La Llana

Bar — restaurante situado junto a la playa de La Llana, en el mismo puerto de las Salinas. Cuando digo en el mismo puerto, es literal. Por el otro lado da a la playa de la Llana, a escasos metros. Y no me gusta admitir que mucha parte de la valoración positiva del sitio, se la lleva su localización. Esto no es malo, pero aunque el balance sea bueno, hace el establecimiento mejorable en algunos puntos.
La especialidad es la brasa de carnes y pescados, que puedes ver desde las mesas. Tienen carta y menú. Los platos que vimos circular de la carta tenían una pintaza estupenda, pero como sólo probé el menú, es lo que valoraré. Por diez euros tuvimos ensalada «recientemente hecha» (sin coña, tomate recién cortado), pan tostado con aceite (y alioli para untar), bebida, primer plato de entre cinco y segundo de entre otros cinco, postre y café. Los primeros que probamos estaban muy buenos, aunque a mi gusto un pelín flojos (macarrones con atún, sopa de marisco, melón con jamón, gazpacho andaluz y salpicón de pulpo). Los segundos en cantidades justitas, pero muy buenos. Los postres no tenían pinta de ser caseros, y sin embargo no estaban mal.
Al personal se le veía un poco descoordinado entre sí, y tardaron bastante en servir cada plato, a pesar de ser un día flojillo de gente. No obstante, el trato bueno y el personal muy amable. Comimos en la terraza, a escasos metros de los barcos del puerto, con música muy agradable de fondo, nada de radio, ni ruido, ni canciones del verano.
Repetiría sin dudar, para pasar un día de playa. Estuve dudando entre las tres y las cuatro estrellas, finalmente mi balance es más bien positivo. Pero pónganse las pilas, señores, que este sitio merece pulir algunos detalles.