Quirce

Solo he estado un par de veces pero el sitio me gusta mucho. Es un bar en una zona de muchos bares pero a la vez en un tramo de calle con pocos, y ¡espero que tenga éxito suficiente para seguir allí! Se especializan en los pâtés y quesos, y también vinos y bebidas interesantes.
He probado unas cervezas poco conocidas — de Valencia y Barcelona por ejemplo — o bueno, poco conocidas para mi. También hacen cocteles diferentes… Un ruso blanco con crema de orujo (¡olé!); margaritas de cactus; mojitos con sabores inusuales…
Y encima de todo eso, cada bebida viene con ¡su aperitivo! Ya que me digas tapas me tienes vencida. Y más si son como las de aquí, curradas y no la típica de un mísero trozo de pan con jamón de dudable origen encima. No, aquí he podido probar patatas revolconas, salmorejo casero, pâtés de la casa (¡también caseros!) y otras cosas. Todo muy bueno.
Último, cada vez que he estado el trato ha sido muy bueno y muy cercano. Que un camarero se dedique a explicarme todos los cocteles sin ninguna señal de impaciencia, me parece todo un win. Iros a probar, que el sitio lo merece. ¡Que se mantenga!

A mí es que si me pones tapas, me ganas. Con la primera caña nos pusieron una tapa de ensaladilla rusa muy rica, que en otros sitios ya hubieran llamado ración. Y con la segunda, nos pusieron una tapa de tortilla de patatas que a mí no me gustó porque a mi sólo me gusta la mía, pero a mis amigos les encantó. El ambiente es muy agradable y huele muy bien a nenuco, aunque si te sientas cerca del ambientador puede resultar un poco cargante. Nada que no se solucione desenchufando el chisme.