Tavita

Estoy totalmente de acuerdo con el mensaje que encierra el dicho «todo depende del cristal con que lo mires». A veces tu mirada puede ser la equivocada, pero en el caso de Tavita, curiosa y asombrosamente para mí, yo estaba en lo cierto.
Para mí Tavita era el concesionario de bicicletas donde se mostraban coches en su escaparate. Y resultó que era así. Me entró la risa cuando me lo confirmó Marcos, el dueño de Tavita.
Resulta que en el concesionario de coches de Ronda de Toledo, en uno de los escaparates acristalados, se exponen bicicletas eléctricas y skates a motor. Tras éstos, coches de la marca Ford. Pues ese escaparate no es un concesionario de coches, es la tienda de Tavita. Me pareció una idea brillante.
Las bicicletas son de aluminio homologadas, con batería de litio, autonomía de 50 km. Los precios van de 300 euros, las de 600 W de potencia, a 450 euros, las de 800 W.
También cuenta con bicis de estilo vintage sin motor. Como la roja de freno a contrapedal, réplica de la bici californiana de los años 60 donde los surfers acoplaban su tabla.
En el sótano tiene más modelos. Pero Marcos no para de sorprenderme. Tiene la franquicia de Quikpot, la marca que vende monopodes. ¿Lo qué? Una barra donde acoplar tu cámara digital para hacerte fotos, grabarte saltando con tu skate, inmortalizar tu séptima llegada a la cumbre del Everest, lo que se te ocurra. Es lo último en EEUU. Pero como tienes la suerte de leerme eres el primero en saberlo.
Primicia: La semana que viene vuela a NYC para entrevistarse con Jamiroquai. Si llega a un acuerdo con él, pondrá su careto en los skates. ¡Joder con Marcos, para que luego digan que faltan emprendedores! ¡Déjanos algo, Marquitos!