Torero

¿Eres una persona entre 20 y 45 años? ¿Te gusta OT, Gran Hermano y Belén Esteban? ¿Pasas más tiempo en el gimnasio que en la biblioteca? ¿Te parece que El Canto del Loco «son la bomba»?
Entonces aquí pudes hacer carrera, amig@.
Este es el lugar de lo fashion de todo a cien. De camisas negras con el cuello abierto y chonis que se echan brillantina en los mofletes para derrochar glamour.
¿La música? Como si hubieran pinchado Kiss FM.
¿La bebida? Como si la cogieses del depósito de tu coche.
¿El ambiente? Mucho posturitas y muchas manadas del extrarradio.
¿El precio? No recuerdo bien, sobre 10 euros.
¿El interés?
… ¿qué interés?

Discoteca en el que se pasa ante todo música española, y de pachanga. Es de esos garitos de Sol que cuentan con la ventaja de estar siempre disponibles para salir de juerga cualquier día de la semana. Cuenta con dos plantas, la de la entrada, y el sótano que con sus luces verdes pretende darle un aire vanguardista del que carece a pesar de los esfuerzos. Lo que más me llama la atención del sitio es que la gente ni baila, ni se comporta al compás de la música. No se halla ni gente pasada, ni locos, ni locas, y sus visitantes se hallan por lo general bastante tranquilos, tomándose sus copas y conversando con el de al lado con rostro serio. A pesar de sus horarios de apertura, como no siempre habilitan sus dos plantas, en muchas ocasiones el espacio se hace pequeño.

No pasan los años para este local clásico de la noche madrileña. Desde los legendarios 80 de la movida, se mantiene igual de joven, y lo digo con conocimiento de causa. Frecuenté este garito hace ya muchos años, pero hace un par de semanas volví. Habían venido unas amigas de fuera de Madrid, quedamos a cenar por el centro y luego… ¡de copas al Torero! La verdad, fue genial: estuvimos bailando como locos porque la música era muy buena y variada, desde los 80 hasta ahora. La gente también era de lo más variopinta, como yo la recordaba… Y las copas bien, creo que no dan garrafón, porque yo me tomé unas cuantas y no recuerdo haber tenido un resacón de órdago… Así que ya sabéis: el Torero sigue tan recomendable como siempre… ¡A bailar!