Museo ABC

Este pequeño museo, propiedad del periódico ABC, cuenta con varios espacios en los que se organizan muestras y exposiciones de distinto tipo.
En mi última visita a la ciudad, acudí a este museo atraída por una exposición de ilustraciones de Alicia en el Pais de las Maravillas que resultó ser bastante interesante. La muestra reunía distintos tipos de ilustraciones en varios soportes y materiales tomando como inspiración común el archiconocido libro de Lewis Carroll. Además, aprovechando que había otras exposiciones en la planta inferior del edificio, aprovechamos para visitarlas también.
El edificio es de arquitectura bastante moderna y resulta curioso sobre todo ver cómo está integrado en un pequeño patio con las otras viviendas que tiene a su alrededor. Además de los espacios para exposiciones cuenta también con una tienda en la zona de la entrada donde venden mucho material relacionado con las exposiciones que tengan en el momento.

Madrid cuenta con un montón de museos, a cada cual más interesante y más desconocido. Muchos madrileños tienen cerca un museo y por desconocimiento o quizás por pereza no los visitan, y es una lástima, porque muchos, como este Museo ABC son una verdadera joya, tanto por el edificio en el que está como por las exposiciones que organizan.
A un paso del Centro Cultural Conde Duque se encuentra el edificio de lo que allá por el Siglo XIX fue la fábrica de cervezas Mahou, proyectado por el mismo arquitecto, Sallaberry, que la Gran Vía, y que hoy en parte y remodelado y rehabilitado, ocupa este museo.
Y digo remodelado y rehabilitado, porque un patio muy peculiar y desde el que se accede al museo, es un hito del modernismo madrileño por su singularidad y por lo bien que encaja en este barrio del distrito centro.
El museo consta de varias plantas, aunque las que se corresponden a exposiciones suelen ser la planta de calle y las dos inmediatas inferiores.
La más inferior se encuentran justo debajo del patio y su luz natural procede de unos tragaluces que casi desde el patio no logras ubicar debido a que son prácticamente idénticas en color y textura que el resto del suelo, lo cual le confiere una solución muy innovadora para permitir el paso de la luz natural a espacios subterráneos.
Dicha planta es totalmente diáfana y permite articular las exposiciones de maneras muy dispares.
Las plantas superiores están destinadas a administración del Archivo de la Colección ABC y laboratorios de restauración y a una pequeña cafetería que es una delicia, primero porque suele estar casi siempre vacía, y segundo porque permite tomar algo mirando al patio.
Y es que este museo destinado prácticamente a albergar exposiciones de ilustraciones, cultura gráfica y libros, es único en la ciudad.

El museo ABC es modesto en cuanto a tamaño y a exposiciones, pero no deja de ser una idea estupenda como espacio dedicado exclusivamente a la ilustración y ya solo por eso le doy cinco estrellas.
Es gratuito y las instalaciones son amplias y con un diseño que, sin dejarme boquiabierta, me gusta y creo que aporta a la zona un atractivo más que puede completar tu mañana por Conde Duque de manera redonda. Venden un muchos cuentos, hay talleres y actividades ligadas a las exposiciones y un historial que, poco a poco, va cubriendo este campo bastante ignorado en España, animando incluso a su desarrollo. Me parece fenomenal y se ha convertido en un lugar querido que recomendaría sin dudarlo.

Es una pena que sea uno de los museos más desconocidos de Madrid. Peor aún que esté lejos del circuito Prado-​Thyssen-​Caixaforum-​Reina Sofía-​Casa Encendida, porque la realidad es que el Museo ABC no tiene nada que objetar a ninguna de las iniciativas puestas en marcha ni por La Caixa ni por Caja Madrid (ahora Caixabank y Bankia, respectivamente).
Ya solo el edificio es bastante impresionante, con esa fachada metálica, que impone desde el primer momento. Organizan muchas exposiciones y eventos culturales, y una de las plantas es un magnífico y luminoso salón de actos que, la verdad, hace las delicias de cualquiera.
Mención aparte tiene el hecho de que se encuentre donde se encuentra: las calles colindantes a Amaniel están repletitas de lugares que merece la pena visitar, así que no te lo pierdas, porque siempre puedes terminar la tarde cultural con un buen café entre las manos.

En mi opinión, uno de los museos pequeñitos más recomendables de Madrid. Las exposiciones temporales son geniales, muy interesantes, el acceso es gratuito y la localización es inmejorable: cerca del centro y de muchas tiendas y cafés súper chulos de Conde Duque. El edificio también merece la pena, especialmente la fachada del patio interior. La tienda tiene una buena selección de libros de ilustración y de novelas gráficas y la cafetería es agradable, aunque no he probado sus bebidas.