This was my favourite place to dance when I lived in Madrid(2003 – 2006). The queues were disgustingly long to get in but once in, the music and the people were worth it! I actually lived on the same street so it was quite easy for me to come crawling out of there to get home ;)
Elena M.
Classificação do local: 5 Madrid
Sin duda uno de mis lugares favoritos del barrio de Masalaña para ver a la gente y dejarse ver. Tiene una de las mejores acústicas para conciertos y es una sala estupenda para echarte unos bailes. Sin duda es emblemática y hay que cuidar de ella para que muchas y muchas generaciones puedan tener a esta sala como punto neurálgico de sus noches madrileñas
Lolo R.
Classificação do local: 4 Madrid
El Nasti es uno de esos pocos lugares que puede enorgullecerse de haber visto pasar ante sí generaciones enteras de modernos y seguir en pie, impertérrito. Ya desde que las gentes del barrio y sus hijos adoptivos de fin de semana lo conociesen como«La Maravillas» ha llovido mucho. Y sin embargo el Nasti no ha dejado de ser en ningún momento punto neurálgico del moderneo capitalino, que sigue atestando su cola así llueva, truene o haga un calor de morirse. Por hacer un poco de memoria, incluso ha conseguido resistir las embestidas del Ayuntamiento de la Madrid, que durante un tiempo tenía al barrio en la punta de mira, y el Nasti se convirtió en un bastión de la resistencia a la autoridad haciendo suya la conocidísima canción de Los Punsetes ‘Dos Policías’. Con su reciente reforma para insonorizar la sala y cambiar el equipo de sonido, el local ha ganado enteros. Su apretada agenda sigue programando conciertos a diestro y siniestro, mostrando así su apoyo a la música independiente, y otra vez vuelve a estar abierto hasta altas horas de la madrugada. Pese a que tuvo sus altibajos, el Nasti ha vuelto cual Ave Fénix: resurgiendo de sus cenizas. Y nosotros que bailotearemos allí para celebrarlo.
Andrea H.
Classificação do local: 4 Madrid
Una sesión que retumba en tu cabeza, esos momentos de «tun tun» que te hacen vivir un poco más en condiciones normales de presión y temperatura. Las luces que rebotan en tu cabeza iluminan los ojos de los que bailan hasta altas horas sin saber que son mirados. Y ahí estas tu, mimetizándote con las paredes fucsias del local. Con visión panorámica recorres la sala buscando cómplices y recibes manos de personas solidarias al baile; dos movimientos bien dados son bailes para serpientes, dos gestos bien provocados son fuerzas que mueven esfinges. A esas horas en las que piensas que estarías mejor en otra parte, ponen la canción que estabas esperando, y sales a través de las puertas del baño rojo para mezclarte con el ambiente. Ahí estás tu, ahí estoy yo, ahí está todo Madrid.
Daniel H.
Classificação do local: 4 Madrid
Centro neurálgico de la modernidad desde los 90 cuando era denominada Sala Maravillas, desde donde casi se le puede considerar la cuna del indie español. Al cambiar de nombre casi con el cambio de milenio sigue conservando las características que le dieron fama: música alternativa, clientela a la última, una cuota de famoseo(puedes encontrarte desde un Vigalondo, a los actores de Muchachada Nui), y muchas ganas de pasarlo bien hasta el cierre a las seis de la mañana. En pleno corazón de Malasaña es un sitio obligado si tus intereses musicales son estos. También suele tener una programación bastante activa en conciertos. Con el reciente cambio de equipo de sonido ha ganado mucho en este aspecto.
Sandra B.
Classificação do local: 3 Madrid
Paraiso del poperismo, los modernos y gafapastas varios, Nasti es uno de los bares con más afluencia del barrio de Malasaña. En gran medida es porque es uno de los que cierra tarde, así que a partir de las 2:30 o 3:00 de la mañana la cola que se forma en la puerta es admirable. Hay que pagar entrada aunque sea tarde, de eso se aprovechan, pero al menos tienes consumición incluida. La música es bastante variada, dentro de que sabemos que estamos en Malasaña, pero hay desde brit-pop a electrónica, y mucho volumen. No soy una gran fan del Nasti, pero cuando he salido por ese barrio con la gente de la facultad tendemos a acabar allí, no hay demasiadas opciones, y para ir de vez en cuando es un sitio divertido.
Andrea A.
Classificação do local: 3 Madrid
Modernos del mundo, uníos e id al Nasti. Yo este tipo de locales los piso sólo dependiendo de la gente con la que salga, soy bastante abierta musicalmente entonces no tengo reparos casi nunca en cambiar de ambientes, pero a veces la gente que hay en determinados locales me tira p’atrás. El Nasti está hecho por y para modernos y a veces te puedes sentir fuera de lugar, aunque he estado en sitios con muchos más ‘personajes’ que este local.
Nabor R.
Classificação do local: 2 Madrid
Epicentro del moderneo en la capital. Aunque últimamente Charada le está comiendo la tostada, la gente le sigue siendo fiel. La música depende del día y del disc-jockey invitado, pero generalmente se mueven desde le brit-pop hasta la electrónica. Para mí fue una sorpresa encontrarme una noche con el mismísimo Alberto García-Álix, quien muy generosamente aceptó hacerme una foto con mi teléfono móvil, instantánea que aún conservo como un tesoro; en cambio, rechazó que le invitase a una copa, seguramente sabiendo que el alcohol no es, que digamos, de muy buena calidad. La media de edad es de veinticinco años, o menos: lo suficiente como para encontrarse a un artista como García Álix y no saber quién es.
Zarnig
Classificação do local: 4 Madrid
Nasti Club es de esos garitos con una personalidad arrolladora, cosa que es de agradecer, pues cada vez proliferan más los bares de copas y discoteca sin sustancia alguna. Cierto es que en Malasaña abundan los lugares de marcado carácter y con unas señas de identidad totalmente significativas, pero pocos, muy pocos, son discotecas en las que bailar hasta las mil, como es el caso del Nasti. No obstante, últimamente, la policía lo viene cerrando unas cuantas horas antes de lo que era habitual(que humillante es que te arrastren casi de los pelos, cubata en mano, cuando todavía te queda cuerda para rato), hecho que ha llevado a sus responsables a mandar comunicados vía newsletter y a organizar fiestas bajo el lema ‘Free Nasti, Free Malasaña’. Algo tan auténtico que sólo podía promover un local de música electrónica indie y público variopinto, retro y modernete que baila incansable aunque el calor de la sala sea insoportable. Lo am