Afortunadamente cada vez más abren negocios de este perfil. Sitios donde prima la calidad y la naturalidad del producto por encima de otros criterios. De hecho su lema es pan = harina, agua y sal. Además, por fortuna para mí ha abierto muy cerca de mi casa y gracias a ellos, he vuelto a comer pan en casa. Biga es una panadería completamente ecológica y con una buena variedad de panes. No me conozco toda la gama, pero os aseguro que el de centeno y el de espelta saben a pan de los de toda la vida. La harina de trigo usada es ecológica. El local es muy sobrio, un mostrador con el pan y poco más, eso sí, desde la tienda y la calle se ve todo el proceso de elaboración del pan, aquí no hay trampa ni cartón. El precio, como es lógico es superior al de las otras panaderías que te venden un producto precocinado y de peor calidad. Pero merece la pena pagarlo para volver a comer pan de verdad. Buon Appetito.