Bar El Baratillo

I initially thought solid food with great staff and atmosphere (if you don’t mind a lot of bullfighting related stuff, including bulls’ heads; you’re in Sevilla, so if this bothers you, it’ll be tough in some areas). The food had some flavor but was overpowered by too much salt and oil, which sat in my stomach later. Initially the wait staff is super friendly, prompt, and nice. Then couldn’t be bothered with getting me the check. Then they added 1 € for bread I never asked for. I won’t go back. They are resting on their location and décor. There are too many good places in the city.

¡¡No es normal que con lo marcado que me dejó este restaurante no le haya escrito su reseña correspondiente!
En el corazón del barrio del Arenal está situado frente a la capilla del mismo nombre, El Baratillo. Un restaurante típico sevillano, con la esencia de la cocina tradicional y el arte de un barrio torero. Tiene mesas a lo largo del local y al fondo. Los días de corrida se pone hasta la bandera, pero siempre es buena opción para comer bien, casero y económico cualquier otro día de la semana.
A pesar de la cantidad de mesas que disponen, el servicio es ràpido y no te encuentras desatendido en ningún momento.
Si tengo que recomendarte un plato: CARRILLERA (o Carrillá de toda la vida). Una carne guisada que se deshace en la boca, con una salsa de carne y un toque de naranja que engancha. Muchas veces falta pan para no desperdiciarla… Un plato que siempre sale por la Puerta Grande y corta orejas y rabo!
Además, destacan los postres caseros. Tienen una tarta de CINCO chocolates (has leído bien) que es para darle la vuelta al ruedo. Pero que lo mejor de todo es ir y probarlo. Así qué, no pierdas tiempo!!!

Excellent food.
Excellent service.
Beautiful restaurant.
Across the street from the Maestranza, the ring where all the important bull fights take place.
I ate at this restaurant perhaps 4 or 5 days out of the 7 that I was in Seville.
This was by far my favorite place to sit and eat. Even when I came alone on a busy Saturday night, they still seated me at a large table with 4 chairs right at the front of the restaurant. It was unreal.
If you are in Seville and want to enjoy a restaurant that embodies the city, I couldn’t recommend a better place.
For those of you who don’t speak a lick of Spanish, they have an English menu as well. Just ask for it.

Uno de los bares más característicos de la calle Adriano. Se caracteriza por su decoración, taurina como marca los cánones por su cercanía a la Plaza de la Maestranza, y por tener un personal muy amable y característico. El mobiliario es cómodo y como consejo recalcar que a hora punta está siempre lleno.
En cuanto a la comida, es el típico bar con tapas sevillanas en la que destacan el flamenquín y su carne ibérica. Muchos hablan del guiso de Cola de Toro que tienen, pero no he tenido el honor de probarlo.
Otra de las cosas que me gustó es que tiene una gran carta de vinos, tanto tinto como blanco, pasando por el rosado, y de varias D.O. Es algo que valoro mucho en los sitios a los que voy.
Al ser un sitio grande y extenso es bueno para grupos, aunque hay que ir con tiempo. No obstante, mi veredicto contiene un 8 como nota global.

Estuve hace poco y me agradó bastante. Ubicación: Calle Adriano 20, Sevilla, en el barrio del Arenal, en pleno centro histórico. Está en plena zona de marcha, después de comer o cenar, te puedes tomar algo en cualquiera de los muchos locales que están en la zona.
Bar el Baratillo es un local joven, abrieron el verano del 2013, aunque todavía no lo había visitado. La decoración es tradicional, hay motivos taurinos y para los aprensivos, algunas cabezas de astados colgadas de la pared. Destacan sus restos arqueológicos integrados, una de sus paredes formaba parte de la muralla del Arenal. Dispone de muchas mesas, el espacio es cómodo y el salón amplio. El público está compuesto a parte iguales entre nativos y guiris, sobre todo nacionales.
Comida: La carta que nos ofrecen está compuesta por platos tradicionales, contundentes y sencillos. Pero no por ello menos sabrosos o interesantes. Tomamos tres raciones al centro, comenzamos con unos creps de tarta vegetal que a mí particularmente no me convencieron demasiado. Seguimos con una delicia de Sevilla, que estaba realmente rica y finalizamos con un variado de croquetas (bacalao, pringa y setas). Todos los platos eran realmente abundantes y bien elaborados.
Bebidas: No vi los vinos que tenían, no puedo opinar sobre esto.
Servicio: Agradable y rápido. Además, hay el suficiente para atender todo el local. Nos atendió un camarero bastante agradable, hacía su trabajo muy a gusto y eso se nota y agradece.
Recomendaciones: Reservar, está repleto. En caso de tener que esperar no dejéis de tomaros una cerveza en la Bodega San José, tasca típica donde las haya, en otra ocasión me explayaré sobre este sitio.
Precio: Razonable. La relación calidad precio es más que aceptable.
Buon appetito.

The food was acceptable, but the terrible service was apparent and frustrating. The tapas are quite small but well thought out, so if you’re lucky enough to get half-​way decent service it will be an acceptable experience. If you’re squimish about bull fighting this is not your place.

Sólo por el camarero que tienen le pondría las cinco estrellas, lo sé, puede parecer que soy una lanzada, pero es que hacía años que no me entraba nadie así por su elocuencia, amabilidad, humor, buen hacer y sinceridad ¡nos enamoramos de él los tres que fuimos a tomar un café!
No probamos su cocina, no estuvimos más de 30 minutos, y por eso he de regresar para acabar mi valoración, pero este hombre es una joya y la impresión del negocios y del local muy buena. El sitió me encantó porque era enorme y decorado con un montón de cabezas de toro (lo sé, daba un poco de impresión, pero eran preciosos), y eso que yo no es que haya ido a una plaza muchas veces (una), pero me pareció luminoso y bien montado, además de acogedor.
Estaba lleno de guiris hasta la bandera, eso sí, pero la razón fue más bien que las 18 de la tarde es la hora a la que cenan en el resto de Europa, así que no hay que pensar que sea un lugar de turistas. Tenían carta en varios idiomas, eso sí. Y el camarero más majo de España hablaba en lo que hiciera falta: «German? Italiano? English?» le iba diciendo un matrimonio de nuestro lado que acababa de sentarse.
Su nombre hacía honor a sus precios, la verdad es que eran muy buenos, así que ya tenemos faena para cuando volvamos a Sevilla. Venir al Baratillo a volvernos a encontrar a este crack de camarero (que había sido comercial tecnológico muchos años, ya os digo, nos contó su vida) y probar sus cocina. Pendiente queda, como mi actualización de reseña.

Looking for a high value and high quality restaurant for a casual afternoon lunch or early dinner? They. Stay open every day of the year as well as during August siesta time. We recommend the paella, even with the 30 minute wait. Order a few tapas to share while you wait. The gazpacho by the glass is excellent! Be patient with the great service staff!

Muy buena variedad de tapas. Un servicio amable pero a veces desbordado si hay mucha gente. Comida está muy buena sin ser algo maravilloso y sorprendente.

Sehr schön eingerichtetes Restaurant. Sehr schönes Ambiente! Hier gibt es viele spanische Gerichte sowie auch viele kleine Speisen (Tapas). Wir hatten 5 Tapas, die alle sehr schön angerichtet waren und auch sehr lecker, zum Teil sehr interessant schmeckten! ;) Hier gibt es von unserer Seite nichts auszusetzen! Deshalb 5 *!

El domingo era el cumpleaños de una amiga y después de unas cervecitas en El Salvador acabamos entrando a este bar para tomar unas tapas. Se encuentra en la calle Adriano y es bastante grande, tienen una gran variedad de vinos y la decoración del local es bastante taurina, hasta la puerta de los servicios.
Las tapas están bastante buenas y son generosas. Los precios son más que razonables. Personal atento y rápido en atender a pesar de haber bastante público.
Tuvieron el detalle de poner unas velas en las porciones de tartas que pedimos para la cumpleañera. Las tartas estaban todas buenísimas, no sabría elegir una. Para terminar nos pusieron un par de botellas y nos invitaron a los chupitos. Un detalle.