La Rollerie

La Rollerie se ha convertido en uno de mis sitios para desayunar. Entre semana, y temprano, no hay mucha gente por lo que te atienden bien y rápido. Éso le hace ganar muchos puntos para mi, ya que trabajo en la misma calle mayor y las veces que he podido escabullirme a desayunar, en la Rollerie ¡me ha sobrado tiempo y todo!
Tienen buena carta de desayunos y de brunch.
Y tienen desayuno ¡¡VEGANO! por 3 €. Me encanta. Croissant vegano con mermelada y mantequilla «vegana» y café con leche de soja. No suelo tomar mantequilla nunca, así que no la he probado, pero tengo que preguntar un día como la hacen.
También fui una vez a comer con unas compañeras del trabajo.
Como salimos a las 16h de currar, no siempre encontramos un restaurante con menú a partir de esa hora, y la Rollerie tampoco es uno de ésos. Pero como somos «unas habituales» nos hacen la promoción igual. Qué encanto de chicos.
Las pegas que he encontrado y que le quitan la quinta estrella son: el frío que hemos pasado alguna vez sentadas en la planta de la calle. No estábamos ni al lado de la puerta, que es automática y se abre cada vez que pasa alguien por la calle, pero aún así, o no ponen la calefacción o la corriente de aire es muy fuerte. Un día en particular, que nos estábamos helando era en plan, comer con la chaqueta o comer todo lo rápido posible e irnos.
Y el otro inconveniente es la cobertura. Mi amiga es una chica muy ocupada y no para de recibir llamadas, mensajes e e-​mails. En una de nuestras reuniones tubo que salir a la calle cada 5 min porque dentro del local no podía hablar por teléfono. Lo siguiente fue apagar el móvil para poder, al menos, estar sentada un rato y comer tranquila.

Me gusta mucho este lugar es la segunda vez que voy. Fuimos a tomar el brunch con una amiga y amigo decididos a comer algo de buen tamaño y decirle a mi amigo argentino que así hay que desayunar de ves en cuando.
Me desconcertó un poco porque la primera ves que fui no tuvimos el problema de entrar, esta vez nos dejaron esperando y había mesas suficientes. Nadie estaba pendiente de hacer pasar las personas al lugar. Como yo ya había estado me pase y fui donde un mesero y nos acomodo rápidamente muy amable el mismo que me atendió la primera vez, les digo la atención hace al lugar tengan cuidado.
Ordenamos tres brunch el americano, francés y criollo. Muy ricos todos como siempre, no le doy 5 estrellas porque ya ha pasado que nos traen el café antes de la comida y es un problema porque se enfría y uno se lo termina, me gaita tomar mi café con el brunch.
Es un poco costoso 15 € pero vale la pena por su tamaño y calidad d ella comida.
Ese mesero que tienen es un plus en el restaurante se ganó su buena propina.

Situación: Brunch de domingo fresco.
Llegamos al sitio en cuestión, y nos pusimos a esperar a que nos atendieran ya que tienen un cordón y un cartel que te prohíben el paso al sector de las mesas. 1) Me parece pésimo, entrar y que tengas 2×2 metros para esperar, todo comunica y eso no comunica una buena recepción, sobretodo 2) cuando te ignoran mientras esperas y nadie te atiende. Mal.
Mi amiga se salteó este cordón y fue a hablar con un mozo que nos ubicó de inmediato en una mesa. Gracias a el, se ganó una propina.
A por el brunch íbamos y eso pedimos. Francés, Americano y Criollo, porque el gusto está en la diversidad. Yo fui por el francés porque era lo más cercano a lo que estoy acostumbrado a comer en Argentina.
Lo que nos pasó fue lo siguiente y por eso pocas estrellas además del tema espera. Llegaron primero los zumos de naranja y los 3 cafés más mis dos piezas de bollería. A mis amigas nada de comida, su café se enfriaba y encima tenían hambre. El resto de los brunch tardó varios minutos más en llegar, yo ya había comido el croissant y la napolitana, y mis amigas por hambre pidieron napolitanas aparte. Bastante mal y descoordinado, deberían traer todo junto porque así uno lo pide.
Analizando un poco el brunch es un poco caro (15 €) pero trae bastante comida y yo quedé súper satisfecho. Es una buena comida para quedar lleno pero sin explotar y poder seguir el día. De sabor todo estaba muy bien y cada uno disfrutó mucho de su elección.
Otro tema, la puerta corrediza, pasaba gente por la calle y se abría cada dos segundos, por lo que el frío dominaba adentro por más que la calefacción estuviera prendida (y bien fuerte). No está bueno comer con frío, sobretodo si elijo sentarme dentro.

El local es vistoso y fuera de lo común. Sin embargo, es un espacio frío en el que apenas cuenta con fuentes de calor. Hemos comido con el abrigo y no nos han ofrecido cambiarnos de sitio. La puerta es automática y se abre con cada paseante y curioso que pasa por una calle tan transitada como es la calle Mayor. Deberían replantearse cambiar el sistema y hacer así un sitio mejor climatizado.
La carta es variada y a buen precio. Lo que más nos ha gustado ha sido la especialidad: los canel rolls.
El servicio un poco despistado y lento. No nos han sabido recomendar ni explicar los platos.
Le daremos otra oportunidad porque creemos que este sitio puede ofrecer más de lo que da actualmente, al menos, en cuanto al servicio se refiere.

Hermoso lugar justo sobre la calle Mayor, a unos pasos de la Plaza Mayor.
Ideal para desayunar.
Tiene un ambiente muy agradable, suele estar lleno de turistas por la zona donde se encuentra.
Tienen mesas de madera y una decoración muy linda.
A la entrada ponen una pizarra donde anuncian los especiales que tienen.
Fui a desayunar a eso de las 10:30am, fácil de encontrar mesa.
Pedí un desayuno La Rollerie, perfecto para xompartir entre dos personas (10,50 €). Incluye dos tazas de café, dos zumos de naranja, una cesta de pan tostadito con tomate y aceite de oliva (puedes optar por mermelada y mantequilla) y otra cesta con cuatro piezas de bollería a elegir entre rol de canela, napolitana y croissants.
Las napolitas estaban buenas, el rol de canela me pareció un poco seco, pero estaba bueno.
Tienen desayunos temáticos: español, inglés, criollo.
Hay buena variedad.
Muy recomendable.