Alimentación San José

La de bocadillos que nos han servido los días que nos quedábamos en el instituto… La familia que regenta el local es muy agradable. Sus bocatas, calentitos (al menos dentro del instituto) y las ofertas que tenía de palmeras a 50 pesetas, hicieron que hasta el menos glotón le diera por pecar.
Sin duda, un lugar muy recomendable como tienda de conveniencia.

Este negocio es el mejor ejemplo de que a la crisis hay que plantarle cara.
Conozco esta tienda desde que era pequeño. Mi madre me mandaba siempre a comprar tocino, recién cortado de la pata de jamón, porque a mi padre le encantaba hacerse bocadillitos de este riquísimo manjar. Después ha ido cambiando de dueño hasta este último, que ha tenido la inteligente habilidad de adaptarse a los tiempos que corren.
Es lugar habitual de reunión con mis amigos, sobre todo los viernes, porque casi todos salimos de las respectivas oficinas a medio día. Ya sea por WhatsApp, por SMS o por teléfono (como «toa la vida») nos organizamos para tapear en «La Tiendecita», que es como la llamamos nosotros.
Además de despachar productos de alimentación (pan, huevos, leche, pasta, arroz, chacinas de todo tipo, cervezas de litro, dulces, etc.) han tenido la genial idea de sacar 3 ó 4 mesas altas a la acera para que la gente pueda beber y picotear a modo de abacería.
Puedes tomarte un botellín fresquito o una botellita de vino (te ponen tu copita de cristal), acompañado de un papelón de queso viejo, salchichón, jamón o lo que sea. También puedes pedirte unas latitas de lo que te apetezca, e incluso un cubatita después de comer. ¡Todo un lujo… muy al alcance de cualquier bolsillo… aunque sea en tiempos de crisis.