Tribuetxe

We wanted our last meal in Spain to be tapas. Despite the incredible noise of this tiny bar, we decided to stick it out and order a few things… scrambled eggs with cod, squid/​shrimp/​potato skewers, and squid with sesame sauce over bread. These were simple, abundant (especially for the low price) and made us happy. As always, nobody gave us trouble for only ordering a few things, or for not ordering drinks.
The consistency in Spain of always having amazing squid was pretty impressive, but I think Tribuetxe may have had the best.

Jueves noche y ¿dónde tomamos y cenamos algo? Pues llegando a Lavapiés, me recomendaron este local.
Bastante lleno, pero pudimos hacernos un hueco en la barra. Pedimos para beber una caña y un vino, un ribera joven.
El local en sí no es nada grande, diría que minúsculo. Un par de mesas para estar de pie y la barra. Pero siendo tan pequeño, su fama es muy grande por poner unos pinchos buenísimos y haber sido durante un par de años el ganador de Tapapiés.
Ya de entrada, de tapa te ponen algo, tapas elaboradas y originales, hechas en el mismo momento, pero lo mejor es pedir alguno de los pinchos del día que tengan. Los más famosos son las berenjenas con miel de caña, que obviamente pedimos, y el cazón en adobo, pero que me quedé sin probar porque ese día no lo tenían en carta. Y es que sobre la barra y en otra pizarra frente a esta, ponen los pinchos disponibles del día, así como los vinos recomendados y seleccionados que tienen en ese momento.
El pincho del día eran alcachofas con jamón. Así que sin dudarlo, lo pedimos. Primero aparecieron las berenjenas. ¡Buenísimas! Sin nada de aceite, con una fina capa de harina y bastante hechas con su miel de caña por encima. Desaparecieron del plato en un abrir y cerrar de ojos. Con los pinchos te ponen pan y cubiertos.
Al rato, aparecieron las alcachofas. Me gustaron, pero no tanto como como las berenjenas.
Desde luego, tengo que volver a probar ese cazón en adobo y verificar si está tan bueno como el que hacía mi abuela, que ese era insuperable.

¡Qué decir de Tribuetxe! Un local que sorprende, en Lavapiés, con buena variedad de vinos, de diferentes denominaciones y unas raciones muy sabrosas. Me encantan las berenjenas con miel de caña, con un rebozado grueso pero muy melosas en el interior. Y el chipirón a la espalda es de esos para no compartir.
Lo único que yo cambiaría del menú es el flamenquín, que no me acaba de convencer.
Eso sí, este es un sitio al que evitando fines de semana comida/​cena porque, a no ser que tengas mucha suerte, será difícil que encuentres un hueco, incluso en la barra, y si vas con un grupo grande, olvídate, te quedarás con las ganas.
Larga vida al Tribuetxe.

Fantástico sitio en nuestro barrio — las tapas/​pintxos son tremend@s, y los dueños de los más majos. Encantado de tomar algo aquí cada vez que haya la posibilidad.

Llegamos aquí como destino de nuestro primer Tapapies y claro pues una al ver la tapa del anuncio y luego ver la realidad piensa que la Tapa es más pequeña de la que te esperas pero he de reconocer que está muy buena, exquisita y sobre todo muy muy colorida y llamativa
El local es un pequeño bar pero muy bien aprovechado con mesas empotradas a la pared que hacen perfecto el poder estar varios grupos con pequeña mesa para dejar toda la mercancía recopilada.

Chiquitito y escondido, pero estupendo. Pasamos de casualidad y con hambre, pedimos 4 raciones: flamenquito de la huerta, el de hongos, croquetas de boletus y cazón con pacharán. La verdad, muy rico todo. Nos atendieron súper bien. Nada caro, bien servido. Eso sí, el sitio es chiquitito. Y fuimos las 3 y media de la tarde de un viernes, no había nadie, así que de ambiente no puedo añadir mucho. Pero luego por la noche volvimos a pasar y el sitio estaba a rebosar. Si andas por la calle Tribulete, ¡prueba!

Hicimos una visita el pasado domingo al local después de leer los comentarios publicados, es un local pequeño, solo cuenta con 5 mesas altas, y una barra pequeña, pero mereció la pena la visita; probamos el pincho de chipiron a la espalda, la brocheta de gambas, chipiron y setas (ambos muy aceptables), el flamenquin (la carne un poco seca), los pimientos rellenos de puerros y gambas (muy ricos) y la berenjena con miel de caña (de 10, crujiente por fuera y tierna por dentro), la mejor que he probado hasta la fecha.
La carta de vinos es muy amplia y con precios aceptables.
Pedimos el pincho ganador de Tapapies del año pasado (zarajo de chipiron), y no lo tenían, nos comentaron que lleva mucha elaboración, y que solo lo hicieron para ese evento; aunque están pensando hacerlo una vez a la semana.
Volveremos para probar nuevos pinchos.

Just a tiny bit off the beaten path of Lavapies plaza is this pint-​sized bar. Always full, always inviting, always worth popping in, Tribuetxe serves some of best tapas in the city. Seriously! With every drink you order, one of the friendly waiters or waitresses will bring you a little plate of something delightful: tempura veggies with mayonnaise and fruit jam sauces; little bites of cabracho, a northern fish mousse; or one of a million other possibilities — all freshly prepared and worthy of being a main course on their own.
Another draw for me here is the wine list — they have all the big name Spanish wines (Rioja, Rueda, Ribera, Albariño…) and lots of the lesser known but equally delicious ones (Rias Baixas, Toro, txacoli, and so many more). And all very reasonably priced, too, especially when you think of the high quality tapa that comes with it.
They also do beautiful raciones, aka sharing plates, of everything from seafood to chicken to Chinese-​inspired dishes… and it’s already Basque-​Andalucian fusion! Seriously, just an awesome place. Worth the ten minute walk from the center and worth your money.

Gran local de tapeo en Lavapiés. Lo descubrí el año pasado durante Tapapiés donde su tapa de concurso era, sencillamente, sensacional.
Tapas originales y ricas, como las berenjenas con miel de caña o lel cazón en adobo. Una muy buena variedad de vinos de bastantes D.O. o incluso sidra natural vasca. Y la atención muy buena.
El sitio es un poco pequeño y debido a su creciente fama se llena facilmente, pero es un lugar en el que ir sí o sí cuando se tapea por la zona.

Quizá con este comentario no sea muy original ni un poeta… pero el Tribuetxe es la la leche!
SI, para mi es el mejor bar de Madrid, con la consumición te ponen un aperitivo de alta cocina… nada de unas aceitunas o un trozo de pan con chorizo… NO. Es un aperitivo elaborado, recién hecho, original.
Por ejemplo, te ponen crepes rellenos de queso, pinchitos de pollo rebozados con salsa, pan chino con una ensaladilla propia deliciosa, pastel de cabracho… Todo ello aderezado con salsas y vinagretas excelentes.
Por otro lado tienen una carta de raciones a muy buen precio totalmente recomendables, con influencias andaluces y vascas, las cuales fusionan con mucho sentido.
Otro tema muy a su favor es la amplia carta de vinos blancos y tintos, servidos a la temperatura ideal.
Y todavía hay mas! tienen txacolí y sidra natural…
Si es que no me digas que no es el bar perfecto… Si a eso añadimos la decoración, el ambiente y la música, pues que quieres que te diga… que viviría allí de viernes a domingo…
Y para terminar voy a decir la parte negativa de este bar, y es que como es tan bueno, te enganchas a la barra y no sales de ahí… vamos que no conoces mas sitios, que haces allí la noche.
Por cierto la cocina cierra a las 23.30
Quiero añadir este bar a la lista de conciertos en Lavapiés, como por ejemplo si vas al Juglar

El concepto de taberna vasco-​andaluza me parece un win ya de entrada y si además por cada consumición me pones una tapa con la que parece que vayas a ganar un concurso, pues me enamoro.
También tienen raciones. No dejéis de probar el chipirón a la espalda y el cazón en adobo fino de Montilla. Se me hace la bocota agua :)
Me da hasta penica que sea tan pequeño y que se llene tanto, bueno no me da pena, me alegra muchísimo, pero me encantaría poder disfrutar de su cocina más relajadamente porque como dicen el resto de Unilocalers, se llena y mucho… ¡normal!
Tienen sidra y txakolí y después de unas cañas pues decidimos jugárnosla con una de txakolí, pero justo ahí no nos pusieron tapa. ¿Nos estarían poniendo a prueba? ;P
Y no sé, recordando este sitio me están dando unas ganas horribles de hacerme una escapada a tierras andaluzas y otra de pintxos :)

Desde que abrió su puerta, el local se encuentra repleto de gente.
Relativamente lleva pocos meses, pero ya ha ganado la fama y buena crítica al parecer.
Mis amigos del barrio también siempre me habían hablado del local, así que por fin un buen día decidí acercarme para probar la tapa del concurso Tapapiés 2014. Se trataba de un plato de chipirones pero sensacional, y desde entonces me asomo por aquí de vez en cuando.
Dicho sea de paso, durante la jornada de Tapapiés acudí 5 veces al local con 3 grupos de amigos, es que uno de ellos quería repetirlo en tres ocasiones! esto dice mucho de su calidad.
Cuentan con un espacio diminuto alargado, por tanto disponen de sólo 5 mesas y una barra de forma de «L», y por fuera una mesa alta para fumar.
El ambiente interior es moderno y minimalista.
El dueño me cuenta que todo lo que se encuentra en el local se ha hecho a mano.
Su encanto consiste en esas tapas creativas, bien elaboradas y presentadas.
Una consumición se acompaña de una tapa y cuesta 1,30 euros. Compensa bastante teniendo en cuenta la calidad de cada aperitivo. Mi gran favorito es el marmitako de calamares, que es para chuparse los dedos.
El simpático chico de la barra, cuyo nombre es Juan, es muy atento y nunca repite la misma tapa a no ser que indiques lo contrario.
No se lleva 5 estrellas porque aún no he probado sus raciones, espero hacerlo muy pronto.
Entresemana se abre interrumpidamente, y los fines ininterrumpidamente.

Sitio pequeño pero chulo. Buena selección de vinos por copas y cerveza bien tirada. Buen aperitivo con cada consumición y carta de raciones y pinchos para acompañar que volveremos a probar otro día.

Sí, y mil veces sí. No se lleva la quinta estrella porque hicieron una cosa que me molestó levemente, pero no dudéis que se la daré de buen grado en cuanto vuelva. El Tribuetxe es un pequeñísimo (o bueno, tampoco TAN pequeño) bar en la calle Tribulete, frente al Mercado de San Fernando. No es mucho más que una habitación larga, con varias mesas para estar de pie; una barra al fondo y una cocina. Sin embargo, por aquello de que es bastante nuevo, está todo decorado con maderas y muy bien. Las mesas, incluso, diría que las han hecho a medida.
Se definen a sí mismos como (agarraos) una taberna vasco-​andaluza. Y digo agarraos no porque la combinación me parezca mala, sino porque me atrevería a decir que son dos de las cocinas que más me gustan en la península ibérica. ¿En qué se traduce esto? En una inusual y original mixtura entre el pintxo y la tapa.
En Tribuetxe, con cada consumición que pidas, te verás acompañado por algo de comer. Pero no hablo de tapas llena-​andorgas estilo platillo de patatas al all-​i-​oli, no. Hablo de auténticos pintxos bien elaborados.
Por si esto fuera poco, también tienen raciones. No cosas muy grandes ni ostentosas, pero lo que hacen… ¡lo hacen fenomenal! El cazón en adobo (bienmesabe) está fantástico, delicioso. Y el pintxo de chipirón… madre mía. Con su puntito justo de picante, el pintxo fenomenalmente cocinado. ¡¡¡INCREÍBLE!!!
El bar se llena, y cuando digo que se llena, es porque se llena bastante. A esos precios, con esos pintxos, esa calidad y habiendo sido ganadores del Tapapiés 2014, no me extraña. ¿En qué fallaron entonces? Pues en que, no sé si por un problema de afluencia de público o qué, después de un par de rondas con tapa, de pedir un par de raciones y tal, terminamos pidiendo una botella de Txakoli. Y para eso no nos cayó tapa. ¡Y eso que era una botella entera!

Taberna vasco-​andaluza estupenda. Pasábamos por allí y tuvimos que parar. Pensamos en una parada rápida, pero nos atrapó.
El lugar es pequeño pero con su decoración lo hace acogedor y para nada agobiante. ¡Me gusta el baño de las chicas con sus paredes pintadas de verde!
Bueno, vamos a lo que vamos, tienen una buena selección de vinos a buen precio. Con cada consumición cae una tapita. No penséis que es la típica tapa de pan con algo encima. Son tapas elaboradas en le momento, calentitas y originales. Y, ya que vas, siempre está guay probar uno de sus pintxos que, además, tienen un precio estupendo.
Según he visto en su face… han hecho un concurso de salmorejo y todo!!!
Yo voy a repetir.