Panaria

Una panadería con una decoración excelente, todo en el interior de esta es muy confortable, tienen exposiciones de fotografías que hasta si te interesan puedes comprar (por un módico precio de 50 € la pieza) y están todos los artículos de pastelería perfectamente ordenados de forma que te incitan para que compres, ya desde la entrada se ve que es una panadería moderna.
La razón por la que no calificó a esta panadería con 5 estrellas es por que una vez pedí un Muffin y el sabor me horrorizo, savia bastante mal, la verdad, era como algo sintético y la consistencia mucho peor, me recordaba al plástico.
Por ahora solo los Muffins me han parecido horribles, las demás cosas de bolleros que he probado eran mediocres, no sabían mal, pero tampoco destacan mucho.

El café muy bueno, y los bocatas también, aunque da la sensación de que se los traen preparados porque no admiten ningún cambio.
Para comer un poco justo, no tienen mucha variedad y tampoco muchas ‘raciones’, los platos se van acabando bastante rápido.
En horas punta de desayuno es un pelín agobiante, porque está hasta arriba y las chicas no dan abasto, pero el resto del tiempo es un sitio tranquilo para echar un ratillo de café y conversación.
Las camareras, excepto alguna excepción, encantadoras.

Es una franquicia. Si no esperas nada especial tendras un rato a gustito con algun croissant. Bollo o tarta. No hay mucho. Lo minimo indispensable para resolver un antojo o almuerzo improvisado. Tranquilo. Sin musica. Es la cafeteria mas luminosa de la manzana. El dueno o encargado siempre tiene una sonrisa cuando entran clientes. Hay wifi.