DeÓ – Los Remedios

Que desilusión me lleve con este sitio…
Arrastraba un hambre canina al salir del fisio a las 15.30 y como había leído maravillas del lugar, iba entregaita perdía deseando catar su genero.
Dada la hora y que cerraban cocina a las 16:00h, pedimos mi hermana y yo una ensalada de espinacas, foie y mil cosas mas, para compartir, y un par de tapas.
Lo que primero me llamo la atención fue el servicio, muy atento y exquisito, nos sirvieron los cubiertos a la perfección, uno a cada extremo de la mesa, pero ni una triste cesta con pan y picos. Eso si, nos deleitaron con unos xoxitos que cuando me eche uno a la boca no sé como no llego a Los Palacios, sabían a chorizo???, opte por no preguntar porque la carcaja contenía pugnaba por salir… Que cosa más mala por favor!!.
La ensalada pues ni chicha ni limoná, mucha hoja de espinaca con lo que se intuía que era tomate deshidratado, una porción mínima de foie y la sensación de que nos han visto cara de vaca, pecha espinacas!!.
Las tapas, albóndigas con pure de patatas, rica pero escasita y, brocheta de cordero con zanahorias, se dejaba comer aunque también poca cantidad.
No pedimos nada más porque la mayoria de tapas llevaban chorizo picante y la verdad me quedaba una larga peona por delante pa ir ahuyentado al personal… Creo firmemente que compraron una ristra chorizos y a darle alegría a los platos de la carta, porque hasta los altramuces iban regaitos…
El precio casi 20 €, 10 leuris por pesona, me pareció caro para lo que habíamos comido.
Comprobamos que el servicio de pan y picos no estuviese incluido en la cuenta y le dejamos billete de 20 con 30 centimos, ya que fueron 18,30. Ya que más bien nos debieron dar un tupper con un algo pa llenar el buche… Encima al irnos a tomarnos un café, me di cuenta que los 2 € de vuelta se quedaron en la cestita tan mona donde venia la roncha y, no era plan de queda de rancia pidiendo lismonita…
En fin, creo que no repetiré, al menos por un tiempo, que se me pase el sofoco y la cara de vaca!!.

Local que sorprende en los remedios. Tuvimos suerte al ir sin reservar. Estaba llenisimo pero con una pequeña mesa libre :). La camarera fue muy atenta y formal en todo momento. Tiene una extensísima carta de vinos y los platos son diferentes y para mi gusto, muy buenos. Los precios son muy aceptables para la buena calidad de todo el completo.

Si tuviera que usar una palabra para describir este sitio sería ‘sorprendente’. Buena cocina y buen ambiente en un sitio que jamás te imaginarías.
El barrio de Los Remedios esconde tesoros ocultos como este. Un pequeño local –pasa muy desapercibido ante los viandantes– que ofrece mucha calidad gastronómica a precios asequibles.
Conviene reservar los fines de semana o llegar temprano. Hay pocas mesas en su interior y no dispone de terraza. El servicio de camareros es excelente. Muy atento y educado. También tiene una carta de vinos por copa y por botella bastante extensa. Todo lo contrario que el menú de comidas, que quizá peca de corto.
La comida es sublime. La carta cambia mucho según temporada. Tuve la ocasión de probar un excelente carpaccio de presa ibérica con aceite de pipas de calabaza y gelatina de mango, un risotto de rabo de toro y un látigo de pulpo asado sobre parmentier de pimentón y mayonesa de tinta de sepia. Para terminar, un gran postre: maceta de pensamiento con tierra de tiramisú.
Un acierto absoluto. Un ‘must’ en toda regla. Para repetir, sin duda.

DeÓ es sin dudas, una recomendación segura al 100%. Todos debéis ir, la propuesta es excepcional. He intentado ir hasta en cuatro ocasiones, pero por motivos personales diversos, al final no podía ir. Parecía que estaba gafado.
La decoración es muy agradable, la música ambiente es la adecuada. Sin ir más lejos he comido con la BSO de Amélie, esos son los detalles que se agradecen. Las mesas están bien situadas y con el espacio necesario para no sentirte agobiado. Hay varias pizarras en las que te informan de los vinos y las tapas que puedes tomar.
¡A comer!, la carta es variada, es de las que consiguen que tus papilas gustativas se vuelvan locas. Te apetece probar todo. Por cierto, dejaros aconsejar por el servicio, merece la pena hacerlo. Nuestro menú consistió en un par de anchoas, unos puerros gratinados, unas ortiguillas y para terminar un tataki de atún.
Las anchoas eran anchoas de verdad, para el que las haya probado sabrá a lo que me refiero. Las sirven sobre un pan crujiente de algas verdes y mahonesa de wasabi, que apenas se notaba. Los puerros fue lo que menos me gustó, sobre todo porque se enfriaron muy rápidamente, esto de hacer fotos y tomar notas es lo que tiene. No puedo echarle la culpa al local, en parte también es mía. Las ortiguillas te las sirven con brotes y mahonesa de wasabi que en esta ocasión si se notaba. Estaba buena, pero apenas pica, la han suavizado. Eso sí, las ortiguillas estaban perfectamente cocinadas, perfectamente. Lo mejor ha llegado al final. El tataki de atún estaba en su punto. Va acompañado con un salteado de verduras, que tenían piparras, fantásticas, hacía tiempo que no las comía. De hecho en Sevilla, no las había comido en ningún sitio. Pero lo mejor del plato estaba en una emulsión a base de huevas de caballa, que estaba para morirse.
El servicio es maravilloso, tanto Juanjo, el jefe de cocina, como el resto, se desviven por los comensales. La atención es perfecta, te recomiendan de manera certera, te explican lo que te sirven con todo lujo de detalles. Además, de ser rápidos y profesionales.
No definiría a DeÓ como un gastrobar, quizás es un restaurante que te sirve tapas. Por cierto, supongo que no será una exclusiva, pero están preparando la inauguración de su segundo local, no daré más datos, pero la idea de negocio que nos han contado, promete y mucho. Volveré, tengo claro que volveré.
Buon Appetito.

Solo he estado una vez, pero la experiencia fue muy buena. El ceviche de gambón con salmorejo de pepino estaba muy rico, y la ensalada de higos con queso y jamón también. Tenían algún vino poco común por copas, lo que siempre es de agradecer.
Me pareció un lugar interesante para probar alguna cosa un poco distinta, sin pasarse de moderno.

Mi segunda vez en DeÓ y me ha gustado mucho más que la primera incursión. Todas las tapas que pedimos (muy generosas, bien presentadas y elaboradas) estaban muy sabrosas y con el producto muy fresco. Solo un pequeño pero a la caballa ahumada que encontré un poco sosa… pero tal vez tomarla tras una muy aromática ensalada de higos y queso, y el gusto cítrico y especiado del ceviche, no le hizo un buen favor… En resumen, considero que es un lugar bastante recomendable, de ambiente muy tranquilo, con unas tapas muy cuidadas y con un precio adecuado. También muy buenos vinos por copas. Hollycocina, ¿recuerdas el nombre del vino del Bierzo? :-P

Esta vez probamos varias cosas que tenían fuera de Carta. Un atún a la plancha sobre base de espinacas… Buenísima combinación de sabores con una especie de mermelada de fresas! También fuera de carta sashimi de atún! Muy rico las dos cosas. Las recomiendo pedir.
Las alcachofas muy buenas, recomendadas por un amigo que me encontré allí al entrar. Lo que menos nos gustó esta vez fueron los chipirones al curry, iban servidos con un sofrito de pimiento y pimentón y acompañados de un cereal similar al arroz.
De postre probamos la tarta de chocolate y galleta, no esperes la típica tarta de cumpleaños porque como todo en este restaurante tiene un toque diferente. Viene servida sobre una especia de sopa o cama de dulce de leche y la tarta predomina un sabor a chocolate con un toque amargo.
No es un sitio barato, unos 20−25e persona pero la elaboración d los platos y el tipo de cocina es muy buena.

Entramos hace un par de semanas por casualidad y he de decir que estuvimos muy agusto y bien atendidos. El carpacio de presa nos encantó y el paté se presenta de manera original en tubo. Sin duda volveremos!