Olé Bar

stopped in on a whim as we passed: stayed for several more drinks than planned! a wide selection of simple but delicious tapas. friendly staff (and other patrons!) assisted with english translations. definitely recommend for local charm.

Entré al Olé Bar porque un amigo nos comentó que allí daban buenas tapas… y es verdad. mi sorpresa fue al comprobar que Olé Bar está en el antiguo local del El madroño donde se servía licor de ídem. Ha debido de cambiar de dueños y también algo de decoración pero no me defraudó. Las tapas de la bebida estaban ricas y eran abundantes y es una opción para tomar algo cuando se está por la zona.

Olé! Is a friendly locals bar with hip music. Any place that has mom in the kitchen serves great food and this place has the best atmosphere and fresh and tasty tapas. Worth paying for but the tapas come free with each drink! Definitely the best bar in Madrid if you are looking for a real experience. Don’t miss this one! Bar tender Mariano! Gracias!

I really like this place. It’s my favorite bar near Plaza Jacinto Benevente to have a drink pre– or post-​movie, around the corner at Cine Ideal. I really like the bartenders (it’s a nice touch that they remember me, because I’m not really there THAT frequently) and the tapas can be great. (Sometimes not so much, but often, quite good.)
One complaint: sugar? In my tinto de verano? I don’t think so.
Otherwise, highly recommended. Come in and get lost exploring all the random crap on the walls and behind the bar. Make friends with the cutie bartender and he will give you all your favorite tapas! Ask for the tosta de tortilla de patata — it’s goooood.

De acuerdo, estas en un barrio turístico, de acuerdo además en que la idiosincrasia del sitio le da un plusvalor que otros no tienen. No es la tipica decoración estandar de franquicia sacada de una revista del ikea. Tiene el negocio una decoración propia, original y sorprendente. Y no solo por las caricaturas y dibujos que inundan las paredes, sino también por las mesas, sillas, el hecho extravagante de no tener tele más que una tele de los ochenta diminuta con una pegatina plantada en la pantalla como si fuera un elemento decorativo. Bastante intimo, además, con poco aforo que te hacía estar relajado en una conversación sin distracciones. En fin, que es un lugar precioso, insolito y singular donde tomar algo. Con elementos vintages, retro o directamente añejos de anticuario.
Cierto es además, que ponen tapa con la consumición. Que se le va a hacer, mala suerte la nuestra que a similitud de Sin Chan y Ferran Adriá no nos gusta el pimiento. Allí se quedo el canapé de pimiento de piquillo relleno de atún. En otros sitios con más mano izquierda suelen preguntar si quieres otra cosita para acompañar. Pero como la tapa es un regalo del dueño que ni se pide ni se exige, nada reprochable pues.
Lo que si entra en capitulo de debate y sana crítica es si una caña en vaso de caña te pueden sacar 2 €. Indistintamente de que no estuviéramos en barra y optáramos por sentarnos en una mesa. ¡Majo, que esta no es la plaza de Santa Ana! Ignoro si es la tarifa tipo o nos cobro la bajada de bandera y el suplemento de mesa/​terraza. Caro en exceso para una caña que cuesta tirarla menos de un €.
Sitio chulo pues sí, al que salvo hecatombe dejaré un tiempo antes de devolverle otra visita.

Estábamos dando una vuelta por la plaza de Benavente y nos entró una sed tremenda, por lo que lo más cercano era este bar que conocía mi amiga, me dijo que me iba a encantar y así fue.
La decoración es una chulada, muy original con caricaturas de personajes ilustres.
Nos tomamos un par de cañas con su aperitivo y nos fuimos, pero me quedaron muchas ganas de volver porque es un sitio para sorprender a cualquiera.

El domingo despues del rastro y del tradicional pollo asado tras rastro, acabamos tomando café en el Bar Olé, comenzó a llover y ninguna de las cafeterias del entorno de la plaza Myor nos convencieron. Son para «guiris».
El local es curioso tiene una sala interior decorada como si fuera un coso taurino, en el se representan caricaturizados gente conocida, the Beathes, Elton John, Beyonce, etc. Unos más currados y con más acierto que otros. Incluida la representación del maligno!
Sillas de jardín de hierro lacadas en blanco con los culos de lunares rojos completan la decoración de este saloncito.
La tarde fue agradable, estábamos solos, y nos apalancamos un par de horas con el café. De precio está bien, no es excesivamente barato, pero tampoco es el robo de la plaza Mayor o Santa Ana.

Bar para tapear. Aunque cobran las cañas más caras, son generosos en las tapas que ponen: tortilla, ensaladilla, lacón, embutidos, etc. Se puede cenar sólo con el acompañamiento de las bebidas. Aunque por fuera parece el lugar más castizo de la zona, su interior se encuentra reformado, y sus paredes llenas de caricaturas de los personajes más influyentes de la actualidad y del pasado siglo.
La atención es buena, y a pesar de su generosidad con las tapas no se relajan a la hora de tirar las cañas, destacando sobre todos los demás de la zona. Otra de sus principales ventajas es su horario, siempre está disponible, también en invierno. Por lo que si te encuentras en el centro de Madrid y quieres un sitio cómodo con las garantías suficientes para ese hábito tan español de «tomar algo»… No falla.

Service sumpa pour ce Petit bar sans prétention et très espagnol.
Bön menu a 9EUR le midi.

Bar tres sympa et pas cher a deux pas de la plaza mayor: ²⁄₃ euros la consommation avec tapas inclus !!