Aunque la insignia que tan gentilmente me ha colocado Unilocal lo diga, nada más lejos de la realidad: no soy un animal de gimnasio ni un «cachitas». Efectivamente, no es lo mío y quizás, deberías tenerlo en cuenta al leer esta reseña. Mi hermano me arrastró aquí y la verdad es que para distraerse del verano ha sido una opción bastante interesante. Y aunque muchas mañanas me faltasen ganas de ir, creo que echaré de menos no darle más continuidad a esto. El gimnasio no es excesivamente grande, pero al parecer tiene todo lo necesario para hacer esas tablas diarias de entrenamientos para desarrollar el cuerpo con sus máquinas(espalda, pecho, piernas, brazos, abdominales, así como máquinas de lo que se conoce como«cardio»). Regularmente, se recomienda hacer cada día cinco ejercicios distintos de cada parte del cuerpo con sus correspondientes repeticiones, necesidades que este gimnasio satisface de sobra. No es un gimnasio de estos que tienen todo incluido, con su piscina, sus clases para bailar y su cafetería en la puerta. En consecuencia, es más barato, y tiene precios especiales para estudiantes y desempleados. Consta también de sus vestuarios y un parking para bicicletas que es un estupendo apaño bastante bueno para poder ir.