Hace años existió en la mismísima glorieta de Quevedo un Subway que hacía las delícias de aquellos que teníamos muy poquito tiempo para comer y que, además, nos gustaba comer de manera más saludable, al menos saludable por la otra opción que había. Pero, de repente ¡Zas! Quitaron el Subway y lo cambiaron por un negocio de comida turca. Poco a poco, la oferta gastronómica de comida rápida para los que trabajamos en esta parte de Madrid fue aumentando, pero, yo al menos, siempre sentí algo de añoranza por aquellos impresionantes bocadillos de pan de molde en los que tú mismo podías elegir los ingredientes y que podías hacerlos tan ligeros o tan pesados como quisieras. Afortunadamente acaban de abrir uno nuevo unos número un poco más arriba de donde estaba la ubicación inicial. Y digo, acaban de abrir, porque aún huele a pintura fresca. Este local es mucho más grande que el anterior, pero, al fin y al cabo, eso para mí es lo de menos, pues siempre los pillo para llevar, consta de una amplia entrada, bastantes mesas y sillas, sin estar apelotonadas, y al final se halla la caja y la zona donde se preparan los bocadillos. Como hacía tiempo que no venía a uno, y las últimas veces ha sido siempre fuera de España, andaba un poco desentrenado. Pero enseguida me he puesto las pilas. Un bocadillo de unos 30 cm puede salir por unos 6’50 € y uno de 15 por 3’50. Lo que incluye el bocadillo siempre es una base: pavo, jamón, pollo… y queso. Luego las verduras que prefieras: lechuga, tomate, pepino, pepinillo, aceitunas, cebolla, etc. Y una salsa. Para mí va a ser una buena opción para aquellos días de la semana en la que hago el «día sin carne» y no tengo demasiado tiempo de salir a comer.