Si eres estudiante o no te importa la calidad(vamos, que si eres pobre) este es un buen lugar para empezar la noche o quedarte hasta una hora prudente tomando algo. El ambiente es bastante jovial por eso de la calidad, a los jóvenes no nos importa sacrificar eso. A partir de cierta hora olvídate de encontrar sitio, tendrás que esperar de pie y pillar sillas y mesa cuando alguien se vaya. El local gana mucho en verano, ya que puede sacar las bebidas a la calle y quedarte bebiendo al fresco(probablemente de pie). En cuanto a la bebida y la comida… pues deja bastante que desear, pero cuando te dan una copa en Madrid por 3,5 euros ¿qué te esperas? Y en cuanto al trato con los camareros pues es muy normalito, pero bueno, cuando el local está a reventar pues puedes llegar a entenderlo.
Javier A.
Classificação do local: 1 Madrid
Cañas: SUBANDERA, más mala que el diablo. Sabe más a agua que otra cosa además la tiran fatal ya que echan la mitad de espuma. Por muy barata que sea para servir ese atentado contra la cerveza es mejor servir agua. Comida: ESCASA Y MALA. Y para lo poco que ponen CARA. Los bocadillos directamente son trozos de una barra que han cortado en 30 pedazos. También probe un pimiento relleno, que era un pimiento relleno de lata. Pésimo. No me gustó ninguna tapa. Cubatas: como ya vi la calidad de la cerveza y la comida ni se me pasó por la cabeza jugarmela con los cubatas. Valían 3,50. Camareros: La atención es normal. Un 5. Ni buena ni mala. Público: estudiantes. Buen ambiente, jovial. Decoración: decorado con toques rústicos, dura madera, tan dura que cuando llevas 2 horas sentado en un banco tomando sus«cañas» se te queda el culo de un playmobil. Conclusión: no volveré jamás, no os lo recomiendo. No lo veo como alternativa a ningún sitio. Lo siento mucho, pero les hace falta mejorar. Quizás digaís que«es que claro, por ese precio qué quieres», y efectivamente, si no puedes cumplir unos criterios mínimos de calidad no pongas ese precio, y no te rías de la gente.
Olaya O.
Classificação do local: 3 Madrid
Mis expectativas en cuanto a este lugar fueron exactamente lo que me encontré: un sitio barato de calidad baja, pero a un muy buen precio. Una buena alternativa a 100 Montaditos, Lizarranes, Sureñas y Burger Kings(también a muchos sitios que no son cadenas) porque al menos no me están cobrando a 2,5 € un trozo de tortilla prefabricada. Un plus es que el local es mono, y eso hace mucho. Me quedé con ganas de pasar más tiempo pero entraba a trabajar y si no puede ser no puede ser… pero las menos de dos horas que estuvimos allí fuimos viendo como se llenaba y llenaba, que era lo que esperaba. A las 15:30 ya no había sitio posible, por lo que ni quiero pensar cómo estará a las 21. Los montaditos están bien buenos. Volveré.
Stef A.
Classificação do local: 3 Madrid
El punto fuerte de este bar es el bajísimo precio de las bebidas. Las cañas cuestan 0,40 €, los refrescos 0,60 €, y los combinados de alcohol 3,50 €. No obstante, en mi opinión lo mejor son las ofertas de desayuno/merienda. Por 0,50 € tienes un café con leche, y por 1 € más puedes acompañar tu café con una tostada entera. También sirven dulces por 1,50 €, de los cuales recomiendo la tarta de queso. Aunque se nota que es congelada, está bastante conseguida. El nombre y decoración de este establecimiento me hizo pensar que estaba especializado en tapas francesas, pero nada más lejos de la realidad. La carta ofrece montados, tapas, tostas y raciones muy tradicionales, desde la ensaladilla rusa al salmón con salmorejo pasando por la carne mechada, con precios que oscilan entre los 0,90 y los 4 €. El tamaño de los platos es pequeño, pero la relación cantidad-precio es más que aceptable. El sabor de la comida no es para volverse locos, pero está bien. El procedimiento para hacer tu pedido es similar al de otras conocidas franquicias de restauración: primero haces tu pedido en la barra, pagas, y te sirven las bebidas, que tú mismo has de llevar a tu mesa. Cuando la comida está lista, te avisan para que la recojas en la ventana de la cocina. Así que no hay servicio de camareros en las mesas. La decoración del local usa mucho la madera y los tonos pastel, creando un ambiente muy fresco e informal. Tienen varias zonas: una con barriles, mesas altas y taburetes hechos con palets; otra con mesas y sillas de madera sin barnizar; y una tercera con mesas bajas y banquetas.