Mercado de San Fernando

A bajar estrellas se ha dicho. Y es que por mucho que mantenga los mismos sitios, el ambiente, los precios y demás, lo que no se puede es tener tan pocos aseos para tanta gente y tan mal mantenidos o con una limpieza periódica. Además, desde hace un tiempo, parece que el Mercado está a medio reformar.
Y es que lo vivido el domingo pasado fue digno de película de terror. En los baños de mujeres, colas. En el de hombres, si conseguías no resbalar en el mar de pis que había en el suelo, te podía tocar uno de los urinarios de pared que rebosaban pis. Vamos, un «ajco».
Un poquito de mantenimiento, que no cuesta nada!!!

A note to the English-​reading Unilocalers: So the Spanish people takes naps in the afternoons. Therefore this Mercado actually closes in the middle of the day (around 4−5pm until 6:30pm) even though the hours say they are opened. The shop owners return around 5:30 to 6pm but don’t fully open until 7pm.
I really enjoyed this Mercado! It’s my favourite! It’s so small (one floor, I think) and it takes 1 minute to walk from one side to the other. It’s like a large warehouse sale. I like that it’s quiet, spacious, lots of natural sunlight.
There’s everything you need:
— a book store!
— butchers, fruits/​vegetables, cheese
— beer shop (yes! an actual shop) with beers other than Mahou
— wine store
— baked sweet goods
— artisan stores (soaps, jewellery)
In addition to:
— Carmen, the tiny café with outdoor seating. A little overpriced but there’s wifi and a clean washroom. I waited here until the Mercado re-​opened.
— Bond 40, a bar and tapas place
— a sushi restaurant!
In the centre of the Mercado is this open space with some tables. Children, teens, and families usually take up the seats. But each bar has seating of their own.

Otro mercado donde además de las tiendas de toda la vida puedes encontrar lugares donde beber o comer algo, pero con el ambiente a «barrio» de toda la vida.
Además de bares típicos de siempre hay una gran tienda de cervezas, otro de vinos y quesos, de licores, un mini-​restaurante japonés, libería. En fin, un gran lugar para pasar una tarde o una mañana de sábado.

¿Esto es posible?
¿Aún no he hecho una reseña de este mercado, al que he acudido tantas veces?
En enero de 2015 el mercado de San Fernando volvió a abrir su puerta al público después de una reforma bastante grande, entre la cual destaca la instalación del sistema eléctrica y aire acondicionado.
Aún recuerdo otras etapas del mercado.
Hacía 10 años, el mercado estaba poco animado e iban desapareciendo los locales. La gente temía lo peor, de hecho estaba a punto de cerrar su puerta para abrir un Hipercor.
Al final esto no sucedió.
Desde hace escasos años el mercado empezó a experimentar cambios positivos gracias a su genial iniciativa de alquilar puestos con un precio muy, pero que muy económico y desde entonces ha comenzado a recobrar la vida.
La verdad es que da gusto verlo tan animado y lleno de gente tras la época árida y lúgubre.
Ahora el mercado se ha convertido en un punto de encuentro sobre todo los fines de semana. En el patio suelen haber eventos, bien sea un baile bien sea un teatro.
Y otro punto fuerte es que la mayoría de los locales del mercado participe en el popular evento «Tatapiés» y se peta!!!
Aquí no hay un ambiente sofisticado ni extravagancia, tampoco es un punto turístico. Simplemente es un mercado muy cercano a nosotros, los que viven aquí.
Una larga vida para nuestro querido mercado del barrio!

Con lo que me gusta ir al mercado de mi barrio, a comprar a la carnicería, pescadería, encurtidos… Pero si a eso le añades unos cuantos bares, puestos de comida japonesa, griega, española, cerveza artesana, venta de pintxos, quesos, vinos, pan artesanal… Musica, dj’s, conciertos, espectáculos de malabares, bailes… Pues te encuentras dentro del Mercado de San Fernando.
Recomiendo especialmente el puesto de cervezas artesanas y probar la comida griega y japonesa… Pero hay multitud de puestos con cosas muy buenas.
Por cierto hay una ambiente excepcional. Totalmente recomendado

De verdad, que bien me lo he pasado siempre en este mercado. Nada que ver con los otros tan conocidos mercados de Madrid como el de San Antón, San Ildefonso o de San Miguel, también con su encanto; este mercado es de barrio, para todos los públicos, con ambiente y en el que tomarte unas cañas, unos botellines y unas raciones no supone rasgarte el bolsillo… Pollerías reconvertidas en planchas para bocatas, ultramarinos con comida casera, cerveza artesanal, paellas al instante, bailes, risas, ambiente inigualable, comida internacional… creo que lo he dicho todo. ¿De verdad que te lo quieres perder? Yo sólo veo el momento en poder volver a repetir…;)

Creo que voy a nombrarlo dentro de mis 3 sitios favoritos de domingo. Tenía muchas ganas de conocerlo porque había oído hablar mucho de él pero como me pego la mitad de los fines de semana fuera de casa, no había tenido la oportunidad.
Para tomar el vermut, la caña o el vino de rigor y además picar algo sin tener que dejarte un riñón en prenda es genial. Soy muy fan del concepto mercado pero el alejado del postureo y sobre todo de los precios abusivos, que al fin y al cabo es lo que encontramos en el centro de Madrid.
Vamos que voy a dejar caer mucho mas por allí los domingos. Un gran plan en Lavapiés.

Ce marché était situé à quelques mètres de mon appartement et on trouve de tout pour faire ses courses (légumes, fromager, boucherie). Il y a également une petite librairie, et une boutique de bière.
Il est certes moins connu et moins beau que le Mercado San Miguel mais il est très pratique pour les habitants de Lavapiès.

Mercado municipal de abastos que aúna la tradición, la modernidad y la sostenibilidad. Hay puestos de los de toda vida en los que se puede hacer la compra y hay también nuevos puestos que apuestan por los productos artesanales y locales.
Recomiendo el puesto de La Casquería, una librería al peso, las tartas de Carmen y el puesto de cervezas artesanales La Buena Pinta. Se puede ir a tomar el aperitivo y algunos domingos hay exhibiciones de swing.

Esta nueva moda que hay en los mercados madrileños de hacerlos culturales me mola mucho muchísimo, muchisísimo.
Este mercado se me hace especial especialmente por donde está ubicado: En pleno barrio de Lavapiés. Y por lo animado que suele estar (en verano no tanto).
Tienes de todo un poco de lo que suelen tener los mercados: Frutas y verduras, carnes, pescados, alimentación, mercería, zapatero, bares, tiendas especializadas y un largo etc.
El puesto que más me llamó la atención fue La Casquería. ¡Que te crees tú que te van a vender entresijos, zarajos y mollejas! Libros de segunda mano que compras al peso. Como lo lees.
Si eres amante de la cerveza, tienes un pequeño paraíso en la Buena Pinta. Pide la que quieras, que probablemente la tienen. ¡Y también la puedes degustar allí mismo!

Me encanta pasar una mañana de sábado o domingo allí en buena compañía. Siempre picas unos pinchos, te bebes una cerveza y acabas comiendo y no sé por qué el final del recorrido acaba en la Buena Pinta. Allí ya te pierdes entre sus muchas cervezas artesanales.
En definitiva, un lujo que repito siempre que puedo.

Anda que no he vivido yo tiempo en Lavapiés y había pasado mil veces por delante, pero la cosa es que hasta hace unos meses no me había dado por ir. Y claramente, ahora es mi sitio de cañas de los sábados y domingos.
Además de una oferta enorme de locales de tapas, raciones, comida para llevar, vinos vermús, cervezas artesanales y un larguísimo etcétera, están muy bien organizados y tienen un montón de promociones entre los diferentes puestos, haciendo que por ejemplo te puedas pedir la bebida en uno y elegir la tapa en otros tres o cuatro.
Para rematar, tienen un montón de actividades los fines de semana, así que además de hacer una súper compra de esas buenas buenas en las fruterías, carnicerías y demás, puedes acabar tapeando, tomándote un buen vino por muy buen precio, o incluso escuchando a un coro, viendo una exhibición de flamenco o hasta bailando swing. 100% recomendable, aunque hasta los mismísimos topes en fechas especiales

¿Plato de pollo en salsa, sushi, croquetas, bravas, cervezas o vermús, todo en un mismo mercado y sin que te pidan un riñón como en otros mercados con nombre de santo? Es posible.
Vivo enamorada de este mercado, de él en general, de sus puestos en particular: los de tapeo, los de comprar (pan de excelente calidad, por ejemplo, o cervezas raras) y hasta de sus actividades de fin de semana, que le dan muchísima vida.
Ya está hasta la bandera porque se ha corrido la voz, pero de verdad, merece mucho la pena que lo descubráis.

Parece mentira cómo ha cambiado el Mercado de San Fernando. De ser un mercado municipal en decadencia, con un montón de puestos cerrados, ha pasado a convertirse en un centro de ocio con tascas de diseño y puestos de «delicatessen». Este domingo estaba lleno. Lo positivo: el ambientazo que había. Lo negativo: ¿me cobras dos euros por un vino y no me pones una mísera aceituna de aperitivo? ¿Perdona?

Entrar buscando un café calentito y rápido antes de un taller cerquita de allí y terminar comiéndote un pincho de tortilla con un buen pedazo de pan y yo, al menos, con una Coca Cola (mi amiga con un Cola Cao…)
Íbamos mirando dónde tomar algo rápido que nos asentase el estómago mañanero y llegamos a la conclusión de que, seguramente como pasa en Valencia, mejor que en el bar de un mercado, imposible. Así que entramos y buscamos dónde tomar ese café calentito. Sin embargo, el hombre mayor que regenta el bar del mercado nos vio cara de querer algo más consistente y sin apenas darnos cuenta, nos plantó un pincho de tortilla de lo más apañao, con un buen pedazo de pan de pueblo y, para no imponernos el almuerzo completo, un Cola Cao con el que acompañar lo salado…
El señor, más majo que las pesetas y su –entendemos– mujer, simpatiquísima y una magnífica cocinera. La tortilla de patatas, mega fina y aun así, súper sabrosa. En la barra tenían varias clases esperando visitantes despistadas como nosotras: de calabaza, de patata sin cebolla y hasta de col lombarda… ¡Pintorra todas!
Tendremos que dejarnos caer por allí otra vez para probar esas delicias que, en medio de Madrid, te trasladan tanto a la esencia del pueblo.

Me encanta este mercado, que de grandes descubrimientos! Puedes encontrar lo típico de los mercados, es decir frutería, carnicería, pescadería etc. Pero luego hay unos pequeños tesoros que no pueden hacerme más feliz. LIBROS AL PESOOOOO! buaaa, brutal :) también hay una tienda llena de cosas bonitas, en el pasillo de la derecha, justo al lado del bar rollo cañí donde la tortilla no está nada mal :) y te ponen quintos que a mí me pirran.
También al lado del bar hay una frutería que tienen un montón de cosas rarunas y los sabores son una explosión tremenda, cosas de huerto de verdad sin mierdas artificiales. También la panadería tiene unos panes tremendos y unos bollos para alérgicos e intolerantes muy ricos.
Es estupendo y maravilloso echar una mañana de vermú allí :)

Lo mío sí que tiene delito, que vivo a menos de 10 minutos de aquí y aún sigo comprando las cosas en las multinacionales. Aprovechando que algunos Unilocalers iban a acercarse, me he unido a conocerlo y, para haberme encontrado con un mercado de día de diario por la mañana, he salido bastante contento.
Primero hemos ido a La Buena Pinta a que los demás se tomasen unas extrañas cervezas con curiosas etiquetas en las que salen caricaturas de personas que se parecen sospechosamente a cierto Presidente del Gobierno actual (y hasta aquí voy a leer); luego alguno ha barajado comprar ciertos productos en una tienda de productos ecológicos, pero al final lo hemos cambiado por comer en Washoku, el puesto de comida japonesa (también tienen otros productos relativos a su cultura), donde hemos dado cuenta de una comida más que decente, y de la que he tenido que salir huyendo porque casi no llego a trabajar.
Lo que más me ha chocado es que apenas había gente comprando en los puestos, lo cual difiere bastante con el recuerdo que guardo yo de otros mercados de hace muchos años, pero supongo que son los tiempos modernos. Creo que volveré algún sábado, a ver si al menos el bar que está en pleno centro está más animado, ¡hay que revitalizar estos sitios!

#JuevesdeReseña
¿Puede ser que viviendo en Madrid nunca antes hubiera pasado por este mercado? Pues así es y la verdad es que me enamoré.
Hace ya casi un par de años y a través de la colaboración de los vecinos y sus ideas, consiguieron hacerle resurgir y no solo con nuevos puestos de venta, sino que además se suman a propuestas culturales de todo tipo como los domingos de swing o el último Tapapiés al que asistí y que fue todo un éxito, de hecho, el mercado estaba lleno aquel día. ¡Qué alegría!
Entre tapa, caña y vinito pudimos conocer puestos como La Casquería, una curiosa librería donde la literatura se compra al peso ;) pero además, los libros que venden son de donaciones de aquellos que «ya no quieres» (cómo me cuesta escribir esto…).
También me emocioné al entrar en La Buena Pinta, como os comenté en su día en mi consejo, donde puedes encontrar unas 80 referencias aproximadamente y por supuesto tomarte una cerveza en su barra de madera.
Komoencasa es otro comercio muy especial, quizá por ese cuidado en realizar comida para llevar pero de calidad y de elaboración casera. Como suelo decir «hecha con amor» :)
¿Qué más podeis encontrar? Artesanía tanto de complementos como jabones o cositas para la bici, todo tipo de alimentación desde productos ecológicos hasta de comercio justo, vinos con D. O, arreglos de ropa (este me encantó), etc.
Podría ir puesto por puesto pero cada uno de ellos bien merece una reseña y además os animo a que os paséis a conocer este mercado tan especial que abre sábados y domingos hasta las 17h.