Restaurante muy bien situado, justo al lado del casino, y con una terraza muy tranquila ya que está en una calle peatonal. Había 2 menús y elegimos el más económico, 13 €. Pedimos puding de cabracho y pechuguitas rebozadas con bechamel. Todo estaba bueno pero no tenía el toque de comida casera o muy elaborada. De postre pedimos pastel de manzana y pastel de hojaldre, este ultimo muy bueno.