My Veg

Estuvo mucho mejor la primera vez.
Servicio deficiente (todo muy deprisa y sin cuidar detalles) y la verdura, aunque buena, demasiado camuflada. Creo sinceramente que ha perdido

Very beautiful décor, but sometimes it can get crowded so make sure to make a reservation. The food quality was amazing, but the portions are not big at all, so at the end, you would end up spending more money if you are a big eater. Definitely had options for meat eaters as well.

Llegue hasta aquí por recomendación Unilocal y la verdad es que no me equivoque para nada.
Fuimos a almorzar un día entresemana por lo que existe un menú por 15 € (bebidas no incluidas) que está exquisito y muy bien de precio.
El local tiene una decoración cuidada, de estilo moderno pero sin dejar de ser coqueto.
El servicio totalmente atento y con una sonrisa permanente en la cara.
La verdad es que fue todo un descubrimiento donde sé que volveré
El menú que pude degustar consistía en un chupito de crema de esparragos como aperitivo, como plato principal yo me decidí por unas cebolletas con verduras y mi amiga por un salmorejo (ambos muy ricos)
De segundo ambas nos decidimos por unos chipirones a la plancha con aguacate y tomate (muy muy bueno)
Y de postre un yogurt con piña y tomate (todo casero y con una mezcla de sabores que me gustaron)
Como digo recomiendo sin duda el lugar.

Sitio estupendo para ir si quieres comer algo sano. No es vegetariano 100% si no que tienen opciones de pescado. Comida muy sabrosa y muy económico!

Llamándose myVeg y con un eslogan como «El placer de las verduras», no esperaba encontrarme con una carta omnívora sin apenas platos vegetarianos.
Después de la decepción inicial pedí unas judías blancas deliciosas que me devolvieron el buen humor. La materia prima es buena, el servicio correcto y el ambiente agradable.

This place is great but, it is not entirely vegetarian as the name and websites lead on. Service excellent and the wait staff are pretty good with English. Location and cleanliness of restaurant is excellent, a bit pricey but worth it. Try the Salmorejo… I would fly back to Madrid just for one bowl!

No es un vegetariano! La verdura es una parte esencial de su carta y está presente en casi todos sus platos. Apuestan por lo natural, lo ecológico y lo saludable. Sus cartas en trozos de cartón, el pan envuelto en papel reciclado, las servilletas de lino, el ambiente relajado y limpio, todo es parte del mismo concepto.
Súper recomendables sus calditos, la coca, los chipirones con guacamole, el taco de atún y las carrilleras! Ahora qué os recomiendo que dejéis sitio para el postre porque tienen preparada una mouse de crema catalana con sorbete de limón, que es todo amor! Comida sana y sabrosa en cualquiera de sus opciones de menú! Aparte los camareros son de lo más amable, dispuestos aconsejarte y atenderte siempre con una sonrisa.
Encantada de la vida me he quedado con el descubrimiento… Se ha convertido en uno de mis imprescindibles en querida Malasaña!

Lindo lugar, buena comida pero no es vegetariano, tiene algunas opciones vegetarianas, vale la pena.

Excelente comida! Muy original, muy saludable y muy deliciosa. La recomiendo 100%. Normalmente no soy muy fanática de los vegetales, pero cada plato que probé estaba mas delicioso que otro. De postre les recomiendo la tartaleta de manzana.

Erróneamente, muchas personas creen que este lugar es vegetariano. Pues no, es experto en verduras, pero también cocinan carne o pescado. Por supuesto, en un sitio así también puedes basar tu menú enteramente en las verduras, sin comer nada de origen animal, pero para los despistados, no es un vegetariano al uso.
Fuimos un día, a comer de menú del día. El lugar es enorme, gigante, y muy bonito. Suelo de madera, mesas de diferentes tamaños, servilletas de tela que se asemejan a paños de cocina. ¡Me encantó! Ya directamente en la mesa tienes dos trozos de pan por comensal envueltos en papel, y es buen pan, nada comparable a lo que estás acostumbrado en otros lugares. De beber tomamos una botella de agua, del grifo, que fue lo primero que nos trajeron (sin pedirlo, punto a favor) y nos pareció bien.
Tomamos dos menús del día, que constan de tres platos. Cantidades justitas (de ahí que no se lleve la quinta estrella) para el precio que tiene el menú 15 €. Sales satisfecho, no lleno. También es un menú del día, así que va bien que sea ligero y no una cosa súper exagerada.
Yo tomé la crema de verduras (un chupito) y quiche, muy rica; los guisantes con huevo, que me gustaron mucho; y el pastel frito de salmón, que no estaba malo, pero no me terminó de matar. Con frito es que viene empanado, y al final me resultó un poco mazacote. El postre, eso sí, la torrija con helado de mandarina estaba como para soltar lágrimas cada vez que te lo comías. Qué rico, qué barbaridad, qué maravilla.
También tomé café muy rico. Comida bien, restaurante bien, servicio más que bien. Todo por 15 € por persona, volveré, sin duda.

Buscando vegetarianos encuentras myVeg. Y al ver la carta sorprende contar con unos pocos primeros platos vegetarianos y con bastantes más segundos platos de carne y pescado. Por lo tanto lo de vegetariano. … como que no.
Aún así sin ser lo que buscaba comimos bastante bien. Una ensalada con setas (viva el otoño), tomates secos y queso para empezar. Unas albóndigas de bacalao, unas carrilleras con salsa agridulce y unos chipirones rellenos para continuar.
Y por si fuera poco una tarta de manzana con helado para terminar. El café lavazza también muy rico. No tomamos vino, pero tenían una carta suficiente para elegir.
El local a escasos metros de fuencarral, gran vía, hortaleza, … ideal para luego pasar la tarde. Hacía un poco de frío y la decoración minimalista no ayudaba a aportar calor.
El precio ventitantos por persona, sin vino y compartiendo el primero… mmmm.

Fuimos allí a hacer una comida de trabajo y al principio hubo muchas quejas por el nombre, sobre todo los gañanes se quejaban de que iban a comer verduras y que luego se iban a ir al burger a comer de verdad (no preguntéis, mi vida es dura). Por el nombre del sitio puedes pensar que es vegetariano, cuando en realidad son especialistas en verduras, ay, las cocinan fenomenal y están riquísimas.
Fuimos a menú porque era más cómodo para todos y nos pusieron en una zona algo alejada de las demás mesas dónde estuvimos muy bien. Creo recordar que por 15 euros tuvimos el menú y cerveza/​vino con la comida.
El menú satisfizo a todos y había unos chipirones con aguacate (si escucho la palabra aguacate dejo de escuchar y pido eso, sea lo que sea que lleve el resto) y me encantaron, ay, sueño con esos chipirones.
Al final salimos todos de allí contentos y no hubo que ir a ningún otro sitio a re-​comer.
He ido después un par de veces a mediodía y el menú siempre está fenomenal.
Es un sitio tranquilo y muy agradable.

Bueno a mi siempre me cuesta dar las 5 estrellas pero este sitio se merece 6!!! Fui con unos amigos y nos encantó, yo al principio al ver los platos pense que me iba a quedar con hambre pero sali llena!
La comida esta buenisima, los gabranzos guisados y la coliflor son bacalao increibles me parece un concepto muy original.
El ambiente es muy acogedor muy natural, como a mi me gusta, me quede con ganas de estar en la terraza pero bueno eso otra vez será.
El trato por parte del personal es inmejorable y los paquetitos de pan mmm una delicia nada mas verlos quiero abrirlos aunque ya sepa lo que hay :).
Sin duda lo recomiendo encarecidamente y ojo que no solo hay verduras animaros.

Mi vegetariano favorito!!!
En realidad no es un vegetariano en sí, se consideran especialistas en verduras (y lo son). Tienen muchos platos veg pero tambien tienen platos con carne.
Es un remanso de paz en pleno centro de madrid. Es un local alargado con pocas mesas. Espacioso, la decoración muy cuidada. Es uno de esos locales que cuando entras piensas: «muy bonito, ya veras como la comida esta regular». ERROR. Aquí lo mejor es la comida. Simplemente todo esta bueno.
Ofrecen menu diario por 15 euros, que para la calidad de los platos me parece un precio buenísimo. Dan desayunos, que no he probado, pero me han dicho que estan de lujo.
En cuanto a la carta:
Las cremas estan riquisimas: guisantes, calabaza… Son sabrosas sin estar muy condimentadas.
Las ensaladas de rechupete, sobre todo la Cesar (que aqui la hace sublime) y la de setas aún mas sabrosa si cabe.
Los platos vegetarianos son muy sabrosos (dan ganas de hacerse vegetariano): pochas guisadas, esparragos frescos de navarra…
Los segundos superan a los primeros: el pollo al chilindrón con polenta, la carrillera en salsa agridulce, los chipirones a la plancha con tartar de aguacate…
Y ya el orgasmo para el paladar viene con el postre: lo mejor la tarta fina de manzana caliente con toque de canela, espectacular.
En definitiva, si buscais un buen sitio para comer o cenar por el centro y salir con el hipotálamo dando volteretas de placer, esta es una gran opción.

Segunda vez que voy a myVeg, la comida es sublime!
Esta segunda vez le voy a poner un «pero», y por eso no le pongo 5 estrellas.
Fuimos cuatro personas, empezamos la comida bien, ensalada de setas espectacular, y salmón marinado con mantequilla de acompañamiento muy correcto también.
De segundo, conejo rebozado con panko, chipirones con aguacate, callos y coca de setas, rúcula, tomate seco y parmesano. Lo único «malo» se lo pongo a los callos que eran mas dulces que picantes, y unos callos que no piquen un poco pues… eso.
Ahora viene el pero, pedimos de postre tarta de zanahoria y soufflé de chocolate. La camarera nos avisa de que el soufflé tardará unos 8 minutos porque va al horno, perfecto esperamos. Esos 8 minutos se convierten en 30 y porque nos da por preguntar a otro camarero y nos dice que ya sale que lo siente, la camarera que nos atendía ni una sola explicación. Total que después de 30 min nos comemos los postres y estaban bastante buenos. Nos traen la cuenta y no nos pusieron el soufflé por la molestias, asi que bien. Lo peor de todo es que la camarera no se si le caimos mal o algo, porque al marcharnos nos despedimos los 4 y no nos dice nada, es mas nos miró bastante mal. Una pena porque los otros dos camareros fueron bastante agradables.

Estupendo sitio para ir a cenar.
La comida riquísima y el servicio estupendo.
Decoración interior moderna y agradable.
Buena calidad/​precio.
En verano la terraza es muy agradable.

Las alcachofas, los chipirones y el albariño muy bien. La tarta de manzana de primera. Buen servicio y muy agradable. Volveremos.

Siendo de familia de la Ribera de Navarra, nuestras expectativas en torno a un restaurante especializado en la verdura fresca eran francamente altas. Habíamos oído de unos amigos que un chico de Iruña había montado MyVeg y nos decidimos a probar.
La primera sorpresa fue el amplio protagonismo de la verdura (fresca, de máxima calidad y proviniente de la magnífica huerta navarra) pero sin dejar de lado la carne y el pescado. El elemento vegetal es el rey de la carta, pero se integra a la perfección con el resto de alimentos.
Por 15 € disfrutamos de un menú del día de «aperitivo», «picoteo», primero, segundo y postre. Los platos combinan lo tradicional de la cocina Navarra (verdura en su punto, que quizás puede sorprender por estar al dente al comensal no habituado) sin aspavientos ni pretensiones. Cocina de calidad, sincera y tradicional, pero con un enfoque y presentación actuales
La mejor opción es que cada persona pida un plato del menú para luego poder compartir, ¡merece la pena probarlo todo! Puedo decir que los guisantes con su crema y huevo escalfado son los mejores que he probado en mi vida, las alcachofas de la menestra dignas competidoras de las que prepara mi abuela y los chipirones con aguacate y tomate de ensalada una muy grata sorpresa. Mención aparte para la lasaña vegetal, con un tomate casero con orégano que estaba delicioso.
Nosotros tenemos claro que volveremos. ¡Enhorabuena MyVeg!

«My Veg» ha sido un descubrimiento. Mira que conozco la zona, pero no podría haber dicho en qué parte de Madrid se encuentra la calle Valverde. Pues, en esta zona tranquila detrás de la Telefónica cenamos estupendamente.
Por el nombre me había esperado un restaurante vegetariano, pero resulta que le dan mucho protagonismo a la verdura sin olvidarse de la carne y del pescado. En la carta pequeña pero selecta había un poco de todo.
El restaurante en si consiste de varias salas en torno a un patio interior (no sirve de jardín), con decoración minimalista en blanco sobre suelo oscuro. La presentación de la mesa y de la carta gira en torno del reciclaje, aprovechando cartones como soporte del menú. Este punto tenía su gracia. El pan envuelto en papel marrón.
No he probado los dulces, pero los otros me tentaron a lo grande con sus halagos.
El único punto que tendrían que mejorar es la acústica. Solamente había dos mesas ocupadas, pero tenía problemas para seguir la conversación.
A pesar de eso se merecen las cinco estrellas … El encanto, la profesionalidad y la amabilidad del personal hicieron el resto.
Francamente, ¡me ha encantado!