El local se encuentra bien situado, cerca de la plaza de Alonso Martínez. Aunque no es un local grande posee bastantes mesas. Podríamos decir que es de ambiente modernillo, de esos que tanto se llevan ahora. La comida es buena, no excelente, pero sí buena. El buey meloso que pedí, supuesta especialidad de la casa, estaba muy bueno, hay que reconocerlo. En general podemos decir que se sale satisfecho pero no entusiasmado. El servicio es aceptable y rápido. Tiene terraza, que siempre es un punto a favor. En cuento al precio… De media 35 € por persona. Si fueran 10 € menos se ganaríà la cuarta estrella.
Miguel Angel M.
Classificação do local: 3 Barajas, Madrid
He ido a comer con la familia y nos ha gustado. Un menú a través de una página de restaurantes que ha sido económico y todo muy rico. Desde el 1 hasta los postres, variedad de elección en los 2 platos y postres caseros muy buenos, sobre todo la torrija caramelizada. El servicio rápido y agradable.+
Sergio C.
Classificação do local: 3 Madrid
Restaurante de menú del día o de desayunos si estás por Génova. El servicio no es muy simpático, en la línea habitual de Madrid, y no te dejan sentarte en una mesa de cuatro si sólo sois dos.
Ji-hyeun K.
Classificação do local: 1 Manhattan, NY
Awful awful awful. Everything is overpriced, and the food is mediocre. Don’t go there. I’ll never go there again.
Juan D.
Classificação do local: 1 Madrid
El servicio es francamente escaso, la noche que yo estuve solo tenían a 2 personas para atender las 2 plantas que, al ser fin de semana, estaban abarrotadas, y claro, no daban abasto(tardaron 1 hora de reloj en traer la bebida). Por otro lado, se nota que los platos están hechos con productos en conserva, amén de que son escasos de lo que se supone que llevan, y si encima has tenido la mala suerte de que no te tomaran bien la nota del plato a la primera, la experiencia de que te tengan que cocinar un plato y te lo traigan cuando los demás están ya en los postres es, sinceramente, nefasta. No me gustó nada.
Carlos M.
Classificação do local: 2 Madrid
Ayer fui a cenar a este restaurante por primera vez, y me temo que por última. Pasé por delante con mi pareja, nos pareció agradable y barato y decidimos entrar a probarlo. Luego entendimos por qué era tan barato y al final no nos lo pareció tanto… El sitio estaba tranquilo, casi vacío, el diseño moderno pero elegante y la luz tenue nos invitaban a entrar a través de los grandes ventanales a la calle. El reclamo«sabor mediterráneo» también era un punto a favor, «a priori». La camarera, que parecía filipina, nos sentó y estudiamos la carta largo y tendido: había entrantes para compartir, de la huerta o del mar, carnes y pescados de segundo. Resultó que la filipina estaba sola y parecía que se había olvidado de nosotros, finalmente vino y le pedimos: dos entrantes del mar, dos platos de pescado y una botella de vino blanco para acompañar. Los entrantes vinieron rápido, tal vez demasiado, teniendo en cuenta que eran fritos: rabas con alioli y bienmesabe, no estaban mal pero tampoco deliciosos. Con los platos principales llegó la gran decepción: su nombre prometía algo mejor que ese filete de atún seco y ese trozo de bacalao con tomate, acompañado de unas patatas bastante tiesas. Los postres tampoco estaban mal, pero no eran para tirar cohetes. Al final nos salió la cena por 30 euros por persona, así que no fue tan barato como parecía, sobre todo porque nos decepcionó la comida. Como experiencia estuvo bien, pero no para repetir, aunque la camarera filipina se desvivió y hasta nos invitó a un chupito. Un restaurante que prometía y quedó en eso, en promesa, porque el servicio resulta tosco y la comida parece industrial, ni rastro de cocina casera, nos recordó a cualquier cadena tipo Vips.