Ya había comentado que suelo venir a desayunar los domingos por el paisaje que ofrece. Esta vez he ido a comer. Puedes optar por dos menús, uno más barato(15 €) y otro más caro(24 €) con todo incluido. Mi pareja y yo escogimos el segundo menú. Pedí de primero sopa de pescado a la santanderina, compuesta de un caldo gordito con tropezones de pescado y marisco de calidad y excelentemente cocinados. La presentación de la sopa, en una cazuelita de afero con tapadera, hacen que la sopa además, te entre por el ojo. De segundo una lubina a la plancha, nada excepcional. Postres caseros. En definitiva, he quedado satisfecha y lo recomiendo. Cocina abierta ininterrumpidamente. Aunque el menú se termina a las 17:00h