alejado de la zona de bares que se reúnen al final de la avenida, este sitio es muy recomendable empezando por la cerveza que la ponen friisima. La carta de tapas es bastante amplia, siendo un imprescindible las papas bravas y la tortilla de patatas al guisqui. La relación calidad-precio está muy bien. El sitio es amplio y en la calle disponen de veladores. Los camareros son simpáticos y siempre atentos. Buen lugar para repetir y descubrir si andas por la zona.
Patricia M.
Classificação do local: 4 Sevilla
¿Este bar siempre está abierto y ambientao? Cuando venía al barrio hace años aquí estaban«los pollos» y desde que hace unos años abrieron El 21, parece que el negocio va viento en popa. Por las noches a partir de las siete de la tarde, a mediodía los fines de semana mientras los peques juegan en el escalón del Aromas justo al lado… No tiene nada especial, salvo que es de los pocos bares de barrio de ese tramo de la avenida de Felipe II, hasta la puerta del parque de María Luisa. Que la cerveza y las tapitas tienen precio asequible. No siquiera tiene veladores con sillas, sino esas mesas redondas altas con banquetas. Pero la cerveza está fresquita y las patatas bravas como aperitivo o cena improvisada saben a gloria! Y si te gustan los caracoles cuando los días se van haciendo más largos, aquí también merecen la pena ¡Un bar de toda la vida con gente fiel y muy variada!
Pablo G.
Classificação do local: 4 Sevilla
Con la Cervecería el 21, hasta la calle parece otra. Me gusta cuando un local por fin da con la horma de su zapato. Antes daba pena ver como una zona tan privilegiada como ésta estaba siempre vacía. Pero ahora, la cervecería el 21 ha llenado de alegría y gente –más de veintiuna personas, seguro-, a sus puertas lo que antes no era nada. ¿El éxito? Que son gente del barrio, que se lo curran, que las gambitas están muy buenas, y los montaítos, y el pescaíto, y el buen rollo, y sobre todo, la cervecita, fresca y buena, y si es la del mediodía primaveral u otoñal, mejor que mejor. Muchos vecinos se toman la copita y tiran millas. Yo soy más de cerveza y tapa, qué le vamos a hacer. Y cuando te ofrecen calidad a precios populares -¿quién inventaría esta expresión tan popular?-, en plena calle Felipe II, zona de rancio abolengo donde las haya, pues qué quieres que te diga, que hay que aprovechar las oportunidades que te brinda la vida, cogerlas al vuelo, que cuando te quieras dar cuenta… ¡Ojú, qué filosófico me estoy poniendo! Me voy a tomar una cerveza, o veintiuna si son pequeñas…
IÑIGO j.
Classificação do local: 3 Sevilla
En este local estuvo, cuando yo era un pre-adolescente, un bar de dudosa fama. No me acuerdo su nombre, pero su aspecto cochambroso le daba un áurea de lugar prohibido, acrecentado porque realmente teníamos prohibido entrar allí con la advertencia de que allí vendían droga, teniendo que superar el deseo de jugar al futbolín que había dentro. Luego pude comprobar que la advertencia era cierta, pues era lugar de parada habitual de un camello de la zona. Han intentado rentabilizar un atractivo emplazamiento con varios bares de diferentes tipos, pero no ha sido hasta que se han decantado por despachar la medicina a la mas común de las enfermedades entre los sevillanos: La Cruzcampo. Y es que aunque nuestro querido y esbelto Gambrinus ya no es el que era, la cerveza sigue siendo el reclamo ideal para juntar en sus veladores a los vecinos y visitantes antes de comer y antes de cenar. La cañà la sirven bien fresquita. De lo demás no preguntarme, porque si me paro allí de vez en cuando es para tomarme una