Serafina

This bar is just downstairs from my friend’s flat and considering its location near la Puerta del Sol, which is relatively touristy, it has a very stylish appearance and atmosphere. Gin and tonics were served in massive wine glasses, a Spanish feature I much admire. The tonic was poured down a twisted mixing spoon which added to the sophisticated feel, as did our server’s knowledge of and enthusiasm for different gins from Spain and Latin America. I’d like to come back here to try the food (the croquetas are apparently good), and if you’re in the area and not sure where to try this is a good starting off point).

Es la segunda vez que voy a comer a El Serafina y en esta ocasión salgo con una mejor impresión de la visita, y es que cuando hay predisposición para ayudar, se nota. Me explico; tienen un menú por 11 € bastante chulo y currado, el problema es que para una comehierbitas como yo, las opciones se reducen considerablemente. La primera vez que fui, pregunté si existíà la posibilidad de hacer algún cambio en el menú sustituyendo algo de carnaca por una sencilla ensalada que no tuviera animalillos. La respuesta fue contundente: no. Es una de esas cosas que me cuesta entender, quizás porque no tengo un restaurante… Aún así, el hambre y la presión del grupo me llevaron de nuevo a este restaurante con encanto en las inmediaciones de Sol y como buena cabezota que soy, volví a preguntar si me podían modificar el menú, esta vez con más suerte. Disfruté de un más que aceptable salmorejo de primero, y unas berenjenas rebozadas muy ricas de segundo, pan recién hecho, bebida y postre. A todo esto, el camarero fue ENCANTADOR, y eso que eramos un grupo de 10 personas y llegamos a las 4 de la tarde!
La pena es que no tengo fotos de la comida; el hambre pudo conmigo.

He comenzado hacer una particular ruta de lo que considero un manjar de la gastronomía; sí, habéis acertado! la croqueta. Y he comenzado por el barrio de Huertas.
Así que nos acercamos a Serafina, justo en Sol. El lugar es muy bonito, grande y acogedor, con mesas altas y un comedor en la primera planta.
En cuanto a las croquetas, extraordinarias! un sabor tradicional, que recuerdan a las de abuela. La ración la ponen con un nido de patatas paja, que están muy buenas.
También probamos la cecina y el paté, todo un acierto. De precio, normal.
En definitiva, muy recomendable que os paséis a probarlas, no os arrepentiréis.
Personal agradable y buen servicio en general.

Lugar único. ¡¡Por favor si vais pedid la racion de croquetas o mini hamburguesas! Esta muy bien situado, tiene 2 plantas y el menu del dia es tremendo. Te lo pasaa de miedo con el camarero es un vacilón que no se os suba a las barbas dadle caña.
Ahora en serio, esta muy bien debeis probarlo si quereis daros un homenaje.
Encima esta cerca de todas las zonas fiestas. Perfecto para acabar bien la noche o la tarde.

I normally think 3 stars is mediocre which is what this restaurant would have received if the service was not so bad.
Food: Mediocre is the best way to describe it.
Décor: Nice cozy restaurant with decent décor
Location: Decent location considering the plaza is a couple steps away.
Service: Terrible service. We were the only ones in the restaurant and the staff ignored us so much that even when we made eye contact and I waived at them the bartender continued to talk to another staff member and ignored us. Luckily our servers were switched out mid meal but the damage was already done by that time.
This place is definitely catered to tourists. I would avoid it whether you’re a tourist or not. If you want good food and good service venture into Chueca or Malasana.

Veníamos a una celebración y elegía sitio la cumpleañera. Y la verdad es que tenía curiosidad por el sitio y sobre todo al ver las reseñas de otros Unilocalers, lo céntrico que estaba y por conocer el bar que antes ocupaba este espacio.
La verdad es que pedimos comida para parar un carro, también eramos 6, pero nos pasamos un poco. A saber: unas croquetas de jamón, una tapa de queso provolone, arron meloso, chuletón, entrecot, lomo de bacalao, nuggets de pollo y tartar de salmón.
No puedo poner queja de ninguno de los platos, todos estaban buenos y sabrosos, salvo del chuletón. Estaba algo duro y con mucho nervio, ya sé que no es el sitio para pedir un bue chuletón, he de aprender la lección.
Por lo demás, el servicio rápido y atento, tampoco es que estuviera a tope, sólo había tres mesas ocupadas en la parte superior. Y el precio ajustado a la calidad.
En resumen, un sitio mucho más vistoso, que de calidad, pero correcto.

Un des restaurant à tapas des plus modernes de Madrid.
Ici le Mojito est à 8 € mais on comprend vite pourquoi vu la taille immense du verre haha et c’est un VRAI mojito pas de doute.
Ici on était venues pour goûter les croquetas de jamon et on n’a pas été déçues. Mais la prochaine fois 4 pour deux personnes suffiront haha
Le personnel est bienveillant et génial; il y a la wifi à disposition.

This was by far the best place we ate while in Madrid! The atmosphere is great. I love that the windows completely open so that while sitting inside, you feel like you are outside. The staff was very pleasant. They were extremely nice to the both of us considering the limited Spanish that we spoke (many were able to speak English). They provided excellent suggestions on a wine selection and a dessert selection. Everything that we ate was amazing. From the provolone con setas y cebolla caramelizada to the tarta de plátano y dulce de leche casero. I very highly recommend this cute little restaurant to anyone visiting Madrid!

(3,5 estrellas)
Esta es más bien una reseña del establecimiento en sí que de la comida, porque no tuve el gusto de probarla.
El lugar es una pasada, con dos plantas, siendo la de arriba la más impresionante. Lo cierto es que en el fondo es más de lo mismo (rollo muy abierto, madera, baldosas hidráulicas, bombillas grandes y bonitas…), pero a la vez es diferente, algo que ya desde fuera se nota: no es una tasca sin más, como las que hay a su alrededor.
Y lo que pasa con estos sitios es que baratos no son, no al menos para mi bolsillo; pero reconozco que, para ofrecer lo que ofrecen y donde lo ofrecen (a tiro de gapo de Sol), los precios son buenos y la carta (y las fotos que he visto), muy interesante.
Yo estuve con varios amigos y pedimos cervezas y refresco: Alhambra 1925, 3,5 €; Mahou (tamaño entre caña y doble), 2,5 €; y refresco, 2,5 €. Todo vino acompañado de tapitas, en un par de rondas: aceitunas, minipinchos de tortilla, patatas alioli y un cuartito de sándwich con patatas fritas (de las güenas).
En resumen, bueno, (muy) bonito, pero no barato.

Buen ambiente, espacioso, centrico… este local es una delicia. La decoración es austera (la plabta superior decorada a mano por el dueño, dicho sea de paso)
Buena selección de vinos, unas tapas estupendas y, como única pega, una excesiva limpieza: los cristales de la puerta de entrada estaban tan, tan, tan limpios que me tragué la puerta de un narigazo creyendo que estaba abierta. Debo añadir que el dueño me dijo que pondría una pegatina a la altura de los ojos para evitar que se repita el accidente, pero aun así procuraré entrar con precaución.

Había visto aparecer fotografías de este restaurante por Unilocal,y la verdad es que todas me llamaban bastante la atención. Es por eso que un día fui a comer con un Unilocaler y un ex-​Yelper, y terminé sugiriendo este local, que a todos nos venía bien. El sitio es muy bonito, está reformado con lo que se lleva ahora (madera, bombillas de filamento, baldosa hidráulica –os hacéis la idea – ) y tiene una cocina vista preciosa. Aunque cuentan con un menú del día a muy buen precio, fuimos todos a por la hamburguesa (somos bastante básicos cuando nos ponemos).
Me pareció que estaba rica. Buena calidad de la carne, una especie de salsa de tomate muy rica, un pan bastante contundente y un resto de ingredientes de bastante calidad. Sin embargo, no sé el motivo, pero me supo como a poco y la carne se había quedado un pelín seca (y eso que no parecía hecha de más…). Mejoró la cosa con el postre, con un delicioso trozo de tarta de zanahoria que, aunque era bastante caro, del orden de 5 €, también era bastante grande.

Hoy hemos tenido el placer de comer en compañía de cierto CM de Unilocal en este sitio que él conocía y que queda a tiro de piedra de mi trabajo, lo cual siempre está bien, especialmente cuando me veo en la obligación de venir cada tarde a darlo todo. El local tiene un aspecto que queda entre el de un local de comida rápida y un sitio moderno de postín de los que habitan toda esta zona que acostumbra a ser trampa para turistas (aunque no es el caso).
Tienen un menú diario de 11 € que, para ser esta zona y tener la calidad que aparenta, está muy apañado de precio; hoy tenían callos con garbanzos, macarrones con tomate, brochetas de pollo y champiñón… De todas maneras nosotros somos de ideas fijas y hemos terminado los tres comiendo la hamburguesa de la casa, que incluye bacon, queso y lechuga en pan de aceite (que se rompe un poco), e incluye unas buenas patatas fritas caseras cuyo fallo es que estaba un poco saladas. La hamburguesa propiamente dicha estaba riquísima de sabor, aunque la he encontrado pequeña porque acostumbramos a comerlas más grandes en estos tiempos.
De postre (son todos caseros) hemos pedido un coulant de chocolate con helado de chocolate blanco (muy bueno), una tarta de zanahoria con cobertura cítrica (también muy buena), y un tatín de manzana con helado de violeta que me ha parecido el mejor de los aciertos: la base del tatín tenía un magnífico sabor a mantequilla que complementaba muy bien con el helado, y mira que es un sabor difícil…
Todo esto más una bebida cada uno nos ha salido por 22 € por cabeza, que sigue siendo el doble que el menú pero que probablemente merezca la pena si quieres algo elaborado.
Una cosa que me ha parecido muy buena ha sido el servicio: tienen mucha gente muy eficiente que se mueven a la velocidad del rayo entre sus dos plantas con una presteza que miedo me daba pensar que se cayesen de morros en la escalera yendo tan cargados con semejante premura.

Los precios están bastante bien y también las raciones. El atención al cliente es muy bueno. Son muy amables y al ambiente es bastante agradable también.

A principios de mes descubríamos un nuevo restaurante en pleno centro, Sol. Serafina tiene una carta de cocina mediterránea, con algunos platos que fusionan cocina internacional.
Es un sitio con decoración chula y un ambiente muy agradable, sobre todo en su planta superior con un amplio sofá Chester junto a una chimenea real que invita a disfrutar de unas copas o una tarde de tartas caseras. Un restaurante de ladrillo visto, tonos claros, madera, iluminación agradable y grandes ventanales.
El precio medio es entre 25 – 30 € y tienen menú a mediodía por 11 €.
Muy destacables sus postres caseros, sobre todo su tarta de Plátano y dulce de leche y su Tarta de queso con mermelada de frutos del bosque. Original su carrot cake, con textura peculiar. De sus platos de carta nos quedamos con Ensalada de mejillones, Foie casero, las croquetas de jamón ibérico, en cambio de las de carabineros estaban sosas, de platos principales nos gustó mucho su Tataki de atún con piparrada de pimiento amarillo.
El plato estrella, sus carnes zamoranas de calidad, muy recomendable su Chuletón de vacuno mayor de Aliste con patatas fritas que va desde 1kg a 2 kg dependiendo de la zona del corte ¡IMPRESIONANTE! se deshace la grasilla en la boca… pero pídetelo entre varios si no quieres morir en el intento.
Un sitio que situado en Sol pensarías que es para guiris, pero no. Si eres carnívoro déjate caer, y no te vayas sin probar sus tartas.