Retrogusto

Una amiga me sorprendió el domingo con una reserva para comer en un italiano. Como sorpresa tenía muy buena pinta, y si además te dice que ha hecho la reserva a través de la app de «el tenedor» y tenemos un 30% de descuento, ¡mucho mejor!
La reserva era para las 16h para tres personas, y menos mal que fuimos a esa hora porque sino no habríamos cabido.
El restaurante está en la Plaza del Biombo, una placita escondida al otro lado de la calle Mayor, justo a la altura del antiguo Ayuntamiento, en pleno corazón de los Aústrias.
El local es pequeño y no es cosa de otro mundo, pero tienen una terraza cubierta con mucho encanto.
Al entrar, nos sentaron en seguida y nos trajeron la carta. La dueña del restaurante nos explicó plato por plato e ingrediente por ingrediente todo lo que venía escrito en la carta, incluso de la zona de Italia de la que era original, ¡flipé! Todo era 100% italiano.
Las tres estábamos muertas de hambre así que pedimos en seguida. Para esperar la comida nos sirvieron unas rebanadas de con queso y cebolla caramelizada, ¿¿eso es muy italiano? No estoy muy segura…
De entrante dos piadinas de berenjena para compartir. Estaban de muerte. ¡Riquísimas! Qué cosa tan deliciosa, se me hace la boca agua sólo de pensarlo… Ñam
Como plato principal yo comí lasaña de champiñones. Estaba bastante buena, pero quizás un poco pesada (sí, se que es pasta con bechamel, y no hay cosa más pesada que éso) con tres mordiscos estabas que reventabas ya. Eso sí, sabía mucho a champiñón y estaba muy bueno.
Probé también los gnocchis que se comió amiga y el pesto me decepcionó un poco, no era nada del otro mundo. No llega a la altura del que probé en el Aió (calle Corredera de San Pablo).
Y de postre… ¡Coulant de chocolate! Muerte por chocolate asegurado. ¿Postre italiano también? Jajaja
Y lo mejor fue el precio, pagamos unos 12 € cada una. Con el 30% de descuento, por supuesto.
Lo mejor del sitio sin ninguna duda son las Piadinas (unos 5 € rondaban).
Lo que menos me gustó fue el local por dentro, le falta todo el encanto que se lleva la terraza. Sólo tienen una pequeña estanterías con libros, que para ir una tarde a tomar un café y leer un buen libro (tiene «La sombra del viento», de Carlos Ruiz Safón, entre otros) no está mal, pero como decoración de restaurante italiano no me pega mucho, la verdad.

This is a great spot to eat that’s off the beaten path in Madrid and gives you an excellent bang for your buck. The only reason I didn’t give this 5 stars is because the menus were in Italian and Spanish, but not English, and the outdoor décor was a bit dark and sparse. But overall, this was a wonderful lunch experience.
The food is made with simple elegance; I had the burrata with arugula and tomatoes. And it was just that: a large portion of delicious burrata cheese, a pile of arugula and tomatoes, and a thin crispy tortilla, all of which were drizzled with olive oil, balsamic, and spices. Truly simple, healthy, and delicious, and much cheaper than something of the same size most other places in Madrid. The foccacias also looked very tasty, and very large relative to the price.
If you want really high quality cheap eats in Madrid, then this is the place for you!