Alrededor de la calle Ríos Rosas, donde está este restaurante y el colegio italiano, hay un conjunto de calles que por el barrio se conocen como la Pequeña Italia. Bastantes ciudadanos transalpinos viven allí, y hay bastantes tiendas y restaurantes italianos con un nivel un poco por encima del normal. Otto e Undici es uno de ellos, con una selección de vinos italianos bastante interesante, unas pizzas grandes y sabrosas y unos platos de pasta que, aunque parezcan lo de siempre, no lo son. La lasaña, por ejemplo, la sirven en forma de flor con las mismas planchas de la pasta. Muy recomendable.