Toledano y Sucesores

Fachada, cuanto menos, llamativa, la de esta tienda de suvenires un tanto curiosa. Estoy segura de que todos la hemos visto alguna vez, con esas figuras apostadas en los balcones… Sin duda, hecho para llamar la atención, más aún teniendo en cuenta donde está, justo enfrente del Prado: un captaguiris en toda regla.
Pero bueno, el turismo es lo que tiene… No sólo venden aquí los típicos suvenires con el toro o la bandera española, o las casposas sevillanas, sino que también encontramos productos más elaborados (y caros), como espadas toledanas, cerámicas, joyas (perlas me Majorica, por ejemplo), etc. Todo muy barroco… Desde luego, si fuera turista en Madrid, entrar, entraría, pero no sé si compraría.

¿Quién ha pasado por el Paseo del Prado a la altura del número 20 y no se ha quedado mirando los balcones de la tienda de Arte Toledano? Yo creo que nadie. Todo el mundo que ha pasado por allí, los ha mirado y quién ha podido los ha fotografiado. En ellos podemos ver la figura de Velazquez, la de las Meninas o la de la pareja Goyesca.
Estos balcones pertenecen a la tienda de Objetos de Arte Toledano, una tienda llena de arte, que merece ser visitada. Sobre todo la parte de arriba, en la que hay una especie de museo medieval que te dejará con la boca abierta y un amplio surtido de cerámica toledana. La parte de abajo, es más de souvenirs y de productos que de baratos no tienen nada como Joyas Majorica o figuras de Nao.
Si vas al Museo del Prado no olvides entrar a esta tienda, la parte de arriba tiene mucho encanto.

Hay un tebeo de Ibáñez llamado «Horror, terror y furor», y a mi no se me ocurre una expresión mejor para calificar esta tienda. ¿Conoceis el signifcado el término «kitsch»? Pues una mierda comparado con esto.
Como si de una película de John Waters se tratase, Toledano reúné en su local lo más cutre y casposo de la historia de España. Bajo su techo, réplicas de espadas medievales conviven con miniaturas de Mussolini y figuritas de Lladró. Sirva este botón como muestra de la magnitud de lo que allí se exhibe…
Obviamente, por emplazamiento y género, el negocio está enfocado a turistas de cartera llena y excéntrico gusto. Muchas veces les he visto salir con espadones o yelmos cristianos preguntándome qué le piensan decir al de la aduana cuando les vea aparecer pertrechados como el Cid.
Yo incluiría a Objetos de Arte Toledano en el recorrido museístico de Madrid, entre el Thyssen y El Prado, para que todos recordemos cómo fuimos los españoles y no hagamos buena la máxima que dice que la historia está para repetirse.
Eso sí: las dependientas son encantadoras.