Supongo que el nombre de esta calle se debe a que aquí siempre han abundado las tabernillas, pero lo mejor es que siguen surgiendo nuevos locales que continúan la tradición. Hoy he descubierto uno nuevo, que me ha gustado bastante. Se trata de un garito estrecho y largo, que penetra en el edificio como un pasillo. Primero cruzamos ante la barra, por un estrecho espacio y llegamos al final, donde se abre una pequeña sala con mesas bajas y una nube de bombillas en el techo. El rincón resulta acogedor, bastante alternativo y hasta encantador, tal vez por lo inesperado, por estar tan escondido. Nos hemos tomado un vermú, también podíamos haber tomado una caña o un vino… Queríamos picar algo y anunciaban hummus y guacamole a 3 euros, pero lo único que hemos podido comer ha sido un pincho de tortilla de patata con chorizo. La verdad, estaba buena y hemos pasado un buen rato, en un lugar cómodo y moderno, con música tranquila de fondo que no impedía hablar ni hacía necesario gritar. Un sitio agradable y diferente al que pronto espero volver, siempre se agradece descubrir sorpresas así.
Carmen P.
Classificação do local: 3 Madrid
Un agradable local al que sólo van quienes lo conocen, pues no pilla demasiado de paso, pese a estar tan cerca del bullicio de la latina. Tiene una decoración que recuerda a un almacen o un loft con ladrillo visto, que le da el punto bohemio que suponemos buscaba el dueño con ese nombre. Frecuentado por niños y niñas monas, es bastante agobiante cuando se llena, especialmente la zona de la barra, no cierra tarde, pero es agradable para las primeras copas.
Alberto P.
Classificação do local: 4 Madrid
Este es uno de los primeros locales de los que yo denomino la «latina pobre», para diferenciarla de la «latina pija,(la que se extiende por la plaza de la paja y alrededores), más cercanos a la plaza de San Andrés. La latina pobre es más auténtica e interesante. Los locales de esta zona acogen a un público que le gusta disfrutar alejado de las masas y la tontería, de manera tranquila o animada. El N de T, nota de autor, es para los más tranquilitos y sibaritas; Mojitos, carta de ginebras, tostas de guacamole, humus. A mi me gusta más por la noche, pero también es muy agradable para los amantes de la caféína por sus tartas. En las mesas hay inscripciones de textos de novelas, de teatro, de reflexiones de autores, y en las paredes exposiciones de artistas del barrio o amigos de los dueños que van cambiando periódicamente. Pues aquí tienes un primer punto de partida para descubrir la otra latina.