Viavélez

Good service. A few courses including the jamon croquette were great. Had a good bottle of wine from Mauro. The clams were way too salty. The Iberian pork shoulder salad was under seasoned. The sharing of dishes was good. The cheese plate was ordinary and the blue cheese was ammoniated.

Estupenda cena en VIAVÉLEZ, el restaurante asturiano de Paco Ron. Sábado noche y buen ambiente, la barra de la entrada y las mesas de tapeo a tope de gente. Nosotros reservamos en el comedor situado en la planta de abajo, un pequeño pero acogedor, decorado con mucho gusto.
Producto de primera en una carta de cocina asturiana clásica, pero actualizada, que se refleja en detalles como los breves puntos de cocción, o en las salsas y los guisos, convenientemente desgrasados y aligerados.
Aparte de los platos de la carta, tienen menú diario (28 €), degustación (48 €) y los domingos existe la posibilidad de reserva un menú con clásicos asturianos en el que obviamente la fabada es el plato estrella (32 €).
Nosotros cenamos a la carta. Especialmente nos gustó la posibilidad de pedir medias raciones de casi todo, lo que facilita y anima a probar más platos.
De aperitivo de la casa, una tacita de pote asturiano licuado, acompañado de una croqueta de su compango. Una delicia, y un buen preludio de lo que vendría después.
Todo en medias raciones, pedimos:
Buñuelos de bacalao, 4 piezas con un perfecto rebozado, crujientes y nada aceitosos, bien rellenos de bacalao en su punto de sal.
Fabada, pues en un restaurante asturiano es obligatorio pedirla, con unas fabes mantecosas y un compango de calidad. Sabrosa pero ligera, de las mejores que hemos probado.
Patatas a la importancia con almejas. Por unanimidad el mejor plato de la noche, con una cremosa salsa verde de mojar y mojar pan.
Merluza a la sidra. El pescado con la carne firme y bien jugosa, en su justo punto de cocción, con una salsilla con un punto ácido que realzaba su sabor a mar en lugar de ocultarlo. Extraordinaria.
Como prepostre, de parte de la casa, un chupito de coctel sólido de manzana verde, para tomar a cucharadas. Servido bien frío, casi congelado, que sirvió para bajar la comida y limpiar el paladar. Un detalle de restaurante de nivel.
De postre, una torrija caramelizada con helado de leche. Dulce, pero no empalagosa, un excelente broche final.
Tienen una carta de vinos muy completa, con referencias para todos los gustos y bolsillos. Nuestra opción fue un tinto portugués de Douro «Alonso Quijano», de Bodegas Niepoort, sedoso y agradable de beber que acompañó todos los platos a la perfección. Terminamos con un café, también acompañado de sus correspondientes mignardises.
Servicio de buena escuela, los platos servidos calientes y sin esperas. Emplatado individual, atentos a reponer pan y pendientes del cambio de platos y cubiertos. Mantelería, copas y vajilla de categoría.
En resumen, un restaurante de alta cocina en el que todo acompaña. Muchas gracias Paco, y a tu hermana Sara, por el buen rato que nos habéis hecho pasar. No nos cabe la menor duda que pronto recuperarás tu estrella Michelin.

Una de las mejores barras de Madrid para disfrutar de vinos y cervezas bien tiradas acompañadas de raciones de lujo. Son de obligado cumplimiento los chipirones encebollados, la carrillera, los callos, las sardinas ahumadas y el arroz con leche. Pero vamos que todo está realmente bueno.
Además, sitio muy bien decorado y agradable. Con buena selección de ginebras y vodkas, que hacen que siempre acabes pidiéndote una copa… o dos.

Pricey, but worth the price! ;)

A perfect place for a glass of wine and delicious Spanish cuisine. Enjoyed fancy tuna canapée and fabada (bean stew) in the taberna with a glass of Priorat red wine. Absolutely fine and doubtless in taste and products used. Very friendly service, also to foreigners. Reasonably priced. Will go there again on my next trip to Madrid!

Viavélez, para aquellos que no lo sepan, es el nombre de un pueblo costero de Asturias donde el Madrileño Paco Ron se labró durante años una reputación como cocinero con sensibilidad para los productos del mar y la cocina estacional.
Y hace ya tres años que Paco decidió volver a Madrid e instalarse junto a su hermana Sara en este local donde proponen una taberna de diseño con productos clásicos y una amplia oferta vinicola en la planta que da a la calle, y un comedor en el sótano.
Tenéis que probar su fabada, sinceramente impresionante, ademas de las patatas a la importancia, la caldereta de cigalas o los callos de bacalao con arroz de cebolla. En verano cambian su carta por una propuesta mas fresca, como es el gazpacho con mojama de barbate, las verduras asadas con anchoas, el salpicon de bogavante, la ensalada de morros con pasta trufada, el steak tartare, los salmonetes asados con emulsión de manzanilla y alioli de sus hígados, el bonito al chocolate con jugo de pimientos y para terminar, de postre uno llamado chocolate y pistachos que simula una seta.
Por diox que hambre me esta entrando, y lo mejor de todo es que su menú degustación es uno de los mas baratos de la ciudad, pues ronda por los 50 – 55 euros.

Buenos vinos, buenas cañas, buenos cavas, buena comida. En realidad no hay nada en Viavélez que no esté a un nivel altísimo, incluido, como cabía esperar, su precio.
Si andáis cortos de presupuesto, Viavélez puede ser una buena opción para los aficionados al vino, sin llegar a ser enólogos. Los camareros tienen grandes conocimientos sobre la materia y no caen en el error de aconsejar al cliente los caldos más caros.
Preparad la billetera, reservad y arreglaos un poco, que la cocina de Paco Ron bien lo vale.