Churrería Los Especiales

I love the light airiness of these churros. You won’t be disappointed! Don’t leave Seville without trying them!

I took the advice of my friend Giulia and decided to check out the churro place. Hands down these are the best churros I’ve tasted. Definitely get the the the long-​ended churros and dip with chocolate.

En una palabra: sobrepreciado. Café con tres o cuarto churros, cuatro euros. No volvería nunca.

La mañana del 1 de enero de 2016 unas amigas y yo decidimos desayunar en esta churrería.
Había solo un par de mesas puestas (porque estaba lloviendo, normalmente tienen más) y no había mucha cola, así que pedimos una ración de churros por cabeza, y chocolate para acompañarla. A cada una nos costó 4 €, lo cual me parece un poco caro teniendo en cuenta la cantidad de churros que vienen en la ración.
No son los mejores churos que he probado, pero están buenos. El chocolate sí me gustó mucho, porque estaba muy espeso.
Dudo que vuelva a desayunar aquí, porque sé que hay sitios mejores, pero para acabar una noche de fiesta no es un mal sitio. Aunque solo sea por las vistas.

These Churros are on point! The cost is 4 € and that gets you a plate of Churros and your choice of drink, chocolate or coffee. Coffee sucks, so go for the hot chocolate. I tried the airy-​fluffy Churros (recommended)cuz the other Churros I can basically eat anywhere in Los Angeles. The dude does not accept credit card, so make sure you have enough cash. This place is basically a little stand with plastic tables and chairs available for you to sit and enjoy your Churros.

One of the most authentic and tasty churro experiences I have had in Sevilla thus far. This lovely churro stand is less than a block from my apartment so it is truly a death sentence for any hopes of losing weight while I am here! However, with these churros in existence, who would really want to lose weight? This place serves up a HEFTY portion of churros for 4 € it is easily enough to share with 3 – 4 people. They also have nice, thick chocolate! Some places I have been to skimp on the texture of their chocolate but this is the perfect thickness! Also, BONUS! They offer churros to go so if you are like me and a little bit lazy, you can take them back to your apartment! Overall, great experiences with the people and the churros! You must go!

Best churros and chocolate I’ve ever had. A little pricey but completely worth it. They came out fresh, hot, and the perfect blend of crispy outside and soft inside. The chocolate was rich and tasty, blended perfectly with the churros. Will definitely be back!

He de decir que me encantan los churros. No, eso desde luego no me hace guay. No, eso tampoco me hace un catedrático en la materia. Pero lo que es seguro es que tantos años comiendo este manjar, al menos algo de buen juicio te dan. Esta no es mi churrería habitual, y dudo que sea la de la mayoría de la gente, a no ser que seas un búho que vivas al límite las noches y hagas temblar la cama durante las mañanas. No es una tienda de barrio, y sinceramente, el nombre no puede estar más equivocado, de especiales tienen bien poco.
Su situación estratégica hace que sea un must en la noche sevillana. Es raro encontrarla vacía en las madrugadas de los jueves, viernes y sábados. También es un local muy frecuentado en Semana Santa y Feria. Vamos, los momentos claves de la ciudad. El dueño tiene varias churrerías ya que es feriante y en alguna ocasión, uno de los chavales que trabaja aquí me llegó a comentar que «el de las hamburguesas y los bocadillos de cochinillo frito de las puertas de las discotecas no le llega a su jefe ni a la suela de los zapatos». Bueno, fue un dato que a mí me impresionó, en serio.
Sin embargo, esos datos vanidosos no son muy amigos de la calidad. ¡Ains, calidad. ¿Dónde metes?! Una vez comí churros aquí sin estar ebrio. Hasta ese momento pensé que estaban deliciosos. Normal, con un revoltijo alcohólico en tu cuerpo creo que te parece buena hasta la alpargata con la que te amenazaba tu madre cuando eras pequeño. Fue entonces cuando realmente me di cuenta de que este sitio tenía muchas, muchas carencias. En primer lugar, es caro. Solo hace falta pasearte por otras churrerías de barrio para apreciar la diferencia en cantidad, calidad y precio. En segundo lugar muchas veces les faltan churros de ‘papa’, los finitos, vaya. Con todos mis respetos, esto no es Madrid y a mí no me gustan demasiado los de RUEDA, por lo que me parece inadmisible que esto ocurra en esta zona. En tercer lugar, soy un poco escrupuloso con los olores. Habitualmente intento cruzar por la otra acera pero hay veces que sin querer he aparecido pasando justo al lado de este negocio y me he visto envuelto en una nube tipo LOST. He deseado hasta la muerte tener un traje antiolor y una máscara antigás.
Le pongo tres estrellas tras esta ruidosa reseña. ¿Por qué? ¡Fácil! Porque una vez en verano quise comprar churros y fue a la cuarta –cuando me acerqué por aquí– cuando fue la vencida (en serio, no sabes lo difícil que es encontrar algo abierto en Sevilla en agosto, mucho menos una churrería). Además, me ha salvado la vida en varias ocasiones tras pasar maravillosas noches a la sombra de la barra de un bar. Por si esto fuera poco, tienen una cosa que se llama rellenito de Nutella, ¿hace falta que te diga de qué va?
¿Repetir? Claro, pero no en cualquier ocasión. En serio, RUEDA, no. Mejor los finitos, los de patata.

We wanted churros so badly but we somehow could never get to a traditional churreria on time since they all close by noon. This is convenient in its location and also because they are open all day for the most part but I must say they were just ok churros. The chocolate that accompanied it was also just so-​so.

Nada más clásico que zamparse un desayuno feriante a base de chocolate con churros.
Este año, por circunstancias, tuve que acompañar a unos conocidos a la estación de autobuses y para hacer tiempo, tocó parada en este lugar .
Se trata del kiosko permanente, ubicado al final del puente de Isabel ll dando al Paseo Colón.
A esas horas intempestivas de la noche, se agradece llenar el estómago tomando algo caliente, sin tener en cuenta las consecuencias gástricas (hasta tomar un almax) y tocó chocolate con churros, eso sí, a cuatro euros cada desayuno. Si no dices nada, te sirven directamente los churros de rueda (o porras como llaman en los madriles)
Olor a aceite usado, chocolate espesado con harina y música hortera mientras estás sentado en la terraza, viendo gente muy perjudicada.
Está bien como lugar para hacer parada técnica en madrugadas esporádicas, Semana Santa y feria, pero poco más.

Churrería Los Especiales, ese testigo oficial de tantas y tantas borracheras migadas en chocolate… Parada imprescindible de marchosos que ven el amanecer (¡qué tiempos aquellos cuando el cuerpo aún daba para tanto!!!) y eligen este sitio ideal, al lado del río, junto al puente de Triana. Lugar de desayuno por excelencia tras fiestas de fin de año, madrugás del viernes santo… ¡Cuántos buenos momentos aquí vividos!
Ahora que llegan estos fríos tan apetecibles, si estás por Triana, o por el centro, o te apetece desplazarte, acércate por Los Especiales. Pídete churros (normales o rellenos), gofres, chocolate, ¡lo que bien gustes!, y cómetelo sentadito en la terraza mirando al río, al puente de Isabel II desde donde se divisa la entrada de Triana, al paseo de Colón y su Torre del Oro… ¡Que aproveche!

Si en esta zona hay algún aroma que pueda competir con el del Orsini, es el olorcito a churros… ¡mmm!
¡Qué difícil es cruzar el Puente de Triana sin estar tentada a sentarte aquí, o comprar para llevar una ración!
Pero lo mejor no es eso, porque, seamos sinceros, los churros aquí tampoco es que estén especialmente buenos ni nada, pero es que está situada en un lugar en el que si vives en Triana, es muy probable que pases a la recogida cuando sales de marcha. Y anda que no sientan bien unos churros de desayuno cruzando el puente o sentada en el río a esas horas después de toda la noche en la calle.

Este viernes tocaba tour flamenco. Y, claro, nada mejor que Triana para agitanarse. Un poco de Lo nuestro al principio y un algo de Madrugá después. Entre los «algos» y los «después», le pedí permiso a la mañana para que me dejara unas horas más de noche. Con la risa floja, los pies y las manos cansadas de bailar sevillanas y la voz ronca, a cualquiera le entra hambre.
Acabé en un lugar que siempre está, inamovible, como La Torre del Oro o La Giralda. La churrería del Puente de Triana –Puente de Isabel II en los mapas-​. Sus sillas, típicas y genuinas, de aluminio frío, para erizar el vello con el relente que levanta el Guadalquivir, incomodísimas. Incomodísimas, igual que todo lo que no sea un sofá mullido en esas circunstancias.
Así que allí estábamos unos cuantos grupos de desalmados, arañando tiempo a la madrugada, cada cual con su anécdota de la noche rondándole la cabeza y la misma expresión famélica.
Pero todo cambia en el momento que llegan los calentitos. Grasientos. Ardiendo. Crujientes. Calentitos con chocolate. Chocolate espeso, de aroma inconfundible y de los que te hierven en la lengua. De los buenos. Y, entonces, mojas el churro y le das el primer bocado; y ya no se te clava el aluminio en el culo; ni te afecta la rasca de la mañana en el cuerpo; ni estás cansado; ni echas de menos el sofá. Porque lo demás cobra una importancia muy relativa cuando estás comiendo churros en las orillas de un puente que une Sevilla y Triana.

All I can say is: they’re GREAT! If you’re in Sevilla: go get some… now! :)

Saturday morning, almost 4:30 AM, in Sevilla, Andalucia, Spain.
My body still had some sufficient energy, with some alcohol inside. My angelic conscious within my mind was asking me, «When are we going to bed soon?» but I was barely sleepy. Earlier that night, my hostess from Gines, her friends, some travelers, and I went exploring all over the Barrio Santa Cruz, drinking at bars, talking about random stuff, and watching Spanish guitar performances. It was probably one the insanest nights I had, but I got to experience the nightlife and soul of Sevilla. We came upon this place. I was looking forward to eating at this place because I have yet to eat one of the the most famous dishes in Spain: churros. Churros are a long fried dough type pastry and usually eaten with coffee or hot chocolate.
I remember eating a couple types of churros, one that was covered with chocolate, and one that had either sugar or some sort of cinnamon covered on it. Either way, the churros they serve here are sweetly good, crisp, chewy, fresh out the oven and go really well with a great cup of hot chocolate or a nice cold glass of milk.
This place is not much of a restaurant, it’s more of a kiosk/​market counter where you order your churros. There are a lot of tables and chairs in front, giving it an outdoor café feel.
Overall, this is a great choice to get churros and some coffee/​hot chocolate either as a late night snack or a very early morning breakfast. It’s at a great location, by the Guadalquivir river, and near a bridge, so you can probably get some churros and walk to the nearby bridge and enjoy the nice scenery of Sevilla.

A wonderful little place where you simply walk up to the window to order hot and fresh churros. We picked up some churros and chocolate sauce and then watched a May procession for Mary headed to the cathedral. Once we were through with the crowds we walked down to the banks of the river and enjoyed our delicious food while relaxing.

Cafetería-​churrería situada en el puente de Triana, Sevilla.
Lugar muy transitado ya que a la hora que pases siempre está abierto para darte su mejor servicio.
Podemos enocontrar grandes gofres con chocolate calentito, nata, distintos siropes también churros, porras, lazos de patata rellenos de crema y todo recien echo.
El servicio es muy amable, simpático y atento.
Sitio ideal para reponer fuerzas a cualquier hora del día.