Nabucco

Entramos de casualidad porque el precio nos sorprendió mucho. Esperábamos algo mucho mas caro teniendo la estética que tenía.
El ambiente es muy bueno, ideal para una cita, tienes de sobra intimidad y el trato de los camareros es fabuloso (a nosotros nos estuvo recomendando un camarero con acento italiano que parecía que sabía de lo que hablaba).
La comida era bastante buena, no la mejor, simplemente buena. El precio es bastante económico.
Si tienes una primera cita y quieres ir a un sitio bonito e íntimo en el que comerás bien pero no te dolerá la cartera al salir, ve a este restaurante.

Horroroso, es le peor restaurante y el peor servicio que he tenido en mi vida.
Camareros desagradables, dueño aun mas desagradable, comida fría y muy muy cara.
Es de los pocos lugares de los que me arrepiento de haber ido.

Cuando pasamos por delante de la puerta y miramos los precios, no podíamos creerlo. Imaginábamos que por su aspecto, la comida sería mucho más cara, pero no. Lo cierto es que no son las mejores pizzas que he probado, pero son grandes y por una vez, el ambiente merece la pena. Los camareros son muy amables, y la atmósfera muy íntima. Igual tuvimos suerte porque cuando entramos estaba muy vacío, pero cené francamente muy agusto en este sitio. Como han dicho por ahí abajo, recomendable para una primera cita o una cena tranquila.

Tengo que reconocer que estaba todo muy bueno, pero las raciones eran tan pequeñas que salí bastante descontenta. Aun con todo, los crepes de zuccini y brie muy buenos y la tarta tatin deliciosa.

Por su aspecto interior y exterior, por su servicio y por su comida pensé que iba a pagar más de lo que realmente luego fue.
El restaurante está decorado cuidadosamente, lo que lo convierte en un lugar muy a tener en cuenta para, por ejemplo, una primera cita o una cena con tu pareja. Agradable y tranquilo, como todo buen italiano parte de su carta se basa en las especialidades del país transalpino, a saber: pasta en sus diferentes modalidades, pizzas y ensaladas varias. En mi caso, probé unos gnocchis con queso y una pizza cuatro estaciones que estaban bastante bien. Quizá no sean los mejores que he probado, pero no andaban desencaminados.
El servicio fue muy atento en todo momento con nosotros, nos hiceron sentirnos realmente bien y a gusto. Además de los platos, tomamos una botella de vino y postre y salimos por alrededor de 22 euros por cabeza. Como he dicho antes, me esperaba más, especialmente por el tipo de restaurante que te viene a la cabeza según entras, serio, con sus velas y sus camareros elegantemente uniformados. Mejor para mi bolsillo.

En Alonso Martinez encontramos un restaurante de comida italiana no perteneciente a las cadenas que estan proliferando ultimamente con este tipo de cocina.
Alonso Martinez es una zona bien comunicada de la capital, que asa su fuerte de ocio, ademas de los locales de comida que se encuentran, en el afluvio de locales nocturnos que hay por la zona, es una zona con muchos locales y de diversa consideracion. Especialmente no es una zona que me entusiasme, pero si que es verdad que mucha gente, no opina como yo, sino no se encontraria tan llena siempre.
Buena opcion para salir a cenar.
En este local tenemos una buena oferta para comer, aunque no es de los mejores restaurantes del tipo al que he ido, guarda el tipo con un suficiente, comida no demasiado inspirada aunque no determinante, correctos en el trato con una inclinacion un poco marcada por la soez.
Lo que pude probar no se encontraba malo, fue pasta y algo de risoto, nada de otro mundo, pero les faltaba un algo.
No recomiendo abiertamente el local aunque bien es cierto que para comer algo sin demasiada exigencia cumple de sobra. Ademas es mas o menos caro, manteniendose en la linea de gasto. 20 euros por persona deberia ser suficiente para saldar nuestra deuda con el local.